[Reseña] Lo que el viento devuelve. Sobre ‘El día que fuimos dioses’ de Francisco Rodríguez Tejedor

Recordar, vivir y proyectar hacia el futuro son cosas que no podemos dejar de hacer. El problema es la reflexión sobre esto que no podemos evitar. Recordar lo bueno perdido o los fallos cometidos, enfrentarse a un presente complejo y proyectar lo que se desea y que hay que trabajar…, todo ello nos tortura tanto como nos conforma como personas.

Sobre personas que viven y reviven lo vivido versa la obra que hoy reseñamos aquí. La novela se llama El día que fuimos dioses y su autor, Francisco Rodríguez Tejedor, nos conducirá por la vida de sus protagonistas en una profunda reflexión sobre la condición del ser humano.

Los sueños y amores de juventud de un grupo de universitarios a los que la vida ha dispersado por medio mundo, y su difícil materialización en la vida adulta, son la base de una historia dramática y romántica a un tiempo, siempre conmovedora, llena de pasiones universales: el amor, el sexo y las ansias de realización personal, que conviven con la fuerza de la amistad, del futuro y de los momentos felices de aquellos días.


Un viaje a Asia

Fernando viaja por negocios a Singapur y allí conoce a Indira, una muchacha india a la que la vida le ha llevado por los caminos de la tortura y la compasión.

A diferencia de otras reseñas, en esta novela solo podemos empezar con una frase para resumir su inicio. Solo una oración donde se condensa la inmensidad de circunstancias que se darán a lo largo de las cuatro partes de las que se compone la novela.

En ellas, encontraremos las vivencias de unos personajes que se relacionan por su vida universitaria en común, pero a los que la vida años después les ha llevado por distintos caminos. Unos ricos, otros pobres, cada uno con su condena, nos cuentan cómo resulta la vida con su bagaje particular.

Sin embargo, algo, un aroma, nos alcanza a lo largo de toda la novela y es esa idea de Asia. Este continente se convertirá para algunos de ellos en el lugar de evasión que, como en sus apuntes de literaetura, sirvió a miles de generaciones literarias para escapar del presente que les agobia, que les hace  sacar lo peor de sí mismos, ¿o quizá lo que son realmente?

Por eso, esta frase inicial condensa en sí toda la primera parte de la novela, ya que Fernando, por negocios, sí, pero también por una búsqueda de ese algo que se perdió, acude a Asia, en concreto a Singapur, para volver a ser él mismo a través del sexo (en su caso). Y allí encuentra a Indira que será una de las narradoras de esta historia de múltiples vidas.

Este algo que se perdió será, junto a la idea de evasión, el segundo hilo conductor de la novela, porque si bien es verdad que encontramos a personajes que lo tienen todo, durante la narración perderán algo que será crucial para cada uno de ellos… y en cierta medida para nosotros.

El camino de las hormigas

En nuestra segunda parte volveremos a España y conoceremos al resto de miembros de ese grupo universitario. Cada uno de ellos nos enseñará el descreimiento de ciertos estatus sociales a través de su cotidianidad. «Sueña el rico en su riqueza, […] sueña el pobre que padece» como diría Calderón en La vida es sueño, y es que cierta medida veremos justo esto, el conflicto de las vidas soñadas, hasta cierto punto imaginadas, con una realidad que golpea a cada uno de ellos en algún punto de la narración, presente o pasado, que deja al personaje desnudo ante el lector.  

Es en esa desnudez donde brillará la prosa de nuestro autor, que permitirá con su pluma fluida y directa, que no tiene reparos pudorosos, que el lector se desnude junto al personaje. Porque consigue justo eso, que pensemos en ‘cuando fuimos dioses’, una juventud que inexorablemente está perdida, pero que es una parte de la que no podemos renegar, de la que no debemos.

Más allá de las adelfas

Las dos últimas partes de la novela se centrarán en la vida de uno de los personajes que unirá de alguna manera al resto. Sin ahondar en lo que a trama se refiere, en estas partes llegaremos al tercer pilar de la novela. Al sentimiento de evasión y ese algo perdido, se unirá la necesidad de transcendencia.

Siendo este un tema que podemos encontrar a lo largo de la literatura, considero que en esta desataca por su particular perspectiva. La transcendencia no es permanecer curiosamente, sino recuperar aunque sea por un mísero instante esa sensación de que el mundo es nuestro. De este modo, los personajes de la novela pugnan entre esa evasión, ese dejarse llevar y seguir, o encontrar lo perdido. Para cada uno de ellos será algo diferente confiriendo a la trama de la novela una cierta universalidad: el amor, la libertad, un instante, el más allá…

Recuerdo que fuimos dioses

La verdad es que si tengo que se directa debo decir que la novela me ha gustado tanto como me ha dolido. Me ha tenido enganchada y me la he leído de una sentada, ya que todos los sentimientos que se desarrollan en ella eran tan cercanos a lo que sentimos tantas veces, que no podía dejar de intentar encontrar un consuelo en ella. No os diré si lo encontré o no, pero sí os diré que la narración nos lleva por lo peor de nosotros mismos, de una manera o de otra. Sea la envidia, el egoísmo, los vicios, los personajes que encontramos están realmente estropeados (por no decir un taco) y lo único que queremos para ellos es ese mínimo momento de redención.

Consigue el autor de esta manera que busquemos esa catarsis para nosotros mismos, lo que provoca que la experiencia lectora sea total. De verdad, os recomiendo muchísimo la novela, es una lectura adulta, que nos remueve por dentro, que quizá duela un poco, pero que al final nos da justo ese momento de trascendencia, ese recuerdo de que al menos una vez hemos sido dioses. Espero que os animéis con ella y que os guste.

El libro en el Bolsillo

Puedes adquirir la novela 👉: El día que fuimos dioses de Francisco Rodríguez Tejedor

Puntuación:





Comentarios

  1. ¡Hola! Parece que nos traes una historia bastante intensa y dura. Hay momentos en los que gustan este tipo de historias. La tendremos en cuenta. Besitos. 🖤

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  2. ¡Hola! Me alegro que sea una novela de la que has disfrutado. Personalmente no lo termino de ver como un libro para mí, por lo que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.

    ¡Nos leemos!

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  3. Holaa! Me alegro que la disfrutaras. Que sea en Asia me gusta pero no me atrae lo suficiente para leerlo.
    Besos

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  4. ¡Holi!
    El libro no lo conocía, pero la verdad que no consigue llamarme mucho la atencion, por lo que en esta ocasión lo dejaré pasar...
    ¡𝓑𝓮𝓼𝓸𝓼!💗
    -𝓔𝓵 𝓶𝓾𝓷𝓭𝓸 𝓭𝓮 𝓢𝓮𝓵𝓮𝓼𝓷𝔂𝓪-

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  5. Hola, se ve claramente que lo has disfrutado y ya con eso dice mucho del libro y lo que ha conseguido el autor, es la primera vez que lo veo asi que lo apunto para un futuro, saludos ♥

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  6. Hola Laura.
    Paso por encima por tu reseña, ya que esta novela la tengo que leer en breve y no quiero encontrarme ningún spoiler. Por tu puntuación deduzco que te ha gustado.
    Gracias por la reseña.
    Nos leemos. Besotes.
    Emi 💖

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  7. Hola, me gusta leer novelas donde la acción transcurra en otros países. Este, sin embargo, no ha conseguido llamarme del todo la atención. Un beso🖤

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  8. ¡Hola!
    Pues no conocía esta novela y es un libro que me ha picado la curiosidad, la ambientación me gusta así que tomo nota del libro.
    Besitos 🖤

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  9. ¡Hola! ^^
    Me gusta todo lo que dices sobre la novela. Ese punto de romperte y recomponerte. Todos esos sentimientos y reflexiones de los personajes me atrae muchísimo, y quiero sentir con ellos.
    Sin duda tras haber leído un par de reseñas es suficiente para añadirlo a mis pendientes.
    Me ha encantado tu reseña, detallada pero sin contar demasiado de la trama, dejándome con muchas ganas de leer la novela jaja
    ¡Nos leemos a la sombra! ^^

    Alba | A La Sombra Del Arciano

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  10. Las novelas que se leen de una sentada son las mejores.
    Aunque creo que esta novela por su forma de escritura no creo que me gustara. Creo, porque si la leo igual me sorprendo.
    B7s

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  11. ¡Hola ❄!
    No conocía este libro pero viendo lo mucho que te ha gustado seguro que acabo dándole una oportunidad.
    Me encanta que sea una historia que engancha tanto y que nos haga experimentar tantos sentimientos.
    No hay nada mejor que una lectura que nos remueve por dentro.
    Espero que cuando lo lea me conquiste tanto como lo ha hecho contigo.
    Un beso enorme ❤

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  12. ¡Holiis!
    No conocía el libro, pero lo cierto es que no sé si encaja mucho conmigo en este momento de mi vida. Quizá más adelante le eche un vistazo ^-^
    Muchas gracias por la entrada.
    ¡Un saludo!

    Bea & Udane de Desire Of Books ♥

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  13. Muchas gracias, Laura por esta reseña, con la que me identifico tanto como autor. Fue mi primera novela y quizás por ello tiene un grado de intensidad tan elevado. Como si hubiera dado salida, de golpe, a un montón de emociones, de sentimientos y de recuerdos represados durante muchos años. Es un libro que tiene lectores incondicionales, verdaderos forofos, que lo han leído varias veces porque siguen encontrando material nuevo cada vez que lo hacen y otros a los que les parece una obra compleja y el tránsito hasta la tercera parte de la misma, donde se materializa realmente la trama principal, se les hace costoso por la cantidad de personajes y subtramas que hay que atravesar previamente. Luego a partir de ahí ya no puedes dejar de leer, eso sí. Lo que sí me han transmitido la mayor parte de los lectores es que es un libro muy bello, particularmente para los amantes de la prosa intimista, del mundo de los sentimientos, del amor de pareja, de los viajes y del ambiente internacional. Y, por supuesto, para aquellos para los que la literatura supone aparte de una evasión, una vía de conocimiento y de trascendencia de la propia vida y de la de los demás. Particularmente de aquellos momentos especiales que todos hemos tenido alguna vez en que nos sentimos como dioses: "El día que fuimos como dioses".

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  14. No suelo elegir lecturas tan intensas, porque creo que me haría reflexionar demasiado, pero tiene algo que me llama la atención. En esa mezcla de cotidianidad veo también reflejos de filosofía y literatura y me ha hecho recordar años pasados...bss!

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