[Reseña] La pausa necesaria. Sobre ‘Tú también puedes volar’ de Cristina Martín de Francisco

No sé si alguna vez os dado una noticia que paraliza todo y que cumple un poco con esa idea de «que se pare el mundo, que yo me bajo». Lo cierto es que cuando esto sucede la realidad es que el mundo no se paraliza, sino que continúa sin ti. Cuando vuelves, te has perdido cosas que no podrás recuperar, pero (por lo menos sí que cabe esta esperanza) vuelves con otra perspectiva que te permite, al menos durante una temporada, no volver a pensar esa desesperada frase.

Hace meses en el blog sacamos una entrada conjunta de recomendaciones, Irati de El blog de Irati y yo. En ella me recomendaba bastante un libro que tenía una portada preciosa, Tú también puedes volar, y esta semana al fin he podido recoger su recomendación. El libro está escrito por Cristina Martín de Francisco y está publicado por Meiga Ediciones, si no estoy equivocada es mi primera vez con las dos y estoy encantada.

Para sus compañeros de instituto parece que Diana es demasiado diferente. Aunque no sabrían decir si es porque apenas habla con nadie y se pasa los recreos leyendo o porque vive sobre ruedas. A veces ella cree que es simplemente porque no la entienden.

Pero una noche, Noelia y David, la pareja más popular del instituto, sufren un desafortunado accidente de moto y se dan cuenta de lo mucho que pueden llegar a parecerse a ella.

Así, comienza una historia llena de superación y amistad que ofrece ante todo una visión realista (y optimista) de lo que significa tener diversidad funcional.

Porque todos podemos volar, empezando por ti.

¿Quieres saber cómo?

¿El mal necesario?

La verdad es que Diana, a pesar de ser fuerte y haberse creado su propia rutina, está harta de que Noelia la menosprecie. Por el contrario, su novio, David, se muestra amable con la muchacha, pero tampoco va a arreglarle el mundo. Sin embargo, todo cambia la mañana que llega al instituto y ve que otro coche ha aparcado en la plaza reservada, es Noelia.

Noelia es una chica a la que todo le va bien, es popular, tiene un novio fantástico y además es la delegada de clase. La noche de su cumpleaños monta una fiesta a la que acude todo el mundo, excepto quien no puede bailar, y al terminar decide irse con David a dar una vuelta en moto. Después de esa noche, no lo volverá a ver.

¿Os ha pasado alguna vez que comenzáis una historia y al avanzar las primeras páginas sabéis que os vais a perder en ellas? Eso es lo que me ha sucedido a mí con esta novela. La historia de ambas protagonistas se nos presenta bastante trenzada y además de manera muy natural. Como las dos caras de la misma moneda, pero al fin y al cabo de la misma, las emociones y sentimientos de ambas van de la mano para configurarnos una historia con moraleja y con mucho optimismo.

Como os imaginaréis después de ese punto de inflexión en Noelia y David, la novela nos irá relatando cómo es la nueva dimensión en la relación de ambos personajes. En ella encontraremos la verdad de algunos pensamientos que queremos creer que no se tienen, pero que de hecho existen, como que una persona con diversidad funcional no puede hacer lo que quiera, que no puede tener la vida que ellas elijan. Sin embargo, la novela no peca de fantasiosa, sino que nos hace ver las dificultades que existen para estas personas y cómo es su día a día.

Además, nos hablará de los prejuicios, de lo que es querer y de las confusiones que se pueden dar por no atender a los sentimientos de los demás. Nos explica cómo la vida no cambia más allá de tu impedimento, a no ser que lo que había antes no fuera real, que quizá con una nueva perspectiva seamos capaces de entender el mundo de una manera, si no más completa, al menos sí diferente.

En este sentido, a nivel de trama, quizá el pero de esta novela, como hemos dicho con un toque de optimismo bastante palpable, sea que tiene que pasarles ese mal terrible que les cambia la vida para que su actitud cambie. Pero también, si lo pensamos bien, este detalle es el que les acerca a la realidad, porque ¿no es verdad que hasta que no estamos en el lugar del otro, no somos capaces de comprenderlo?

El resplandor de un nuevo amanecer

Y claro está, depende de qué tipo de novelas contemporáneas nos gusten, así aceptaremos mejor o peor el estilo de la esta novela, ya que no se puede negar que es un canto al optimismo. Aquellos que quieran un drama aquí no lo encontrarán y los que detesten que solo sucedan «cosas bonitas» que ni se acerquen. Quitando la problemática inicial, la novela intenta mostrarnos algo que, habiendo estado en una situación parecida, es muy cercano a la realidad: cuando sucede un accidente, algo que te paraliza puedes estar llorando todo el día o puedes intentar seguir adelante, existen las dos opciones y ambas son literarias.

Entonces, esto no es un drama, obviamente tampoco es una comedia, y tampoco es un cuento con moraleja que nos dice que todo es bonito cuando estamos juntos. No, el optimismo que la novela derrocha se sitúa en ese creer que se puede, en ese investigar cómo conseguirlo y en ayudar a aquellos que te rodean. Así que, como os imaginaréis, no encontramos tensión narrativa y pocos giros en el argumento, pero se agradece. A veces, por lo menos a mí, nos viene bien una lectura que nos enganche nos haga reír y llorar, y que nos ofrezca un mensaje claro y de manera directa. Parece que si no es complejo no es bueno, cuando en la sencillez está el gusto.

Ojalá un «Tú también puedes»

Si tuviera que recomendaros la novela por solo una razón, seguramente fuera por la inyección de moral a la que somete al lector. Es cierto que ojalá en nuestro mundo actual hubiera más personas que cambiaran de parecer, y desde luego somos conscientes de que no siempre que se pasa por una experiencia terrible se cambia. Pero, entonces, ¿en qué consiste esta inyección de moral? Pues fundamentalmente en la posibilidad realista de cambiar, ni Noelia se convierte en súper amiga de Diana desde ya, ni Diana deja de desconfiar de Noelia; y en la posibilidad de conseguir lo que quieres hacer, que no consiste en engañarte, sino en encontrar las posibilidades y maneras de hacerlo.

A ello tenéis que unir una narración que engancha, gracias a la pluma de una autora que no ha tirado del dramatismo fácil, sino de la realidad sincera, con un lenguaje directo, claro y muy cercano al lector. La verdad es que ha sido un libro que me ha acompañado poco tiempo, porque su extensión es poca, pero que voy a recordar durante bastante. Espero que si os animáis os guste.

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