[Reseña] Una realidad descuidada. Sobre ‘La sombra del reflejo’ de Érica Fortuny

Me imagino, aunque quizá no, que muchos estaréis cansados de que últimamente se hable tanto de las enfermedades mentales, casi como si se hubiera puesto de moda. Yo creo que es necesario que se hable de ellas, primero porque existen y segundo porque puede ayudar a detectar que algo no está bien. Sin embargo, sí soy muy reacia al hablar por hablar y al tratar el tema con ligereza o sin saber muy bien de qué se habla.

La novela que reseñamos hoy tiene ya unos años, es de 2018, y se adelantó un poco a esta oleada temática. La obra es La sombra del reflejo de Érica Fortuny, que sale a la luz mediante autopublicación. Espero que os guste.

Altea es una adolescente sumida en un caos mental. Obsesionada con sacar buena puntuación en los exámenes, lleva su cuerpo y su mente a extremos peligrosos para la salud. Tras la muerte de Joan, un artista local que va a su clase, la inestabilidad de Altea le impide seguir estudiando. Dejar sus sueños atrás le deja un gran vacío que intenta llenar con la música que Joan ha dejado y que le hace preguntarse cómo era este chico en vida.

Ayudemos a hacer de la sociedad un lugar mejor. A través de los ojos de Altea podrás experimentar como las enfermedades mentales llegan a afectar una vida.

La tensión del éxito

Altea siempre se ha preocupado por sus estudios y, por ello, parece que ha dejado todo lo demás atrás. Su única relación más allá de sí misma es Joan, un compañero de clase que toca en un grupo. Cuando este muere, Altea ve tambalearse todo su mundo y su única obsesión será conocer cómo era realmente Joan para entender su desaparición.

Nos adentramos en una novela contemporánea con una temática muy marcada desde el principio como son las enfermedades mentales. Desde el primer momento, sabremos que nuestra protagonista, Altea, una estudiante de segundo de bachillerato, tiene problemas para relacionarse con el resto del mundo, y que Joan tiene problemas de depresión.

Sin embargo, la novela irá más allá y, a través de la investigación que lleva a cabo Altea, y que conllevará que se dé nombre a su enfermedad, podremos ver otros trastornos emocionales y conductas lesivas para la salud física y mental.

Explicitud o no

La narración parte en todo momento de cierta sensibilidad para expresar lo que le sucede a los personajes. En ese sentido, hay que reconocer que la autora logra no ofender, creo, a nadie. Sin embargo, hay varios puntos que no me han terminado de convencer.

En el caso de Altea, en varias ocasiones se intenta dar explicación a su enfermedad con traumas del pasado. No digo que esto no pueda ser así, pero realmente creo que ese halo de misterio y de puede ser o no, de esa idea de que no se puede saber qué es la realidad y qué no; hace que sea mucho más difícil entender a la protagonista. Además, hay momentos en los que Altea sabe cosas mediante mecanismos como el sueño que, en realidad, nos acercan más a la fantasía que a la realidad que nos quiere contar la autora. Quizá, lo ideal sería que se produjera un cambio de perspectiva en la historia y que no fuera ella misma la que nos la narre.

Por otro lado, el tratamiento que se hace a todos los entes masculinos de la historia es muy llamativo. Cada uno tendrá un trastorno diferente, no todos tendrán problemas psicológicos, pero lo que sí tienen en común es que todos parecen querer acostarse con nuestra protagonista instantáneamente. No sé, entiendo que la novela se desarrolla en la adolescencia, pero es llamativo que sean todos los que tienen relación con ella. Excepto Joan, que se entiende por la idealización de Altea.

Con todo esto, como lectora, me ha quedado la duda de si algunas cosas la autora las achaca a las enfermedades mentales, otras a la adolescencia o ha hecho un batiburrillo de conocimientos e impresiones. Y me da rabia porque no quiero ser injusta, pero creo que, por lo delicado del tema, tienes que definir muy bien qué es lo que estás contando sobre qué.

Estilo y sentido

Claro, todo esto me lleva a plantearme si en realidad el estilo de la autora es el acertado o no. En sí  es sencillo y directo, sin embargo, introduce cierto onirismo, para, deduzco, conferir de sensibilidad al tema, que no permite tener claro qué se nos está contando. Creo que es muy arriesgado que el lector cuando termine la novela no sepa si ha sido una alucinación todo, solo parte, si su enfermedad es así o no.

No sabría si recomendároslo o no. Si queréis leer una novela relacionada con el tema, desde luego esta lo es. El tratamiento a mí no me ha gustado y tampoco me ha gustado lo que se deja caer, pero no se dice. A partir de ahí, tú lector decides. En cualquier caso si lo lees, espero que te guste.

El libro en el Bolsillo

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