Creo que cuando es de noche, por
definición, es el momento en el que nos sentimos más solos, más vulnerables.
Desde que somos pequeños asociamos la noche como el momento en el que salen los
monstruos, el momento en el que hay que tener cuidado… Los cuentos sirvieron
para explicarnos cosas del mundo y también para haceros compañía. No se lee un
cuento a los niños para que aprendan antes de dormir, sino para que tengan
buenos sueños, para que no duerman solos.
En mi caso el libro que me
acompaña y que me leo antes de irme a dormir, sobre todo en Navidad, es el
libro que me trae hoy aquí, El libro del
cementerio del maestro Neil Gaiman, publicado actualmente en Roca
Editorial. Un libro cuya estructura ayuda a reflexionar sobre los temas que
trata. Además, bajo mi punto de vista, todos estos temas son cosas que todos
hemos vivido y que creo que es imprescindible revisarlas desde la distancia
fantasmal que nos ofrece esta novela.
Además, el libro como objeto
artístico es una maravilla. El texto de Gaiman viene acompañado de
ilustraciones de Dave McKean, quien creó Batman:
Arkham Asylum e hizo portadas para Sandman
(una de las principales obras de Gaiman). Así que con este punto de partida es
difícil resistir la tentación de leerlo.
Una noche un individuo entra en una casa y sin motivo
aparente mata a todos los miembros de una familia. Cuando va a culminar su
misión matando al bebé, se da cuenta de que en la cuna no hay nadie. En medio
de la noche un bebé aparece en medio de un cementerio. Aunque el hombre Jack no
ha conseguido encontrarlo, no descansará hasta cumplir su plan.
El cuento de Nadie
La trama parte de la desaparición
de un bebé y el asesinato de su familia. Lo curioso es que el bebé no
desaparece, sino que es él mismo quien se encamina al cementerio que está
situado al lado de su casa. Por instinto o suerte, esto hace que escape de las
manos del hombre Jack. Allí los Owens, un matrimonio fantasma, reciben el
encargo, por parte del fantasma de la madre, de proteger al niño. Así comienza
la historia de Nadie Owens, Nad para los amigos.
De esta manera, la novela se irá
desarrollando a través de cuentos: cada capítulo, es una historia autoconclusiva
y de cada una de ellas se puede sacar una moraleja, que es lo que hace Nad,
aunque no se plasme en la narración. Esto cuentos, a su vez, se pueden dividir en
dos tipos. Por un lado, encontraremos el crecimiento de Nad, que pasa de ser un
bebé a convertirse en un adolescente de quince años. Esta evolución será
narrada poco a poco, con mimo y solo en los hitos importantes del desarrollo de
un ser humano. Por otro lado, de manera pareja e intercalada, encontraremos las
particularidades relacionadas con el mundo fantasmal en el que vive Nad.
Así, cada capítulo es un cuento y
un momento vital del muchacho. Por ejemplo, el segundo capítulo trata sobre la
infancia de Nad y, en él, ese momento estupendo en el que hacemos nuestro primer
amigo. A continuación, en el siguiente capítulo, se nos relata un cuento sobre
el mundo del cementerio, sus peligros y sus particularidades. En estos
capítulos, Nad aprende cosas «sobre la vida», como el peso de nuestras
decisiones, y comienza a descubrir que no es igual a la familia que lo crió, lo
que le lleva a querer descubrir el mundo.
La trama principal, la del
asesino que persigue a Nad, queda desdibujada hasta mitad de la novela, en
donde se vuelve a dar la voz al hombre Jack, el asesino. Sin embargo, siempre
está presente, ya que es esa meta a la que Nad sabe que va a llegar, esa para la que se ha preparado desde que
es pequeño.
Guía mi mirada,
que yo pongo mis ojos
A esta estructura de cuentos
unidos por un protagonista, tenemos que añadir una característica más que hace
a la novela una obra especial. Junto a los cuentos, como ya hemos dicho,
encontraremos imágenes. Podemos pensar que las
ilustraciones de los libros, valga la redundancia, ilustrados solo sirven para
decorar el texto, pero que no influyen en nada en la narración, pero no es así.
Este caso es un buen ejemplo de cómo la imagen puede enriquecer el texto.
Ya en la primera página, para presentarnos el acontecimiento atroz del asesinato de una familia, se nos presenta
una imagen. En ella, aparece el texto sobre un cuchillo. A este cuchillo le
sigue una mano que se pierde en nuestra página derecha y, de esta manera, se nos
invita a pasar la página para descubrir quién es el asesino. Sin nosotros ser
conscientes hemos seguido la imagen y no
el texto. De este modo se configuran hitos importantes de la novela. El texto
se acomoda a una imagen y esta nos guía en nuestra lectura del texto. Esta
combinación permite que el lector esté ubicado en todo momento en el espacio de
la acción, gracias, además, al estilo descriptivo de la novela.
Generalmente, cuando leemos
descripciones en narraciones corremos el riesgo de encontrarnos con dos
defectos, o bien la descripción es escasa y no nos ayuda a la ambientación, o
bien es inmensa, detallista y puntillosa, y nos desespera por falta de acción.
Una de las cosas más difíciles para los escritores, bajo mi punto de vista, es
el equilibrio entre descripción y narración. Sin embargo, Gaiman nos ofrece
unas descripciones rápidas y directas, que no maquillan ni esconden lo que
sucede, sino que causan gran impresión en el lector. Su manera de describir es muy
visual y esto permite al lector imaginarse perfectamente la localización.
A todo este tono sombrío y
lúgubre, demasiado pesado para un cuento, pero tierno, como veremos más abajo,
tenemos que añadir el toque Gaiman. Qué sería de una obra del maestro sin su
toque humorístico y sarcástico. Lo que me más me gusta del autor, en este sentido, es que no se complica, no hace una broma o una crítica con artificio
excesivo. Por ejemplo, una de las constantes de esta obra es que el toque de
humor, aparte de hacerlo a través de los comentarios ingenuos de Nad, se hace a
través del nombre de los fantasmas, que no solo son mencionados por el nombre,
sino por la inscripción de su lápida:
«[...] la señorita Letitia Borrows,
solterona de este concejo (Quien en toda su vida nunca infligió sufrimiento a
hombre alguno. ¿Puede quien esto lee afirmar lo mismo?)»
«Digby Poole (1785-1860, algún día os
veréis tal como hoy me veis a mí)»
Y todos estos comentarios y guiños
humorísticos, al final, sirven en la obra para un propósito muy claro,
desarrollar la cuestión principal de la novela, que es una de las moralejas que
debemos aprender de ella. El humor intenta combatir un acontecimiento natural,
inevitable, pero a la vez inefable, lo que nos hace sobrecogernos ante él: la
muerte.
Todos somos Nadie, pero nadie como Nad
¿Qué más puedo contar sin contar
la historia?… Pues un poco el porqué. Cuando leí por primera vez la novela, la
historia de Nad me conmovió tanto que me dispuse a escribir una carta al
protagonista. Me salía decirle que las cosas cambian y que, aunque él estuviera
solo en el mundo, los lectores siempre estaríamos con él allá donde quisiera
viajar. Esa carta se quedó a medias porque me es muy difícil explicar por qué
me gusta el libro. He decidido intentarlo de nuevo para el blog.
La historia de Nad no es una
historia al uso. Su personajes, desde luego, no son personajes cotidianos: fantasmas, vampiros, mujeres lobo, profecías y seres ancestrales. Con él y ellos aprendemos, nos sentimos comprendidos y nos divertimos.
No solo aprendemos sobre nosotros, sino sobre lo que nos asusta, de lo que no
queremos hablar. Nosotros no hemos sido criados con fantasmas ni hemos tenido
un asesino a nuestras espaldas, pero hemos sido niños y adolescentes, y hemos
sabido tan poco de la vida y la muerte, y de nuestras circunstancias como Nad.
Es ahí donde me empeño en ser amiga de nuestro protagonista. Gaiman nos cuenta
su infancia y cómo hace su primer amigo, nos cuenta cómo va al colegio y se
levanta a defender la justicia, protegiendo a los que sufren acoso y
sufriéndolo luego después (no sé por qué, pero creo que la mayoría hemos visto
como un alguien clavaba un lápiz a otro alguien). También nos cuenta, y hemos
vivido, ese primer amor raro y violento, y cómo nos quedamos sin saber qué
hacer; cómo se deshace una amistad porque ya se tiene poco en común, y cómo
desaparece un ser querido porque su vida acabó. Finalmente, hemos visto cómo
todos, aunque sea intelectualmente, hemos partido del regazo de nuestra
familia, de nuestros padres, para descubrir y formarnos nuestro propio mundo solos. Y
esto es lo que le pasa a Nad, es lo que cuenta Gaiman.
Vaya, no conocía el libro pero luce muy interesante, y me llama la atención la trama y las ilustraciones. Tao vez le dé una oportunidad.
ResponderEliminarGran reseña como siempre!
¡Hola, Lyn!
EliminarGracias por tu comentario. Es un libro bonito y además se lee muy rápido. Me propuse hacer un reto 24 horas y lo hice con este porque se absorbe casi jajaja. Además, Neil Gaiman es un escritor estupendo.
Besos, ^,^!!
Hola suena muy interesante y me llama mucho al atención espero darle una oportunidad. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola, Cecy! me alegro de que te haya llamado la atención. Si le das una oportunidad cuéntame.
EliminarUn abrazo, ^,^!!
Había escuchado maravillas tanto del libro como de Neil y no me había llamado la atención leer al autor pero ahora que veo una reseña bien hecha me dieron ganas de comprarla, lo voy a añadir a mis libros para el 2019
ResponderEliminar¡Estupendo, Juan!
EliminarLa verdad es que he leído unas cuantas obras de Gaiman y no decepciona. Puede tener un poco el problemilla de King con las descripciones, pero en este libro en concreto creo que lo hace perfecto.
Cuando te lo leas cuéntame.
Un abrazo y feliz 2019!!! ^,^!!
Hola!!
ResponderEliminarNo conocía el libro pero me ha llamado mucho la atención ya que me estoy adentrando en éste género, el hecho de que salgan también imágenes me gusta. Seguramente le daré una oportunidad.
Gracias por la reseña.
Besos
¡Hola!
EliminarPues la verdad es que es un libro estupendo para adentrarse en la fantasía de este tipo. Además, ambos autores (el de texto y el de imagen) son grandes profesionales y han fusionado muy bien texto e imagen. Y bueno el prota es genial. Me alegro mucho de que te haya gustado, gracias a ti por el comentario.
Besos y feliz 2019!!!
Madre mía, me ha llamado muchísimo la atención, todo, es que todo. Que sean cuentos separados que forman un todo, que el protagonista, Nadie, crezca desde una edad tan temprana como la de ser bebé. Las ilustraciones, que además como vemos y nos cuentas, acompañan al texto, que es algo que eché en falta en los libros ilustrados de HP, donde parecían mas fotos sin más, puestas mas o menos donde ocurría la escena que retrataban.
ResponderEliminarSuena muy interesante, tal vez una buena forma de conocer al autor. Me lo anoto! Gracias por la reseña.
¡Hola, Stiby!
EliminarGracias por tu comentario. La verdad, es que no lo había pensado, pero tienes toda la razón con los libros ilustrados de Harry Potter. Ahora, pensándolo, efectivamente, aquí el texto la imagen se adaptan el uno al otro y se complementan (como en la primera imagen). Me alegro de que haya llamado tu curiosidad porque el autor es estupendo. Coraline es otra de sus obras y está muy bien, por ejemplo.
Un abrazo, ^,^!!
Hola! Me ha gustado mucho el detalle del cuchillo. Este libro parece que combina a la perfección lo sobrenatural con los problemas cotidianos y etapas de la vida por las que todos hemos pasado. Tiene muy buena pinta!
ResponderEliminar¡Hola, Sophie!
EliminarSí, la verdad es que es lo que más me gusta, sentir que, aunque hay fantasmas y esas cosas, los problemas no te pillan lejos. Esto hace que se comprenda muy bien al protagonista y, bueno, en mi caso, que le cojas cariño, jajaja.
Gracias por el comentario, besos, ^,^!!!
Wow no conocía este libro, pero con lo que dices suena una maravilla. Aunque debo decir que soy sensible con este tipo de historias por lo duras que son, así que espero darle una oportunidad algún día.
ResponderEliminarFeliz añooo y muchos besos!!!
¡Hola, Kat!
EliminarYo también soy muy sensible con estos libros y por ello, cuando comencé a leerlo, sentí que no iba a poder con él. Sin embargo, Gaiman lo trata de maravilla y cada historia hace que te diviertas con el protagonista, por lo que además le coges cariño. Es estupendo. Si te lo lees cuéntame.
Feliz año a ti también. Un besazo!!!! ^,^!!!