Cuando una persona comparte su vida con otra, probablemente porque inconscientemente sabemos que la vida es nuestro bien más valioso porque es único en todas sus dimensiones, espera que esa relación dure para siempre. O eso es lo que nos han dicho que tiene que pasar. Por ello, cuando esa relación, sea del tipo que sea, falla, no podemos dejar de sentir cierto sentimiento de fracaso o vergüenza. Pero en cierto modo eso es bueno. Significa que hemos salido de algo que no funcionaba. El problema es cuando el sentimiento nos puede y no somos capaces de sobreponernos a la evidencia.
Este
es el principal conflicto de Juliette, la protagonista de la novela Lo único que importa de Agnès Ledig, editada
en español por la editorial Grijalbo. Juliette, muestra de nuestros problemas
como mujer, muestra de que el paso del tiempo por nosotras parece sí tener un
precio, nos da un motivo para reflexionar sobre nuestra condición y sobre lo que
el ser humano, pero en particular las mujeres, debe estar dispuesto a tolerar
por unos ideales impuestos, por el miedo a quedarse solo.
A
veces no somos lo suficientemente valientes para ser nosotros mismos y así se
refleja en la historia de esta enfermera que se dedica en cuerpo y alma a su
profesión y a intentar tener un hijo con su pareja, Laurent. Sin embargo, un
día conoce a Roméo, un bombero que está a punto de perder un brazo en acto de
servicio y que tiene gran parte del cuerpo quemada. Poco a poco Juliette
comienza a sentir apego por su paciente y cuando él abandona el hospital para
acudir al centro de rehabilitación comienzan a enviarse cartas.
Desgraciadamente, como era de esperar, cuando Laurent se entera de esto, pide a
Juliette que cese la correspondencia. A partir de aquí, y para no hacer spoilers, la novela continua con la vida
de Juliette.
De Malou a Julitte, un silencio
generacional
Aunque es cierto que no soy muy paciente con las narraciones de mis mayores, hay ocasiones en las que una frase se escapa de la conversación y en ella descubres que su vida fue tan intensa o más que la tuya. Descubres que lo que te pasa a ti ya ha pasado alguna vez y que, aunque pueda ser un suceso diferente, esos momentos son lo que nos conforman. Esto es lo que sospecha Juliette del silencio de su abuela Marie-Lou, este es su reto.
Una
de las cosas que sabremos de nuestra protagonista desde el minuto uno es que para ella su
abuela Malou es uno de los apoyos fundamentales de su vida. No solo ha
aprendido de ella que el cuidado de las personas no se realiza solo en lo
físico, debemos cuidar además lo afectivo; sino también que nuestra persona puede cambiar el mundo. Además, los padres de Juliette, ya jubilados, han delegado en su yerno la afectividad para su hija, solo Malou se mantiene firme en no abandonarla.
A su vez, Malou será un personaje muy
importante para el lector, ya que a través de ella veremos la visión sesgada que
Juliette tiene de su propia vida y de su propia sentimentalidad. Veremos que guardar silencio sobre nuestra historia puede ser interesante y ofrecernos cierto misterio, pero que si no hablamos no podemos ser ayudados. Con ella aprendemos, mucho antes que Juliette, que la vida está para vivirla y que si nosotros callamos, desgraciadamente, el siguiente también lo hará.
El silencio no es algo que se rompa fácilmente. Para poder hacerlo debemos ser valientes, confesar nuestros pecados y nuestras condenas (sobre todo estas últimas) y una vez asumidas vivir con ello. El personaje de Malou no solo enseña a la protagonista, sino a cada uno de los personajes de la novela, además de enseñar al lector.
La sonrisa de Malou, me acompañará siempre como lectora, espero que vosotras también podáis apreciarla.
Los hombres de nuestra vida
La historia de Ledig engaña un poco en su comienzo. Roméo, bombero y el chico de esta novela, sufre un accidente en su trabajo y sale muy perjudicado. Juliette su enfermera se preocupa por él y todo parece indicar que tenemos la novela de amor ideal preparada. Pero no es así.
Cuidándome de no adelantar nada, debo deciros que uno de las cosas que más me han gustado, y a la vez agobiado, de la novela es la acertada descripción de los hombres que nos podemos ir encontrando a lo largo de nuestra vida. La veracidad en el retrato, en la reacción de sus personalidades y en la interacción con el resto de personajes me abrumaba muchas veces y tenía que dejar de leer. Yo he conocido a un Laurent, un Roméo y un Guillaume.
Guillaume, compañero de trabajo de Juliette, y Laurent, la pareja de nuestra protagonista, son dos figuras contrapuestas, la oposición entre lo que debería haber sido y lo que desgraciadamente es. Son un reflejo de nuestro anhelo, de ese echar la vista a atrás, que tanto daño nos hace a veces, pero que es inevitable en los momentos de flaqueza. Por su parte, Romeo es aquel que llega, eso no significa que sea mejor ni peor, solo aquel que aparece en el momento de necesidad, al que no sabemos apreciar y que con suerte conservamos.
Ahora bien, la novela en este sentido no nos regala nada y es justo quizá lo que más me gustó al final. Como veréis Juliette elige por si misma, bien o mal, pero elige ella con una fría sentimentalidad.
El silencio, nuestro refugio, una trampa
Sin embargo, lo que definitivamente me ha gustado más del libro es la capacidad de describir situaciones complejas y muy cercanas a nuestra realidad, y a través de las cuales se muestra la capacidad inspiradora de la autora en los lectores. Sin cortarse una palabra Ledig cuenta las cosas sin tapujos, tal y como son, no censura ni atenúa. Por ello, a veces se hace duro, porque toca la fibra. Lo que pasa pasa y punto.
Vanessa (hermana de Roméo) y Juliette son los ejemplos de errores que cometemos las mujeres. Y sí, los hombres también cometen errores, pero desde luego hay algunos que solo nos competen a nosotras. En particular veremos desarrollado el error que aúna a ambas y nos somete a muchas: considerar que el silencio es nuestro mayor refugio. Agnès Ledig nos enseña que eso es falso. Callarse y sufrir en silencio, encerrarnos en nuestra propia burbuja no hace sino alejarnos de la realidad y, quizá lo peor, alejarnos de las personas. Dejamos de ser nosotras.
El ser humano necesita de la afectividad y el reconocimiento del otro, sin él no tenemos perspectiva, no podemos progresar y perdemos el foco de los que somos. Esto no significa que no podamos vivir solos, sí podemos, pero debemos conocernos. Tampoco significa que nos rodeemos solo de la gente que nos dice cosas bonitas, el enfrentamiento es sano. Lo que no es sano desde luego es la imposición y la tiranía. Sobre todo, lo que no es sano es el miedo.
Sé que las cuestiones están bosquejadas, pero esto no pretende ser más que una muestra sin spoilers para invitaros a leer la historia de Juliette. Juliette, nosotras. Mujeres que utilizan el silencio como coraza para sentir que encajamos en ese sinsentido de expectativas. No al silencio.
Me encantan los libros realistas con los que sentirse identificada. Por lo que dices, parece que se pueden extraer muchos conocimientos de esta historia
ResponderEliminarSobre todo, planta la cuestión de qué sucede cuando echas la vista atrás y te das cuenta de lo que has aguantado, soportado, etc. etc. Te lo recomiendo, la verdad
EliminarMe llama mucho la atención la premisa y los temas que trata. ¡Me la apunto! Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminar¡Nos vemos entre páginas!
La vida de mi silencio
Gracias ti por pasarte y dejar tu comentario.
EliminarUna abrazo ^,^!!
Hola carinyet!!
ResponderEliminarTiene buena materia prima, la historia apunta maneras 😊
Lo anoto.
Un besito 💋
Espero que te guste cuando lo leas!!! =)
EliminarHola, Laura. Tengo el libro en digital y sin leer. La verdad que no lo he leído por acumulación de lecturas, pero ganas le tengo un montón. A ver si pronto puedo.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
Hola, Carmen. Te animo entonces a leerlo porque la verdad, sorprende.
EliminarBesos, buen fin de semana ^,^
Hola!! Me lo llevo anotado, tiene una pinta estupenda. ¡Genial reseña! Participo en la Iniciativa Seamos Seguidores y ya me tienes como seguidora, nos leemos!! Besos!!
ResponderEliminarhttps://elaventurerodepapel.blogspot.com/
Hola Ana!
EliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña, bienvenida a El libro en el Bolsillo.
Nos vamos leyendo ^,^!
HOLA
ResponderEliminarEste libro me encantó y de hecho le hice reseña en mi blog, pero tengo que admitir que la tuya me ha enamorado
Saludos
Dalia Nomáscuentos
¡Gracias, Dalia! Tu comentario me anima y me honra. Como ves, a alguno de los personajes les he cogido mucho cariño y quería transmitirlo.
EliminarGracias por ti comentario de nuevo.
¡Nos vamos leyendo, ^,^!