[LC] Gatsby contra Gatsby. Sobre ‘El gran Gatsby’ de F. Scott Fitzgerald


Llevo un tiempo con esta reseña rondándome. Por una parte, no me apetecía hacerla porque no sabía como enfocarla, pero, por otra, me apetecía hacerla porque creo que el clásico se lo merece, al menos para que lo entendamos en su justa medida.

Además, debo reconocer que lo he leído gracias a una LC del Club de Lectura de Entre Lecturas y que el tema de leerme en los años veinte una historia de los felices años veinte me hacía gracia, aunque como vemos, después de cien años la cosan o ha cambiado mucho, sino que ha ido a peor. En cualquier caso, El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald es una novela que merece un estudio en retrospectiva, así que quedáis avisados.

Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, es el arquetipo de aquellos míticos años veinte en que pareció que todo era posible, un tiempo de felicidad entre el horror de la Primera Guerra Mundial y la barbarie de la Segunda. 

Junto al resto de los protagonistas, representa a la Generación Perdida, a todos aquellos «jóvenes tristes» que personificaron el mito de la pasión y el desamor, de la literatura que se funde con la vida.
Publicada por primera vez en 1925, El gran Gatsby está considerada como La Gran Novela Americana. Simboliza el triunfo, la perpetua juventud y el deslumbramiento que desembocan en la tragedia, la decadencia y la caída, constantes reflejadas con asombrosa precisión en la propia vida de Fitzgerald.
Una bella distorsión en el espejo

Las bandejas de plata de vacían a una velocidad vertiginosa en las fiestas en casa de Jay Gatsby, pero antes vayamos al otro lado de la bahía. Ahí, frente al lago con un precioso embarcadero, encontramos la mansión de los Buchanan, un feliz matrimonio con una hija pequeña, que también es adinerado, pero quizá sea más respetable, comedido, o simplemente que esconde todo bajo su lujosa alfombra. Si hacemos otro zoom, llegaremos a una casita diminuta en la parcela vecina a la mansión de Gatsby. Allí habita alguien que es como tú y como yo, un trabajador, se contenta con poder vivir con lo que gana en ese nuevo trabajo experimental que se llama vendedor de bonos, él es Nick Carraway y él es el narrador de esta historia.

Uno de los mayores aciertos en la escritura de esta novela por parte de Fitzgerald es el punto de vista desde el que lo enfoca. Cuando algo nos es ajeno, como le pasa a Nick Carraway, no podemos discernir la autenticidad del objeto. Es como si nos enseñan un Rolex en la calle, hoy por hoy yo no sabría distinguir si es verdadero o falso, porque sinceramente no he visto nunca. Esto es lo que le pasa a Nick cuando llega a esa nueva ciudad prometedora que será Nueva York, y en concreto su parte rica en Long Island, y se encuentra con los más notables farsantes del lugar. Y decimos farsantes porque desde el principio él sabrá que lo son.

Sin embargo, Nick se dejará llevar, porque es más fácil creer y disfrutar que juzgar y no conseguir nada. Porque a sus 29 años, siendo veterano de la I Guerra Mundial quizá le toca disfrutar lo que la vida le dé. Nosotros nos deslumbramos con él y por un momento suspendemos la idea de que eso no pueda ser real, de que tantos recursos y despilfarro puede existir en un plano al que nosotros no podemos acceder y al que Nick ha sido increíblemente invitado. Sabemos que la plata distorsiona lo que vemos, pero no podemos dejar de fascinarnos.


A la caza de una sociedad completa

La fiel estampa de Fitzgerald de la sociedad americana de los 20 no se hace esperar y la coordinará en tres ejes que se concretan en los personajes que mencionábamos más arriba.

The Buchanans: No he podido resistirme a hacer la burla y ponerlo en inglés. Con ellos y toda su trama propia encontraremos la moralidad imperante y la falsedad de la misma. Sostenida en el eje del matrimonio y la ética cristiana veremos como en su interioridad no es capaz de sostenerse porque al final todo es fachada y apariencia. Volvemos a la idea de que la imagen distorsiona el interior, pero preferimos dejarnos llevar por esa imagen.

Nick Carraway: el trabajador que un futuro que promete. De hecho, es hasta cierto punto irónico que estando ya en 1925, Nick todavía no haya pegado el gran golpe vendiendo bonos, puesto que sabemos que después serán los nuevos ricos de la nueva era financiera. Pero en este caso, aún sigue siendo aquel agente al que todo deslumbra, sí, pero también el único que se atreve a ver más allá y ofrece la crítica mordaz a su prima, Daisy Buchanan, y la absolución al mentiroso descarado, Jay Gatsby. Y al que todo ese juego le lleva a sumirse en una depresión por la falsedad del mundo. Junto con él podríamos tener a la amiga de Daisy, Jordan Baker, una golfista y mentirosa profesional que representa el cinismo de aquellas mujeres que quisieron ser libres en todo ese jaleo sin sucumbir a las frivolidades del lugar.

Finalmente, y cómo no, Jay Gatsby, la personificación del sueño americano. Y sobre esta crítica sutil y muy muy completa que hace Fitzgerald os diré muy poco, porque una de las propuestas de la novela es que descubramos quién es Gatsby en realidad y, por tanto, cómo se consigue en realidad ese triunfo del que tanto alardea esa nación tan jovencita.

Notas literarias: Gatsby vs. Gatsby

Después de toda esta pirotécnica de letras, volvemos a la realidad. Esta es que la novela ha envejecido un poco mal. Si la leemos en contexto la lectura de Fitzgerald es una crítica mordaz a sus contemporáneos, pero ahora ya casi 100 años después de su publicación (y a mí personalmente me parece que fue ayer), la novela ha perdido su fuerza narrativa.

La composición completamente descriptiva, con frases a medias que ha de completar el lector porque «ese es su rollo» son impedimentos para que los lectores menos interesados en el trasfondo tropiecen con sus primeras páginas. Los juegos de poder, de ironías y sarcasmos quedan muy superados por nuestro cinismo posmoderno y nuestra hipocresía contemporánea. ¿Significa que tanto hemos cambiado? Para nada, la película de 2013 nos sedujo y nos llevó al cine por la pirotecnia de un Hollywood bien avenido y una fantasía de ricachones que aún hoy supone una imposibilidad conceptual para la gran parte de la población. Sin embargo, tampoco terminó de seducir, porque ahora tenemos más orgullo, porque estamos más instruidos, porque nos hemos tragado el sueño americano, y no nos gusta vernos reflejados tan fielmente en nuestro fracaso.

Entonces, ¿libro en el olvido?

Si tuviera que recomendar el libro como experiencia literaria, no lo haría. No entretiene ni divierte y el mensaje que nos da lo tenemos de sobra sabido todos. Sin embargo, creo que no es un libro que debamos descartar, que se deba abandonar al olvido como tantos otros.

El gran Gatsby es una perfecta muestra de la sociedad de una época, justo la inmediatamente anterior a nosotros. No sirve para saber de dónde venimos y a dónde no debemos aspirar a ir, aunque nuestro sistema social (y, ejem, económico) nos lleve a él. En este sentido, entiendo que no veréis esta reseña como una reseña literaria, sino como un pequeño estudio de una novela, pero, como ya os he dicho, es que a nivel de novela no os va a dar lo que le pedís. Ahora bien, como aprendizaje, como manera de plantearnos cómo se vincula realmente una sociedad es perfecto. Bueno, además, tiene una pequeña historia de amor por ahí, o dos, o tres, pero como sabemos no interesan entre el lujo y la fiesta, ¿verdad?

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Comentarios

  1. Buenaas!
    Hace años que lo tengo esperando en mi estantería pero no me animo a leerlo por ahora…
    Gracias por la reseña <3

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  2. Es un clásico que tengo pendiente desde hace siglos, veo que merece muchísimo la pena así que espero darle una oportunidad pronto.
    Besos

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  3. A mí no me parece que haya envejecido mal. Con las distancias correspondientes puede ser una crítica perfecta al mundo de hoy. Están los que siempre salen ganando aunque tengan que dejar muertos (en este caso literalmente) en el camino y los que por mucho que medren nunca conseguirán sus sueños porque siempre serán tomados como advenedizos. Me parece muy buena novela.
    Como película creo, y es una opinión personal, que es infinitamente mejor la versión de 1974 con Robert Redford, Mia Farrow en los papeles de Gatsby y Daisy, y Jack Clayton en la dirección.
    Un abrazo.

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  4. Sé que es un clásico y aunque los años 20 es una época que me atrae no me sucede igual con esta historia. De hecho, he sido incapaz de ver la película, con lo cual, me temo que dejaré pasar, al menos por ahora, esta lectura. En cualquier caso gracias por la recomendación, por supuesto. Me parece que has conseguido una reseña sumamente completa.

    Un abrazo.

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  5. Excelente reseña de una novela que no he leído; vi la película de Robert Redford y fue entretenida. Tal vez por mi edad, nací al finalizar 1940 en un ambiente medio bajo, me mantuvo alejado de esos deslumbrantes lujos. La nota en esos tiempos era lo ocurrido en el Pacífico, en particular para un niño que empezó a conocer las primeras letras en internados de tipo militar. Agradezco la reseña y creo que no leeré la novella. Saludos.

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  6. Recuerdo ver la película y leer el libro en inglés y no me dejó mucha huella y, de hecho, creo que no podría decirte ni una sola escena. Creo que tienes muchísima razón en tu afirmación de que la novela ha envejecido mal y es que, los problemas de entonces no son los de ahora y ya no interesan tanto al lector. ¡Muchas gracias por tu reseña!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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  7. Hola. Leída hace años ya y recuerdo algo pero no todo. Gracias por recordarla y estoy contigo en que no es un libro para recomendar ya que aportar creo recordar que me aporto poco.

    Besos.

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  8. Hola
    Yo lo he leído hace tiempo, también he visto la película. Casi me acuerdo mas de la película que del libro, creo que lo tengo por casa, posiblemente le de otra vuelta. Besos y gracias por la reseña.

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  9. Hola!
    La verdad es que no es de estos libros que esté deseando leer y, tras tu reseña, creo que sí lo leyera no me iba a gustar así que lo dejo pasar y tan agusto.
    Besos!

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  10. Hola guapa
    TEngo que confesar que este libro lo tenía completamente descartado y es que vi la película y no me gustó nada, la ambientación muy guay pero la trama en sí no me gustó
    Pero es cierto eso que comentas de que es necesario saber de donde venimos para saber a donde no queremos volver
    Un besazo

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  11. A mí me encantan los clásicos y normalmente no juzgo las novelas con la mirada actual, como mucho, si encuentro algo parecido en lo que ocurre hoy en día, me sorprendo (o no). Pero siempre pienso en el contexto, y al final lo que valoro es cómo está escrita o si la historia que cuenta me interesa. Esta no la he leído, pero sí "Suave es la noche", hace muchos años, y creo que la leí siendo todavía demasiado inmadura y esperando otra cosa de los libros, pero sí que creo que merece la pena leer a Fitzgerald, así que algún día me leeré este libro.

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