[LC] Antes que yo, tú. Sobre ’23 otoños antes de ti’ de Alice Kellen

Las relaciones son algo difícil, sean del tipo que sea, aunque es verdad que si son amorosas, es aún peor. Creo que se debe al hecho de cómo entendemos este tipo de relaciones, a que para poder ser honestos con los otros, primero debemos serlo con nosotros mismos y eso es muy difíciles. No somos como queremos ser la mayoría del tiempo.

En esta situación se encuentra Luke, se encuentra Harriet, dos personas que han ido por su vida buscando quién quieren ser. Su historia se cuenta en 23 otoños antes de ti de Alice Kellen y la he leído gracias al club de lectura de Entre Lecturas. Leímos 33 razones para volver a verte y decidimos continuar la serie Volver a ti indagando en la vida de los amigos del grupo, en este caso la de Luke Evans.

Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O al menos eso fue lo que Harriet Gibson pensó tras conseguir casarse allí con Luke Evans, el primer desconocido que se cruzó en su camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su padre.

Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexi y divertido; algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas. ¿Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?

«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo».

De lo viejo y lo nuevo

Es increíble, pero a Harriet no le queda más remedio, si quiere conseguir su sueño tendrá que conseguir un certificado de matrimonio… Como sea. Por eso su amiga Angie y ella terminan en Las Vegas y es así como conoce a Luke, su marido. Todo parecía que iba a quedar allí hasta que año y medio después Luke Evans se presenta en su pueblo, quiere el divorcio. Ella no puede dárselo, no puede perderlo todo…

Con esta tensión tan bien llevada, la necesidad de la protagonista de arriesgarlo todo a la baza del matrimonio, entraremos en una novela que nos hará navegar sobre la idea de ser nosotros mismos, sobre cómo la vida nos confecciona y cómo podemos resistirnos a ello sin renunciar a la verdad, lo que hemos vivido.

La infancia de Harriet no fue buena y rápidamente tuvo que aprender a valerse por sí misma, a no confiar tanto en los demás. Por su parte, el presente de Luke es un desastre, desde el problema que tuvo en la universidad no ha vuelto a ser el mismo. Así la historia une a dos personajes que se están rehaciendo, pero frente a lo que podemos pensar, no son fénix renaciendo de sus cenizas, sus pero son tan grandes que ni ellos pueden obviarlos, así que deberán aceptarlos.

Como os podréis imaginar, siendo Alice, a partir de aquí nos introduciremos en una historia amarga, ácida, pero a la vez dulce y tierna donde nuestros dos protagonistas se irán conociendo. Sin embargo, deberéis averiguar si son capaces de crecer, y si lo hace juntos o separados, claro.

Descubriendo ritmos

Si en la anterior novela de la serie os hablaba del vacío o de la intensidad mal gestionada, creo que esta tendremos justo lo inverso. Igual, podemos encontrar dos partes diferencias, un principio un poco light donde la novela se centra mucho en explicar a la protagonista, todo su drama interior, su forma de ser, etc. y una segunda parte, donde encontramos la historia en sí, cómo se va fraguando la historia entre Harriet y Luke. De este modo, esa primera parte a mí me ha resultado un poco vacía y en exceso larga. No me entendáis mal, es fundamental conocer la vida de Harriet antes de encontrarse con Luke, pero creo esa parte es un poquito lenta y que lo que sucede son dos cosas.

Por otro lado, la segunda parte creo que es uno de los fragmentos en los que mejor ha sabido mantener el rimo Alice. En el momento en que Luke aparece y pone todo patas arriba, no deja un resquicio al respiro. La acción se va lanzando y evita, eso que tanta rabia me da, meter un giro al final, este se adelanta y al final lo que tenemos es la crisis lógica.

Eso sí, lo que menos me ha gustado, increíblemente, el epílogo. No sirve para nada que no se pudiera decir en otro lugar o en otro modo.

De largo

Otra de las cosas que me ha llamado mucho la atención de la novela es lo poco que me ha gustado Luke y lo interesante que me ha parecido Harriet. Lo malo de continuar la historia de un personaje previo es que el lector se asoma a esa obra sabiendo cómo es el personaje, o así debería de ser. En este caso, para mí, el personaje de Luke se nos aleja bastante del que conocíamos en 33 razones… y me ha dado mucha rabia.

Cierto es que entre una novela y otra pasan algunos años y que al personaje le suceden historias, pero también es verdad que muestra ciertas características que, para mí, después de haber leído su infancia no me cuadran. Esto ha hecho que esté extrañada todo el rato en la narración y me costara «perdonarlo».

Sin embargo, con Harriet he descubierto a uno de los personajes femeninos de la autora que más me gustan. Creo que ha creado a una mujer muy auténtica. A pesar de que de primeras sus complicaciones personales pueden parecer muy alejadas de la realidad, son bastantes las mujeres que sufren sus desdichas o similares y que tienen que rehacerse frente a todo lo que les ha rodeado. Tierna, dulce, pero fuerte e independiente, Harriet arreglará el mundo con un cupcake, pero es que a veces el mundo se arregla con eso.

Siempre hablando de agraviar

Y es que, claro, no se debe comparar, pero cuando se trata de novelas de la misma serie no podemos evitar hacerlo. En este caso, creo que 23 otoños antes de ti sale ganando. A pesar de ser una novela objetivamente más sencilla, creo que las emociones y temas que se tratan son muy interesantes. Es cierto lo que os he dicho, que Luke no me termina de convencer y que la primera parte me parece un poco vacía, pero sin ambas cosas, el Luke que nos presentan y esa primera parte de ese modo, no tendríamos una novela que es sinceramente bonita y que nos enseña algo básico, antes que yo debes estar tú, uno se arregla y después arregla el mundo. Espero que os animéis con ella.

El libro en el Bolsillo

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