[Reseña] Lo dejamos en manos de… Sobre ‘Robbie y otros relatos’ de Isaac Asimov

La tecnología ha ayudado al hombre a mejorar su calidad de vida y creo que poca duda queda sobre ello. Sin embargo, a veces nos olvidamos que esa tecnología es creación nuestra y la enajenamos, confiriéndole casi una entidad propia. En concreto, creo que sucede mucho con la robótica, en donde incluso buscamos que la creación se parezca a nosotros. Quizá la predominancia de la máquina frente al humano se esté dando en nuestra actualidad, como temían ya algunos escritores del XX, pero desde luego si esto es así es por cuánto hemos decidido delegar en ellas.

Precisamente, sobre este tema, esta antología Robbie y otros relatos publicada por Vicens Vives sea un claro ejemplo de cuánto puede intervenir la literatura en la sociedad, ya que en cuanto a los robots, será Asimov quien asiente unas leyes para controlar la moralidad de las máquinas y la seguridad de los seres humanos. Dentro de eso, aparte de su relato Yo robot, escribió otros tantos donde se ahondaba en las implicaciones de la robotización del mundo y esta antología es un buen ejemplo de cuatro casos donde el dejarnos en manos de las máquinas provocan miedo y un escalofrío de llegar a ser cierto. Os dejo con la reseña para que pensemos juntos.

Isaac Asimov reunió una prolífica obra de ciencia ficción en la que brillan con luz propia sus inquietantes relatos sobre robots. En esta antología, las máquinas se convierten en fieles servidoras de los humanos e incluso llegan a suplir sus carencias afectivas, pero también, como sucede en el caso del ordenador Multivac, cobran tal poder que se revelan capaces de prever y regular el comportamiento de los individuos

Dispositivos de confianza

Cuatro serán los relatos que recoge la antología, pero tres robots los protagonistas de estas historias: Robbie, Multivac y Sally. Cada uno de ellos nos enfrentará como ser humano lector al terror, incertidumbre y contradicción de sabernos en sus manos y estar agradecidos por ello.

En este sentido, Asimov no utiliza el relato terrorífico, ya que en ningún momento encontramos en el autor atisbo de ir contra este avance, sino más bien el planteamiento de qué pasaría sí, propio de la ciencia ficción, claro.

Sin embargo, esa inquietud nos sobreviene en la lectura porque en estos relatos la sociedad ha decidido dejar en manos de los robots acontecimientos muy importantes de nuestro desarrollo social: Robbie cuida niños, Multivac es capaz de predecir asesinatos, delitos y enfermedades, y, además, elegir al presidente del Estados Unidos a través de un único votante; finalmente, Sally…, bueno, ha sido capaz de jubilarse.

Multivac, el epítome de la mecanización

La verdad es que de todos los relatos de la antología se puede sacar una reflexión bastante dura sobre nuestra sociedad. Por ejemplo, en el relato Sally vemos como el automatismo y la capacidad de decisión que los humanos dan a los coches deriva en que sus inteligencias artificiales creen conciencia propia y se pase del qué es lo mejor para mi dueño a qué es lo mejor para mí. Escalofriante sin duda, pero el principio de conservación al final es un proceso lógico, ergo, una máquina podría llegar a él.

Sin embargo, me gustaría destacar los dos en los que el robot es Multivac. Este robot es una máquina fija que es capaz de hacer cálculos a gran velocidad y en ellos predicciones de lo más variadas. Sus relatos, Todos los problemas del mundo y El sufragio, nos muestran cómo los humanos confían su capacidad de decisión a la máquina. En este sentido, vaya, nos acercamos a algo así como endiosar al robot, ya que lo que decidimos darle es nuestro libre albedrío y perdemos la noción de justicia, ya que el juicio que emita la máquina es exacto.

En concreto en Todos los problemas del mundo, como anticipaba antes, la sociedad ha delegado en Multivac todas sus decisiones, de hecho, puede ir a consultar libremente a la máquina. Sin embargo, en un momento determinado una de las predicciones de la máquina entra en conflicto con la verdadera actuación de los seres humanos. Será misión del lector descubrir qué es lo que ha provocado dicha contradicción y reflexionar sobre la respuesta de Multivac.

Pon un robot en tu vida

La verdad es que a pesar de que quizá se note cierta crítica a «la cuestión robot», el planteamiento que hace Asimov del mismo en estos relatos me parece impecable. Consigue que con una narración muy objetiva, el lector tenga esa libertad de reflexionar y dirimir la cuestión. Especialmente en la edición de Vicens Vives, encontramos un prólogo estupendo, donde los relatos son desglosados, con lo que podemos disfrutar dos veces de cada una de estas historias. Además, debo decir que el texto que nos ofrece la editorial está muy trabajado y es accesible al lector.

Asimismo, los relatos están muy bien configurados, el estilo del autor es directo, fluido y no deja un cabo sin atar (aunque no lo parezca). Una antología recomendable por el autor, por la selección y la estupenda edición y estudio que ha elaborado la editorial. Os animo a que os dejéis conquistar por los robots, total… ¿qué es lo peor que puede pasar?

El libro en el Bolsillo

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