Sucede a veces que vamos andando
deprisa, o despacio, da igual, y cruzamos nuestra mirada con un libro, una
portada, un título, que se nos queda grabado en la mente y cuya imagen no nos
abandona. No sé exactamente qué fue lo que me llamó la atención, pero la
portada del libro me hizo sentir incómoda, lo recuerdo perfectamente. Lo
cogí y leí la sinopsis, no entendía por qué narices me llamaba la atención.
Pasaron los meses y la red Oh!
Libro de la editorial Planeta me premió como bloguera de septiembre. Entre los
libros que podía elegir estaba este libro, El
hambre invisible de Santi Balmes... Huelga decir dos cosas: 1)
efectivamente, elegí este libro y 2) no sabía quién era Santi Balmes... ni
había escuchado nada de Love of Lesbian.
Así me adentré en el mundo de
Bruma, una ciudad mental que acoge todas las personalidades y vivencias de
Román Spinelli. Un mundo que me ha sobrecogido por su realismo mental, por su
descripción de lo peor del ser humano creativo y por su crueldad sin
contemplaciones, porque en el mundo de la mente todos somos unos sádicos.
Román Spinelli sufre un accidente en un concierto. De
esta manera, Román, el Equilibrista, viaja a su ciudad interior, Bruma, en la
cual tendrá que averiguar quién se ha llevado a Edith (su M/musa). Para poder
descubrirlo y, así, conseguir que todo tenga sentido, tendrá que entrevistarse
con (sus) Los Vergonzantes.
Componiendo una vida
No pocas veces
desearía una vida más sencilla, como el resto de sus congéneres. Pero el Hambre
Invisible era una dulce dictadora.
Pero, ¿qué es una «vida sencilla»?
Algo sin duda aburrido y que no nos llena. Y de igual manera se refleja en la
obra: ¿por qué hacer un libro a la antigua usanza? No, Santi Balmes ha decidido
que puede estimular la escritura y al lector mucho más de lo que estamos
acostumbrados. Su universo no se conforma solo con letras de novelas y
canciones, sino que necesita también de la imagen de la ilustración y de los signos
gráficos, explotando la negrita y las fuentes como nos extorsionan a nosotros
nuestros yoes.
Nos presenta de esta manera un
viaje que comienza en un tren y que va parando en los diferentes capítulos-estaciones
de su vida –o bien hechos, o bien otros yo– que irán desvelando la complejidad
de un ser un humano que ya ha caído y no sabe levantarse. Un antiensayo vital,
como vemos casi una biografía, que expone y argumenta una auditoría psíquica.
En ella, el protagonista y nosotros navegamos por diferentes personalidades que
nos revelan qué hemos hecho a lo largo de nuestra vida.
El texto, de esta manera, se
detiene en las descripciones minuciosas sobre los acontecimientos desde un
punto de vista psicológico, viendo que todo acto tiene su consecuencia. Sin
embargo, tanto consecuencia como acto no tienen en sí la carga del error, ni la
del mal ético, sino la simple y llana objetividad y causalidad de preceder y
causar un hecho a otro. No nos juzgamos por ser buenos o malos, sino por cómo
nos han dicho que debemos ser y por aquello que los demás esperan de nosotros.
Y aquí viene la verdad, no son
los que nos quieren mal los que nos lanzan a Bruma, son aquellos que queriéndonos
tanto tememos defraudar, aquellos para los que parece que trabajamos y vivimos,
Edith. Siempre nos equivocamos y creemos que vivimos para nosotros, pero no,
vivimos para el mundo. ¿Cuál es tu mundo?
Sobreviviendo al mundo
Todos
necesitamos un bufón interno, aunque nos meta en líos. A pesar de que no sepa
aguantar más de dos minutos serio, el bufón cura el alma y el cuerpo de su
monarca.
Pero el texto de nuestro autor-poeta-cantante-compositor...
El texto no solo está bien configurado en su parte más física, sino que además
nos destroza por dentro, tanto como destroza al protagonista.
Esta era una de las reticencias
que tenía para recomendarlo o no. Según a quien, este libro puede ser un camino
purgatorio, donde Román nos enseña, nos perdona y nos explica «¡Eh!, qué no
eres único»; o una condena que nos explica que las cosas salen bien de alguna
forma, pero que primero salen mal, que pueden salir muy mal y que puede que no
salgas de ellas.
Para poder hacer todo esto, se
nos presenta a Los Vergonzantes, las «peores» personalidades de Roman Spinelli,
a las cuales, como hemos dicho, tiene que interrogar para saber dónde ha ido a
parar Edith, su musa, su exnovia en la vida real. Pero, advertencia, necesitamos bufones que nos
curen el alma... ¿Son los peores? Sin decir el nombre de ninguno
porque sería quitaros un placer tremendo, sí que quiero apuntar que en ellos
encontraremos todos aquellos «pecados» terribles que cometemos, todas aquellas
cosas naturales e inevitables que nos han enseñado que son malas, y todas
aquellas cosas terribles, criminales y nauseabundas que nos han enseñado que
son ideales (que no buenas).
Y es que es muy duro llegar a un
punto de tu vida en el que ves que tu imagen exterior es de traca, que tus
anhelos de juventud si los sigues pueden convertirse en tu vocación, pero que
terriblemente si no los consigues seguir, se convierten en la peor depresión
que pueda tener un ser humano. Porque el responsable eres TÚ, y no hay más.
Y, sí, de nuevo, la novela es
dura de leer porque es pausada, profunda... como nadar hacia abajo en una
piscina, donde la presión aumenta, los oídos te pitan y donde todo se vuelve
oscuro; pero es tan real… La novela nos muestra cómo en un momento determinado
de la vida del ser humano moderno, del siglo XX,
en Occidente, utiliza su propia naturaleza, es decir su animalidad, para
insubordinarse porque tiene tanta presión intelectual, moral, física, que tiene
que explotar por algún lado. Y tenemos dos opciones: la animalidad o el arte...
Y ya sabemos lo que pasa con el arte.
Sin embargo, me alegro de haber
leído la novela. A nivel literario supone un experimento estupendo de
conjugación de artes para crear una obra total. Supone narrativamente la
introspección del protagonista en todas sus dimensiones, de manera que el
lector se zambulle con él y se empapa de la historia. Más allá, puede afectaros como
queráis que os afecte hasta cierto punto. Decía un cómico latino, precisamente
cómico, en una de sus obras que «Nada humano me es ajeno» y en este sentido es
en el que os puede y debe afectar. Porque todos somos víctimas, y lo sabemos,
de El hambre invisible.
Wow, veo que es un libro complejo. Aunque no sea mucho del tipo que leo, me ha llamado la atención. Probablemente en un futuro, me anime a leerlo. Buena reseña!😊
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Lyn!
EliminarSí, es complejo y se tarda en leer por lo que comento, porque es muy profundo, pero es estupendo y te hace relativizar un poco las cosas que pasan.
Gracias por el comentario, me alegro de que te haya gustado ^,^
Hola! Había escuchado que era un buen libro que los sorprendía a las personas que lo leían, pero no sabía de qué trataba ni nada, y sí, leyendo tu reseña, es un libro profundo. No sé si lo leería pero suena bastante bien
ResponderEliminarSaludos!
Hola, Andrea!
EliminarGracias por comentar. Yo cuando lo recibí no tenía ni idea, había oído hablar de él, pero no sabía de qué iba. Me ha gustado, pero es verdad que es profundo.
Un abrazo, ^,^!
Suena demasiado interesante, más que nada por las personalidades que maneja el autor.
ResponderEliminarMe gustó mucho la manera en que interpretas lo que piensas, me ha llamado la atención y quiero leerlo estas vacaciones
¡Hola! Me alegro mucho de que te haya gustado y te hayas decidido a leerlo. Me alegro de que te haya gustado e interesado la reseña.
EliminarMuchas gracias por comentar, un abrazo ^,^!!!
Hola gracias por la recomendación pero no creo que sea una historia para mi me ha gustado tu reseña. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola! Gracias a ti por comentar. Me alegro de que te haya gustado la reseña.
EliminarUn abrazo, ^,^!
¡Hola! La verdad es que no parece la lectura típica relajante ideal para un domingo, sino que la veo más bien para esos períodos en los que no sabes qué hacer con tu vida. Me lo apunto, pero le daré la oportunidad más adelante.
ResponderEliminar¡Un besito y hasta la próxima entrada! Mo-
¡Hola, Mo!
EliminarGracias por pasarte por mi blog y comentar. No, lectura de domingo no es jajaja, pero sí para esos periodos de vacío, no te lo va a llenar con cosas divertidas, pero sí con una reflexión práctica. Me alegro de que le des una oportunidad, cuando te lo leas, me cuentas.
Besos, nos leemos ^,^!!
Wow que complejo todo, se ve que no es una lectura fácil pero sin embargo me llamó mucho la atención.
ResponderEliminar"no son los que nos quieren mal los que nos lanzan a Bruma, son aquellos que queriéndonos tanto tememos defraudar, aquellos para los que parece que trabajamos y vivimos" Creo que esta frase es lo más real que he leído últimamente y me he dado cuenta que es cierto. Lamentablemente muchas veces nos hundimos a nosotros mismos en nombre de otros y no debería ser así ya que nosotros deberíamos vivir para nosotros ¿no?.
Lo siento, no puedo escribir todos mis pensamientos sobre tu reseña aquí porque sería larguísimo, pero sí te digo que me dejó pensando un montón.
Gracias por la recomendación. Besos
Me alegro mucho, Kat, de que la reseña te haya gustado y te haya hecho pensar. La verdad es que el libro provoca eso, que poco a poco en tu cabeza vayan fermentando ideas y pensamientos que de repente, al terminar, eclosionan. Muchas gracias por tu comentario, me motiva a seguir con las reseñas.
EliminarBesos, ^,^!!!
¡Hola!
ResponderEliminarHabía visto mucho este libro por redes, pero no se si me llegaría a gustar, quizás más adelante le de una oportunidad :)
Un besote.
¡Hola, May!
EliminarGracias por comentar. Es un libro profundo y hay que estar en el modo para leerlo. Si lo lees cuéntame que te ha parecido =)
Un besote, ^,^!!!