No hacen falta fantasmas, solo humanos. Sobre Fobia José Rodríguez-Trillo

El miedo se nos puede presentar en la realidad de múltiples formas: podemos tener miedo a perder a alguien, a no progresar lo que queremos, incluso podemos tener miedo a no ganar la lotería, a algún animal... El miedo se nos presenta de mil formas en nuestro día a día. Cuando extrapolamos ese sentimiento y este nos invade, lo fantástico se nos manifiesta, un ruido raro, una sombra que no esperábamos, algo que se mueve por una corriente de aire...

En los relatos que hoy nos traen aquí, a los personajes les pasa un poco esto. También es verdad que sus miedos son más fantásticos, pero creo que muy escondido en el fondo, alguna vez, hemos tenido alguno de los miedos que aquí vemos. ¿Quién no tiene miedo a las agujas? ¿Quién no tiene miedo a los vampiros?... ¿Quién no tiene miedo a estar ya muerto?

Todo esto y mucho más lo encontramos en Fobia, una antología de relatos de terror de José Rodríguez-Trillo, al que agradezco no solo que me facilitara el libro, sino además su generosidad. Ayer, como celebración por el Día del Libro regalamos un ejemplar electrónico a nuestro seguidores. Espero que os guste. Por ello, la reseña de hoy. Fobia.

¿Alguna vez te has preguntado, de toda la gente que conoces, quién encierra un demonio en su interior? DEBERÍAS. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Abre con mucho cuidado las páginas de este libro. Una vez que conozcas su interior, tus ojos no volverán a ver el mundo de la misma manera y nunca, JAMÁS, podrás volver a quedarte solo en casa...estás avisado.

Otra vuelta de tuerca

Como hemos mencionado de pasada, el libro que presentamos hoy es una antología de relatos, en concreto de nueve relatos, que exploran no solo las diferentes formas de miedo o de dar miedo, sino también los momentos en los que frágiles en nuestra cordura somos más vulnerables a «las cosas raras» que nos rodean.

En ellos encontraremos un planteamiento muy realista, en muchos casos, como en El pacto, dolorosamente realistas, y a partir de él, el o la protagonista comenzará no a desquiciarse, sino a sincerarse consigo mismo. Por poner un ejemplo, ¿nunca habéis tenido el impulso de empujar a alguien por las escaleras, solo por ver qué pasa? Obviamente (o eso espero) nunca lo llegamos a hacer, ahí están el raciocinio y la moral para no hacerlo, pero ¿y si tuvierais motivos de peso? Como la vida de vuestro hijo, por ejemplo.

Estas son las dimensiones que los relatos nos plantean, el miedo es lo real, lo que nos espera al salir por la puerta de casa. El miedo son los temas que hoy, más que nunca, están a pie de calle: la eutanasia, el cáncer, nuestra personalidad. Lógicamente, como os imaginaréis, esto no funcionaría sin un poquito del ingrediente fantástico, aunque con lo que se ve en las noticias, a saber si realmente es tan fantástico. 

Tres casos escalofriantes 

Tranquilos que nos os voy a hacer spoiler, pero es verdad que quería hablar un poco de las tres historias que me han dejado petrificada en la cama. Los personajes de todos los relatos son hombres y mujeres que tienen una vida más o menos normal, tenemos un hombre rico, una escritora, una madre, un adicto a la lectura, etc. Lo que les va a unir, y que es lo que en cierta medida da cohesión al libro, es que en un determinado momento, tendrán que tomar una decisión que inevitablemente va a cambiar sus vidas de alguna manera. Y es en ese momento donde el elemento fantástico entra en acción.

El despertar  

Entre todos, destaco este en primer lugar porque es el primer relato y creo que nos pone a tono para leer el resto del libro. En él un hombre vive completamente absorbido por el odio de su mujer. Lo tiene todo, dinero, lujos, fama (aunque no la quiere), pero para ella no es suficiente. Él no se hace notar tanto como a ella le gustaría, sin embargo, para la prensa son la pareja perfecta. Un día, al volver del trabajo la encuentra herida e inconsciente en casa, al llevarla al hospital y tras un mes en coma le dan la peor noticia. Va a quedar en estado vegetativo, tiene la opción de practicarle la eutanasia. ¿Qué haríais?

La cuestión de este relato para mí fue muy agobiante. No quiero plantearos más de la cuenta, porque lo leeréis, pero la cuestión aquí va más allá de si le practica la eutanasia o no. La cuestión es planteárselo después de todo lo que ella le ha hecho sufrir y padecer, de absorberle prácticamente la vida. Suena cruel, pero cuando leáis el relato lo entenderéis. Después, si queréis, podemos hacer un grupo de terapia para superar el relato.

El mensaje (Sagitario) 

 Este es, quizá, de los que más realista me ha parecido. ¿Quién no tiene una pasión oculta? Quiero decir, hay cosas que no podemos confesar a los demás, o bien porque que pueden parecer asquerosillas, la gente que le gusta morderse las uñas de los pies; bien porque no están bien vistas, ir a los sitios porque dan cosas gratis; o bien porque pueden parecer raras en el sentido del weird inglés, como por ejemplo me sucede a mí (*alerta confesión*) que no puedo evitar mirar a las mujeres cuando se maquillan en el tren. Vamos, que sería un poco stalker.

Esto es justo lo que le pasa a nuestro protagonista y en sí no es malo, bajo mi punto de vista, denota una gran curiosidad y observancia del mundo que te rodea. Además, para el trabajo de nuestro protagonista, redactor del horóscopo en un periódico, es más que necesario. Ahora bien, si un día te mandan una nota anónima diciéndote que saben que lo que haces, a lo mejor eso que puede parecer inofensivo se convierte en algo peligroso. Y como siempre, y para no haceros spoiler, la clave no está aquí, sino en cómo reaccionaríamos ante la cuestión, realmente, ¿el temor es a ser descubierto?

0 negativo

Este está aquí porque tengo la misma fobia que la protagonista. En este relato, nuestra protagonista, que es escritora de terror, sufre depresión porque su marido ha muerto. Aunque intenta encauzar su vida no consigue escribir, ella siente que está decepcionando a su marido y no consigue seguir adelante. Un día en el que la terapia no le ha servido de nada, se planta en mitad de la calle bajo la lluvia. Y hasta aquí puedo leer.

El relato es una proyección que podemos tomar por real o por imaginaria de la protagonista. En mi caso la tomo por completamente real, ya que para mí lo que le sucede es concebible. Y ese es el juego, dejar una semilla en nuestra mente para que cuando salgamos de casa nos planteemos si podría pasar o no.

Un acoso de ida y vuelta

Como veis la reseña está llena de interrogantes porque precisamente esto es lo que creo que maneja mejor nuestro autor. Los relatos nos llenan de dudas de cuestiones a resolver, tanto en el relato como con nosotros mismos. Juega con el «Te imaginas que...» y a partir de él nos va envolviendo hasta que quedamos atrapados. Un ronquido, una sombra pueden ser nuestro peores enemigos, pero es que el amor, la pasión, también pueden serlo.

Si os atrevéis a pasar un poco de miedo, y a descubrir el pequeño sádico que llevamos dentro, os animo a leer esta antología. En ella encontraréis de todo y os encontraréis a vosotros sonriendo macabramente desde una esquina del relato. Como si estuvierais en una urna. 

Aquí os dejo el link para conseguirla 👉: Fobia de José Rodríguez-Trillo

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