[Reseña] Verdad emocional. Sobre ‘Una buena chica’ de Mary Kubica

La verdad es que no sé en qué momento de nuestro desarrollo madurativo se estropea la relación con nuestros padres. Sé que no es algo que suceda en todos los casos, pero es verdad, por lo que he podido ver, que siempre hay un roce con uno de los dos progenitores, o los dos, en algo así como la reclamación de territorio, entiéndase este como ideas políticas, espacio o preferencias vitales. En mi caso lo llevo un poco mejor ahora, pero no dejo de encontrar ese desgaste que no creo que se deba confundir con independencia.

La novela que reseñamos hoy comienza de este modo, con una familia que ha perdido el contacto con su hija y esta, de repente, desaparece. La obra se llama Una buena chica de Mary Kubica, publicada por Harper Collins. La he leído gracias al grupo Oasis Literario, que termina su andanza, pero al que agradezco haber pertenecido. Espero que os guste.

Una noche, Mia Dennett entró en el bar donde había quedado en encontrarse con un amigo con el que salía de vez en cuando. 

Pero él no apareció, y Mia cometió la imprudencia de marcharse con un misterioso desconocido. Colin Thatcher parecía en principio un ligue inofensivo. Marcharse con él, sin embargo, acabaría siendo el peor error que había cometido en toda su vida.

Colin decidió llevarla por la fuerza a una cabaña aislada en las montañas de Minnesota en lugar de entregarla a las personas para las que trabajaba. A partir de ese instante, Eve -la madre de Mia- y el detective Gabe Hoffman no se detendrían ante nada para encontrarla. Nadie, sin embargo, podía predecir las implicaciones emocionales que tendría su secuestro y que acabarían por causar el derrumbe de la vida familiar de los Dennett.

Un thriller adictivo y cargado de tensión. Una buena chica, el fulgurante debut literario de Mary Kubica, pone de manifiesto que incluso en una familia aparentemente perfecta nada es lo que parece.

Un lugar, una noche, un adiós

Mia Denett está un poco harta, por ello acude a un bar y se queda en él, aunque su novio la deja plantada. Por eso, aquella noche se fue con él, con Colin Thatcher, y fue secuestrada. Por ello, Gabe Hoffman se embarca en su búsqueda como el gran hito de su carrera, porque Eve, la madre de Mia, necesita una nueva oportunidad para hacer bien las cosas con su hija.

Lo curioso, para mí, de este thriller policial es que desde el principio sabemos que algo no cuadra en toda esta historia. Sabemos cómo, sabemos más o menos el porqué y sabemos el quién, pero aún con todo ello no podemos dejar de sospechar que la historia esconde algo más que no estamos viendo.

Esta idea será lo que nos impulse a nosotros como lectores y al detective Gabe Hoffman a investigar qué sucedió realmente aquella noche en la que Mia desapareció y, sobre todo, qué pasó durante el tiempo que duró el secuestro de Mia. Con este gran misterio nos embarcamos y nos adentramos en una historial altamente emocional donde los sentimientos de todos los personajes tienen un papel fundamental, tanto para la investigación como para el desarrollo de la historia.

Multimodelo

Sin embargo, antes de enfocarse en lo verdaderamente emocional y en el peso que las relaciones tienen en nuestras vidas, la autora opta por una distribución narrativa muy particular. Pa poder conocer la historia tendremos dos hilos diferenciados por un hito de la novela. De este modo, tendremos un tiempo antes de y después de que nos va envolviendo hasta llegar a un presente desgarrador.

A su vez, no solo tendremos dos líneas temporales, sino que tendremos una multiplicidad de perspectivas, siendo las voces narradoras Eve, Gabe, Colin y la propia Mia en algún momento. La información así conocida de lo que sucede dentro y fuera del hecho del secuestro nos hace darnos una mayor idea de la dimensión del hecho: los problemas de Mia con su familia en el momento en el que desaparece, las motivaciones de Colin a meterse en este problema, el arrepentimiento de Eve por toda una vida de indolencia, etc.

De esta manera, entendemos a todos los personajes y lo que realmente está sucediendo en la historia, llegando a ese punto clave que comentaba más arriba. ¿Qué está pasando realmente?

El misterio

Obviamente, no voy a destripar ahora la historia, pero desde el principio, como ya he dicho, hay algo que no nos cuadra. Esto es gracias a que, aunque la protagonista podríamos establecerla en Mia, la autora no deja que ningún personaje se quede sin su espacio.

Por ello, no solo conocemos las razones de Mia, sino las de Colin, las de James (el padre de Mia), las de Gabe… Y todas ellas nos lleva a preguntarnos cuestiones tan duras como la conveniencia o no del secuestro, el deseo de que se produjera, la necesidad de sufrir un golpe emocional para poder reaccionar, la deceleración en el proceso para encontrar los momentos clave. Es decir, nos encontramos en una historia donde no solo hay un culpable, el secuestrador, sino que todos parecen intervenir en la ejecución del crimen de una manera o de otra. Así el sentimiento de sospecha, de misterio a resolver nos lleva a seguir leyendo sin descanso.

Agilidad y rapidez

En este sentido, es verdad que es una novela que se lee bastante rápido, aunque reconozco que en mi caso ha habido momentos de estancamiento. Junto a la parte de investigación e interrogatorios, bastante dinámica, ya que el personaje del detective es un personaje que no puede estar quieto; encontramos partes muy estáticas, donde los personajes se dedican a desarrollarse psicológicamente: por un lado tendremos a la madre de Mia, donde toda la reflexión será un repaso de las cosas que no se hicieron bien; por otro, tendremos el cautiverio de Mia, que como os podréis imaginar consiste en un porqué constante y en un cómo solucionar la situación. En estos casos, ha habido momentos en los que he dejado de leer porque la pausa se me hacía infinita y, sin embargo, entiendo el recurso usado por la autora, porque lo importante no era la investigación, sino lo que había detrás de ella.

Más allá de esto, como decía, es una novela que se lee muy bien porque el estilo es bastante fluido y los pensamientos y razonamientos no se demoran en misticismos, sino que aplican en lo práctico y en la realidad sentimental de los personajes.

Un crimen liviano

La verdad es que, a pesar de estos últimos apuntes que he señalado, la novela me ha gustado bastante porque ha sido una manera diferente de acercarme al género. Si queremos una obra donde el crimen sea algo bastante, bastante secundario y que lo que se plantee es qué les pasa a las personas en torno al hecho, esta es la vuestra.

Además, que no lo he dicho, los personajes son muy interesantes y los vemos evolucionar a lo largo de la novela más de lo que podríamos imaginar en este género, por eso del desarrollo emocional que comentaba antes.

Así que, para terminar, si queréis una policial tranquila, que os lleve de la mano y que os dé un toque diferente a lo que solemos leer en el género esta es vuestra novela. Espero que os animéis con ella y me contéis qué os ha parecido.

El Libro en el Bolsillo

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Comentarios

  1. Yo me decliné por la otra opción y me encantó el otro libro, yo si wue disfruté mucho La chica que se llevaron de Charlie Donlea, y de hecho te lo recomiendo si quieres un thriller sin parones y con un final de infarto.
    B7s

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  2. Holaa
    No suelo leer mucho este género y cuando me apetece suelo elegir cosas muy concretas que ya estoy segura de que me van a gustar así que por ahora no creo que me anime a leerlo
    Un saludo
    Inkties

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