A veces nos creemos con tal
comprensión moral que nos sentimos capaces de reorganizar todo el caos que nos
rodea… Es «tan de cajón», «tan de sentido común», que nos resulta inconcebible
que alguien no lo vea como nosotros. Sin embargo, otras veces somos aquellos
que no lo ven y sufrimos la supuesta obviedad que otro nos impone. Además, a
este afán de resolver los problemas se opone una circunstancia muy curiosa, tú
puedes saber la solución e incluso esta puede ser la mejor a largo plazo, pero
¿quién narices te crees que eres para aplicarla? Y así nos quedamos parados,
viendo como se sucede el desastre.
La novela que me trae hoy aquí
reflexiona y da vueltas a esta idea, a esa pregunta. El libro es Los viajes de Tuf de G.R.R. Martin, al
cual he llamado periferia, sí señor. ¿Por qué periferia? Porque todos conocemos
a Martin por otra obra, Juego de Tronos,
y aunque no sea ni la más seria ni la mejor ni la más correcta, desde el punto
de vista sociocrítico ha sido un puntazo. Eso situaría la obra que hoy desarrollaremos
al margen, pero, bajo mi punto de vista, qué pedazo de periferia. Quizá, hasta
la fecha sea la mejor obra que leído del autor americano.
La novela, como bien dice el título, nos
relata una serie de viajes llevados a cabo por Haviland Tuf, un hombre de unos
dos metros de altura, más o menos, barrigudo y sin un pelo en su cuerpo.
Además, es vegetariano, bebe cerveza como si fuera agua y le encantan los
gatos. Y dicen que es honrado... Estos viajes se llevarán a cabo en el Arca, una nave de la Vieja Tierra que
servía como arma biológica contra otros planetas.
El tablero de ajedrez
El punto de partida de la novela
será el juego de guerra que plantearán los personajes para conseguir el Arca, una nave que es el mayor arma para
someter y controlar el universo. Las piezas de esta partida serán los
habitantes de la Cornucopia de Mercancías
Excelentes a Bajos Precios que arriba en el Arca. Pilotada por Haviland Tuf, este estará acompañado por Kaj Nevis,
Anittas, Celise Wan, Rica Dawstar y Jefri Lion. Muchos nombres, ¿verdad? Pues
olvidaos de ellos, como en el ajedrez gran parte de las piezas mueren, y en una
obra de Martin más. Por cierto, olvidé a Champiñón y Desorden (los gatos),
estos sí que son importantes.
Así, los personajes comienzan a
desplegarse por Arca, para poder
tomar el control de la nave, dividiéndose secuencialmente en diferentes grupos,
lo que servirá al autor para describir lo descomunal de la nave, su potencial y
sus peligros. Sin embargo, estos peligros no serán el verdadero problema de los
personajes sino el pensamiento del resto de miembros de la tripulación. Los
personajes comenzarán a desconfiar y a malmeter entre ellos. Nos preparamos
para la intriga y la estrategia, ya que Martin desarrolla aquí uno de sus
puntos fuertes, la incertidumbre que genera la propia naturaleza humana.
Después de las divisiones en
grupos, Martin mantiene perfectamente el equilibrio entre el terror, la
estrategia y la intriga. La nave se convierte en un campo de batalla a tres
bandas: por un lado, los dos equipos, por otro el aire contaminado de gérmenes
y, por último Tuf. Frente a la alta probabilidad de que el aire esté
contaminado Celise Wan (antropóloga) decide utilizar a Champiñón como cobaya,
el gato muere y esto provoca no sólo la separación de Tuf del grupo, sino el
motivo del resto de sus aventuras.
Todo este suspense se condensa en
la obra en un solo capítulo, por lo que se elimina en parte el gran problema que
le veo a la escritura de Martin, la eternización del suspense (como en Juego de Tronos). Sin querer hablar más
de este primer capítulo para no hacer spoilers,
Tuf entrará en la pelea por la nave, clonará a su gato, que pasará a llamarse
Caos, y decidirá reconvertir su profesión de mercante a ingeniero ecológico. El
Arca es suya y piensa emplearla. Comienzan
los viajes, los viajes de Tuf.
Pasamos a otra novela
Este es el problema fundamental
de Los viajes de Tuf como novela
unitaria. En origen los diferentes viajes eran relatos independientes que se
publicaron en la revista Analog Science
Fiction and Fact en 1976 y no fue hasta 1986 cuando se reagruparon y se les
dio forma de novela única. Sin embargo, en mi opinión, no se consiguió dar tal
unidad.
Empezando directamente por el
prólogo. Este nos cuenta que Arca fue
en origen una máquina de guerra, pero esta información, tal como la cuenta, es
tan explotable y está tan bien descrita, (a modo lírico, que casi recuerda al infierno
de Dante) que dejar ese prólogo ahí me parece desaprovechar un material
estupendo. Es decir, crea una expectación que dista mucho de ser cumplida. El
siguiente descosido es la diferencia entre este primer capítulo del que hemos hablado
antes y el resto. Efectivamente, el resto serán los viajes a bordo del Arca, pero la caracterización y la
potencia de todo el conjunto del capítulo uno hace que se margine del resto de
la obra. No digo que no tenga justificación, es el medio por el que Tuf
consigue su nave, pero después tiene tan poco que ver con lo demás que se
entiende que es una narración aparte.
No obstante, al resto de los
viajes si se les ve la relación. 2-4-7 son andanzas de S’uthlam, donde se
desarrollaran más claramente las cuestiones morales, políticas y filosóficas; y
el resto de capítulos, los puentes para llegar a S’uthlam y proveedores de las
herramientas de la trama, los gatos, por ejemplo como veremos más adelante. Ahora
bien, dentro de esta «segunda parte», también vemos problemas en las
secuencias. Si pensamos que en origen los viajes estaban divorciados y que se
publicaban en una revista es normal que haya secuencias de ambientación
repetidas entre relatos, sin embargo, cuando los unes no puedes mantenerlas.
Por poner un ejemplo concreto, Tuf acude a diferentes planetas a ofrecer su
ayuda como ingeniero, a su nave acuden diferentes personajes para que les
provea de una especie nueva que solucione ‘x’ problema; en todas estas visitas
se nos describe el pasillo que hay desde la cubierta de aterrizaje a la sala de
operaciones de Tuf y se nos relata también las sensaciones de los visitantes.
Todas, todas, todas, hacen referencia a la longitud, oscuridad y profundidad
que posee ese recorrido y qué sienten los visitantes. Todas son iguales.
La contundencia hecha personaje
Son embargo, sobre el tema de los
personajes me quito el sombrero ante
Martin. No recuerdo que ningún otro autor me haya convencido tanto a propósito
de la veracidad psicológica de los personajes. Empezando por el propio Tuf, no
podemos olvidar el personaje de Tolly Mune y tampoco a los múltiples gatos del
protagonista.
Haviland Tuf, como ya he descrito
antes, es un humano inmenso para la media galáctica, con una barriga fruto de
su afición a la cerveza y calvo, sin un condenado pelo en todo el cuerpo. Pero,
obviamente, es mucho más que esto. Es un hombre que por principios sigue las
reglas, no gusta de atajos, no gusta de mentiras. Además, como sus compañeros,
es un hombre profundamente curioso, ansioso de información y conocimientos con
fines prácticos y que nos deja muy claro que toda información es susceptible de
ser útil. También, es aparentemente simple pero no por ello idiota, es muy culto
(hay miles referencias sobre cultura popular, literatura e historia en las
manos de Tuf).
Con todo esto aún Tuf no es
excepcional, hay otros personajes así, pero lo que le hace destacar es su valor
ético que consigue establecer por encima de las circunstancias, mostrando una
grandísima inteligencia, a veces falta de humanidad y sobre todo mucha, mucha
retórica. Todas las características que hemos mencionado se deducen a través de
su discurso. Perfectamente estructurado y enclavado en la retórica clásica el
autor estadounidense le da una vuelta de tuerca más. Tuf no sabe emplear el
lenguaje figurado sin explicarlo. Bien, Martin ha conseguido un discurso
convincente, contundente y persuasivo «pasándose por el forro» la base de
dichos discursos.
No obstante, no es todo valores y
practicidad, también hay humanidad, aunque no en el protagonista sino en el
personaje femenino de Tolly Mune, «Mamá», la Araña de S’uthlam. De piel azul
debido a la medicación que evita que muera por las radiaciones solares y
bastante tocada por pasar la vida sin gravedad, Tolly, la maestre del puerto,
encarna todas aquellas cosas que como seres humanos consideramos intocables: la
vida, nuestra gente, nuestro mundo. Así frente a Tuf, que no vive más que en el
Arca sin más compañía que sus gatos,
Mamá es el personaje con el que el lector medio puede identificarse, humano sí,
pero cuidado, no por ello irracional. Es muy difícil no querer a Tolly, es muy
difícil no entenderla.
Así el binomio, que en cierto
momento promociona la propia Mune, queda establecido desde el minuto uno. Tuf
la lógica, la razón, la coherencia, esa persona que nos dice aquello que
sabemos pero no queremos que nos digan. Mune aquella que porta en sí la verdad
que no puede ser declarada porque duele, la que finalmente la acepta y, en
cierto modo, se sacrifica a sí misma por el bien mayor.
Herramienta literaria o el amor por los gatos
Sin querer menospreciar al resto
de personajes, pero con la idea de ser breve y decir lo esencial, debo pasar de
ellos y centrarme en un recurso maravilloso: los gatos.
En el principio de la obra la
aparición de estas «alimañas», término usado por el resto de personajes, parece
algo circunstancial, un fetiche del protagonista sin más relevancia. Sin
embargo, estos animales serán clave para la percepción del lector sobre los
juicios que el protagonista emite sobre la humanidad. Los nombres de los gatos
serán, como si un chiste de Tuf se tratara, los vicios que se ejecutan en los
planetas que él visita. Así de la batalla por el Arca surgirá Caos, la camada que nace durante su viaje al mundo del
agua (viaje tres) serán Estupidez, Desconfianza, Envidia, etc., ya que no se
ven capaces de aceptar la ayuda de Tuf sin desconfianza. No es que el lector no
pueda percibir estas ideas de las acciones que se suceden, sino que estos
vicios se hacen más reales si son corpóreos.
Por otro lado, no serán sólo
elemento de representación, por el que podemos optar o no, sino que, además, el
gato terminará siendo herramienta imprescindible para Tuf. Dax, un gato
modificado genéticamente para tener telepatía, ayudará a Tuf a enfrentarse a los
diferentes problemas planetarios. En este sentido Tuf muestra una vez más su
inteligencia, incapaz de detener su vicio por la curiosidad y sabiéndose
incapaz de interpretar al ser humano, como refleja su discurso, crea un
ayudante acorde a él, un gato.
Finalmente, esta figura será
también, aunque parezca mentira, lo que aproxime a la humanidad a muchos
personajes que, de hecho, consideramos humanos. Para muchos de ellos, entrar en
contacto con este tipo de animal les hace preocuparse de algo más que los problemas,
de ver que la vida es otra cosa, tanto es así, que al igual que al gato, hay
que respetarla, si no, saca las uñas.
Ya lo sabíamos… ¿Espera?
Es verdad, que después de todo lo
dicho al principio puede parecer que la novela no ha sido de mi agrado, pero no
es así. En efecto, las dos partes diferenciadas de la obra dan cada una de ellas,
en su máximo exponente, los puntos positivos de la escritura de Martin, el uso
de la intriga y la rotundidad de los personajes, pero ambos puntos no están
ligados más que por la figura de Tuf. Cierto es que, en cierta medida, el autor
estadounidense esto lo consigue en Juego
de tronos y siguientes.
No obstante, una novela no es
todo técnica y el final lo demuestra. En ella se desarrollan las ideas éticas,
políticas y filosóficas, y (sin hacer spoiler)
nos es hasta el último párrafo, con las lágrimas de uno de los personajes,
cuando conocemos la respuesta que nos ofrece Martin. Magistralmente dicha
respuesta aparece ya en el segundo viaje en boca de Tolly Mune, sin embargo, es
tal la dejadez frente a estas cuestiones la que muestra Martin, que se
convierten en algo totalmente secundario y el lector queda capturado por la
pirotecnia de la ingeniería ecológica. Nos deja a nosotros la misión de ser los
serios, los Tuf del asunto y lo hace muy bien.
Concluyendo ya, Los viajes de Tuf nos hace pasar un buen
rato, nos descubre mundos, nos plantea cuestiones que no nos hacemos a lo largo
del día. Los fallos estructurales que he señalado pueden ocasionar una
estructura incómoda, un proceso más lento y este tipo de cosas es lo que suele
hacer que un lector abandone la novela. Sin embargo cuando terminé la novela
pensé «qué rufián» y quise abrazar a ese personaje que lloraba porque Tuf le
había dejado sin más que la puñetera salida lógica al problema.
Aquí os dejo el link para conseguirla 👉 Los viajes de Tuf
Hola!
ResponderEliminarLeer tu reseña me ha traído buenos recuerdos de cuando leí este libro!! :)
Estoy de acuerdo contigo en que se nota demasiado que son diferentes relatos unidos para formar el libro, pero no fue algo que me molestara demasiado al leerlo, solo lo vi raro, sin cohesión.
Tuf es un personaje genial,para mi fue lo que hizo que siguiera leyendo la novela.
Hola,
EliminarA mí más que molestarme rollo enfadarme es que me desesperaba un poco. Cuando hacía la transición era como «sí vale, el pasillo, sí vale que esta oscuro y da miedo, sí vale» y si el libro me estaba gustando porque era Martin sin alargarse mucho, eso me daba pereza. A mí más que Tuf, que también, quien me enganchó muchísimo fue el personaje de Molly Mune. No sé, me parecía que pareciendo tan poco humano físicamente era el que más encajaba con mi manera de ver las cosas. Gracias por tu comentario
Un abrazo!! ^,^!!
Hola
ResponderEliminarComo siempre una reseña maravillosa, este libro me llamaba ya la atención antes de leer tu reseña, pero ahora, si cabe, aun tengo más ganas de leerlo. Seguramente lo compre pronto y me ponga manos a la obra.
Gracias por la reseña.
Besos
¡Hola!
EliminarLa verdad es que lo recomiendo muchísimo, ya se lo he regalado a dos amigo y a mi hermano porque, de verdad, me encanta. Tiene todo lo bueno de Martin, que se lo reconozco él sabe hacer unos personajes estupendos, pero despues te hace una trama larga tediosa y pensada y al final la historia y el personaje se quedan ahí flotando. En este libro no pasa eso, porque es un libro único y ya está y porque cuando se eterniza se corta pronto. Además, las cuestiones que plantea son muy muy interesantes. Cuando te lo leas cuéntame =) Gracias por tu comentario
Un abrazo!!! ^,^!!!
Hola me encanta la reseña yo solo hsbia leido de este autor su saga de Juego de tronos pero este libro suena super bien en cuanto mencionaste que al protagonista le gusta los gatos me dije que tengo que leerlo. Saludos
ResponderEliminarHola, Cecy
EliminarJajaja, no es que le gusten, ¡es que casi les rinde culto! Como se merecen por otra parte. Los personajes están mu bien y volviendo a los gatos, estos son clave para entender toda la novela, así que te la hiperrecomiendo. Gracias por tu comentario.
Un abrazo!! ^,^!!
Que reseña tan iustrativa e interesante te has labrado, solo he leído Canción de Hielo y Fuego y una que otra obra de Martin, pero la verdad tengo que ponerle atención a esta historia con todo y gatos... Saludos,
ResponderEliminarHola, José Manuel
EliminarLa gatocracia en la que vive Tuf es merecedora de leer, pero además las cuestiones que plantea Martin sobre el límite de lo moral y lo humano es estupendo. Te lo recomiendo, a mí me parece mejor que Canción de hielo y fuego, no por nada, sino porque está terminado jajaja.
Un abrazo!! ^,^!!
¡Hola Lau!
ResponderEliminarSin duda amé esta e traza, y me quede con muchas ganas de leer este libro😍. Martín es de mis escritores favoritos así que sin duda leeré esta obra.
¡Besos!
¡Hola, Lyn!
EliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña. La verdad es que es un libro que me encanta y me levanta de la silla cada vez que lo leo. si te animas cuéntame.
Un abrazo!! ^,^!!
Hola, Lau.
ResponderEliminarLa verdad es que no he leído GOT pero este se ve bueno a pesar de todo y la verdad es que este mm ha llamado la atención y espero poder leerlo pronto.
Me gustan mucho tus reseñas
Hola, Juan!!
EliminarLa verdad es que yo de GOT solo he podido leer el primero, el resto me desespera porque es muy lento y lanza demasiados hilos que no llegan a ninguna parte. Creo que por eso me gusta este, la verdad es que es un libro completo que tiene lo mejor del autor sin los problemas que le surge, a mi juicio, cuando escribe sagas extensas. Me alegro de que te haya gustado la reseña.
Un abrazo!! ^,^!!