[Reseña] Lo que el color esconde. Sobre ‘Ecos de Marte’ de Richard H. Martin

El conocimiento que tenemos de nuestra propia historia es en muchas ocasiones difuso y sesgado. La culpa no la tenemos del todo nosotros, ya que nos han enseñado que debemos tener un espíritu crítico, pero no cuándo usarlo. Además, lo cierto es que por muy críticos que seamos con lo que sabemos, hasta cierto punto conocemos lo que quieren que sepamos y cuanto más se aleja de nuestra esfera cotidiana y de conocimiento, más difícil es descubrir la verdad de lo que ha sucedido.

En esta clave se desarrolla la novela que me trae aquí hoy, Ecos de Marte, una novela de ciencia ficción donde nos introduciremos en la investigación de una revuelta civil en Marte. Sin embargo, antes de empezar con la reseña, quiero agradecer a su autor, Richard H. Martin, el envío de su ejemplar tanto para la reseña como para el sorteo que efectuamos por el aniversario del blog. No conocía su novela y la verdad es que he queda encantada con ella.

2212. Marte, antaño un erial de polvo rojo, se ha convertido en una floreciente colonia independiente, donde la humanidad ha encontrado un nuevo esplendor. En la Tierra ya nada es lo que era: sequías, hambrunas, guerras, caos. Pero algo extraño está ocurriendo en el planeta rojo que amenaza con destruir  su prosperidad.

A Ray, expiloto militar, lo sacan de su retiro para encomendarle la labor de desvelar lo que está ocurriendo. ¿Qué puede salir mal cuando odias el color rojo, la Agencia te envía en misión secreta a Marte y una pelirroja se cruza en tu camino?

Un repaso a las crónicas marcianas

Estamos en el año 2212 y la Tierra ha colonizado la Luna y Marte. El señor Bradbury acude al planeta rojo para ponerse al frente de la investigación de un ataque terrorista perpetrado por un descendiente de Martin Skyrunner, el primer colono de Marte. Sin embargo, para poder llegar al planeta tendrá que viajar durante un año con su escolta, Ylena, una mujer que le dirá las cosas muy claras desde el principio.

Como un gran homenaje a la literatura de ciencia ficción, Richard H Martin nos trae una novela que contiene un poco de todo: política salpicada de algo de comedia, intrigas con mucha ironía y un poco de sonrisa de medio lado.  De este modo, nos encontramos ante una novela con un carácter propio y una historia que engancha desde sus primeras páginas.

Una de las primeras cosas que destacaría de la novela es que frente a los ‘peros’ que tiene el género de la space opera, nuestro autor ha aprovechado la oportunidad para llenar de contenido el viaje por el hiperspacio. De este modo, la historia del señor Bradbury de divide en dos períodos consecutivos: el viaje y los acontecimientos de Marte.

Durante el viaje hasta Marte encontraremos el despliegue de la realidad histórica y política del planeta rojo. Colonia de la Tierra, se consiguió su habitabilidad de una manera muy particular, a través de un reality de televisión, algo así como un Último superviviente, de cual fue ganador Martin Skyrunner. Sin embargo, Marte desde entonces ha estado reivindicando su independencia, planeta adscrito por el resto de núcleos humanos como anarquista y comunista. Los ataques de los disidentes será lo que lleve a nuestro protagonista, que ya estaba retirado del servicio, a Marte. Ray Brabury tendrá que detener la posible guerra civil marciana. En la segunda parte de esta historia, una vez que el protagonista aterriza en la colonia marciana, encontramos la investigación de los acontecimientos.

Particularidades en el flujo

Otra de las cosas que más me ha gustado de la novela, ha sido que para hablarnos de la historia de Marte, nuestro autor no ha hecho un inciso largo o pesado sobre la historia del planeta rojo, sino que su exposición se ha realizado a través de medios como conversaciones rápidas, como si fuéramos nosotros los que preguntáramos a los personajes, y mediante informes virtuales. Con estos últimos, a través de un presente histórico y sin narrador interpuesto, ha explicado la historia del pasado como si sucediera en el presente, lo que le ha posibilitado otorgar dinamismo a escenas de asaltos y de alta tensión.

Por otra parte, el legado de la CF es innegable. Desde su protagonista Ray Bradbury (autor de Crónicas marcianas) hasta el nombre que se da el primero colono de Marte (Skyrunner es el protagonista del libro de Bradbury), pasando por localizaciones, como hace con Pórtico  de Frederik Pohl, encontramos menciones de personajes, libros y autores del género. Y es a través de toda esta conjunción referencial gracias a la cual el autor confiere, sin recordarnos a nada ya hecho, carácter a la obra de manera magistral.

Finalmente, en cuanto a los personajes podemos encontrar tópicos del género, como la femme fatal que altera la conducta del piloto espacial o el del soldado retirado que tiene que volver al combate, pero con ciertas innovaciones. La novela de Richard H. Martin no es solo una aventura espacial entretenida y divertida, sino también una obra de reivindicaciones. Estas se llevarán a cabo a través de los personajes que serán la representación de diferentes posiciones sociopolíticas: la mujer independiente, activistas políticos, peleas contra el racismo, reclamaciones ecologistas…

Una aventura en Tharks

En definitiva, creo que Ecos de Marte es una novela muy entretenida, que engancha por muchas cosas. Por un lado, como hemos dicho, nos encontramos con una aventura espacial, con todas las intrigas y equívocos que estos conllevan, además,  tenemos una novela política y reivindicativa. Por otro lado, los personajes son típicos sí, pero sus particularidades y sus perspectivas, diferentes a las que poseían cuando comenzó el género, ofrecen una nueva frescura en las novelas de «marcianos». Además, el autor consigue contarnos la historia de manera fluida, rápida y ágil, no hay una demora que no venga a cuento, y sin embargo, no es una novela donde la acción se coma todo, hay tiempo para que los personajes se desarrollen, conversen y nos piquen con las intrigas de esa revuelta civil tan extraña.

¿Recomendado? Sí, es una novela corta que nos hace soñar con el planeta rojo… Que por otra parte siendo así… ¿cómo no iba a ser comunista? ;) Espero que os guste.

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