[Reseña] El límite del sesgo. Sobre ‘Cero dominante’ de Almudena Navarro e Inma Bretones

La rivalidad y la diferenciación han estado en la historia de la humanidad como algo casi intrínseco a nuestro ADN. Lógicamente, entender esto así es erróneo, ya que lo que nos lleva al conflicto son los recursos y no nuestra naturaleza. No obstante, por todos es bien sabido que en la antigüedad (y siendo sinceros casi en nuestro propio siglo) se ha justificado esta lucha a través de mecanismos de índole «natural» como pueden ser la raza, el color de la piel o el sexo. Parece que aventurados en el siglo XXI hemos aprendido algo, aunque las noticias de los últimos meses…

En este contexto, de cuarentena, problemas de inmunidad y mil problemáticas más, nace la novela que reseñamos esta noche Cero dominante de Almudena Navarro e Inma Bretones, en la que el sesgo se establecerá no solo en el tipo de sangre, sino en uno con particular controversia, el 0. Sobre esta novela ya realizamos un QEL donde leíamos el comienzo, así que espero que os guste.

Año 2811. Dos únicas ciudades subsisten en el planeta. La gran Ciudad Europa, gobernada por la élite de los 0+, heredera de la civilización actual y la irreverente Ciudad 8, escondida en la cuenca del extinto mar Mediterráneo.

En un mundo devastado por las enfermedades y las guerras, el modo de vida de los humanos se condiciona por su simple pertenencia a un grupo: su grupo sanguíneo. ¿Qué comerás? ¿Cómo vivirás? ¿Cómo será tu salud? ¿Cuándo morirás? Todo dependerá de tu tipo de sangre.

Lovely, una joven de Ciudad 8, siempre ha deseado pertenecer al grupo gobernante de la ciudad: los 0-. Sin embargo, es el blanco de las burlas de sus compañeros y vecinos, por ser la única joven de su edad que no conoce su grupo sanguíneo. Sus padres, pacifistas en contra de la segregación por grupos, no han querido saber su tipo sanguíneo.

Junto a su amiga Forever, emprenderá una lucha por encontrar su lugar y averiguar a qué grupo pertenece. En su camino deberá ayudar a un joven científico, Gabriel, que despertará su curiosidad, y así evitar el abuso de la hegemonía mundial de Ciudad Europa.

Dos ciudades rivales: Ciudad Europa y Ciudad 8, y dos grupos enfrentados: los 0+ y los 0- por ser el grupo dominante del planeta. ¿Quién ganará la lucha?

¿Y tú de qué grupo eres?

Identificación e identidad

El conflicto entre Ciudad Europa, donde dominan los 0+, y Ciudad 8, donde dominan los 0-, dura ya demasiados años, por eso el máximo exponente de esta última, Riverlong, intenta firmar un tratado de paz que reconcilia a la humanidad. Sin embargo, su última visita va a suponer un punto de inflexión para ambas ciudades. Lovely es una muchacha de dieciséis años que, a diferencia de todo el resto de la población, no conoce su grupo sanguíneo. Este es de vital importancia en su sociedad, ya que la define en persona y carácter, por ello se siente perdida, como que no encaja en ningún lugar. Así que hará lo posible por averiguarlo…

Así comienza esta novela juvenil que nos da todos los componentes que necesitamos para disfrutarla como tal. A su trama claramente política, con el tema de la segregación, uniremos el crecimiento de una joven que tiene que encontrar su lugar en el mundo.

Sin embargo, como punto positivo y a diferencia de otras obras del género, ninguna de las tramas se come a la otra y se complementan con total acomodo. La política será un punto importante, ya que no solo explicará el mundo en el que se desarrolla la acción, sino que será el lugar de desarrollo de los temas fundamentales de la novela: la segregación de índole naturalista y la capacidad gubernamental sobre los ciudadanos. Lo curioso de la novela, y cosa que me ha encantado, es que no sucede solo en una de las facciones, por lo que el lector se podrá plantear los fallos y condenas del ego de los que ambas ciudades se adolecen.

En un aspecto más individualista, nos encontraremos con personajes que cargan con una gran responsabilidad, sea cual sea su función en la sociedad. Gracias a ello, la evolución en la identidad y carácter de principales y secundarios podrá observarse por parte del lector y podrá disfrutarse. La identidad, por tanto, de cada uno de ellos tendrá peso en la novela y permitirá un proceso de identificación mayor, del tipo ¿qué haría yo en su situación. 

La distopía como campo de prácticas

Creo que lo he dicho más de una vez en el blog y si no lo digo ahora: creo que la ciencia ficción permite al autor y al lector potenciar un «y si» que nos ronda en ese momento. En este caso, creo que podemos entender todos que esa pregunta es qué pasa si hay más pandemias, la humanidad se carga el planeta y, en definitiva, ¿qué pasa si no podemos con todo esto?

En este sentido, creo que las autoras han elegido muy bien el campo de tiro, la ciencia ficción, y el público al que se dirigen, el juvenil, sabiéndose adaptar a las dos coordenadas. 

Como distopía encontraremos un mundo muy bien ordenado a nivel de ambientación, política y sociedad, además, con una diferenciación clara entre ambos bandos. Por la parte juvenil, encontraremos una trama, como el propio nombre indica, juvenil que reunirá en ella todos los elementos del género: descubrimiento del yo, amor adolescente, superación ante el grupo, etc.

Además, ambos temas se tratarán con un estilo ágil y fluido, pero que no dejará que el público lo domine, dando el carácter cientifista propio de la ciencia ficción a las explicaciones. Además, los personajes no pecarán de jóvenes sino que en todo momento estarán a la altura de las circunstancias.

No obstante, sí que quería hacer un breve apunte para futuras ediciones, ya que habría que subsanar algún error ortotipográfico y sobre todo habría que no pecar en que los jóvenes no se quedan con los datos (si es que esta ha sido la intención de las autoras). Lo digo porque sobre todo al principio la narración se hace un pelín lenta por la cantidad de veces que se repiten ciertos datos o ideas para que entendamos el mundo. Creo que a la primera está lo suficientemente bien narrado como para que lo que entendamos.

Proyecciones a futuro

La novela me ha gustado mucho. La he leído en escasos dos días y ha sido porque engancha mucho, ya que el mundo está muy bien configurado y los personajes nos ganan desde el minuto uno. Es verdad que la ciencia ficción es uno de mis géneros favoritos, pero también es verdad que si no está bien escrita, ya pueden ponerme lo que quieran. En este caso, más allá de los errores a depurar, es un placer leer la novela.

El género siempre proyecta a futuro, claro, pero la verdad es que la novela también. Realmente, no sé si las autoras lo tienen pensado, pero desde luego, yo quiero saber qué pasa con alguno de los personajes que al final quedan en el aire. Si no lo tienen pensado, les animo a hacer la segunda parte, a mí me tienen ahí. Espero que os animéis con ella y la disfrutéis.

El libro en el Bolsillo

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