[Reseña] Reconquistando lo ganado. ‘El efecto Frankenstein’ de Elia Barceló

Conocer otras épocas es una inquietud que quien más quien menos ha tenido en algún momento de su vida. Y no es algo ajeno a la literatura, son numerosos los libros que han dedicado sus páginas no solo a imaginar cómo sería ese pasado o futuro, sino también a probar cómo sería si nosotros viajáramos en el tiempo. Desde luego sería un choque.

Esto es lo que sucede en nuestra novela de hoy, cuando una muchacha del siglo xxi visita el siglo xviii por accidente. La obra es El efecto Frankenstein de Elia Barceló y fue premio Edebé 2019. Su lectura ha sido interesante por, como os decía más arriba, el contraste de ambas épocas. Espero que os guste.

Un homenaje a Frankenstein y una lección de historia. Una novela que reflexiona sobre la igualdad entre sexos y clases.

Como si se tratara de Alicia cayendo por la madriguera, Nora viaja a finales del siglo xviii. Allí tendrá que disfrazarse de hombre y también de señorita; y adaptarse a las vestimentas y costumbres de la época para ayudar a su amigo Max a solucionar el problema con la criatura que su irresponsable amigo Víctor ha creado y abandonado en su laboratorio.

El efecto Frankenstein abre un eje de diálogo entre dos épocas y nos hace reflexionar sobre la desigualdad de género, tanto en el ámbito profesional como social. Asimismo, como en la obra de Shelley, también reitera la obligación moral de cumplir con las responsabilidades y consecuencias de nuestras acciones.

La noche de los disfraces

Nora lleva un tiempo ya estudiando en Ingolstadt y, la verdad, no ha salido mucho, por eso decide que va a ir a una fiesta de disfraces para cambiar un poco la rutina. Sin embargo, lo que no se espera es encontrarse a medio camino con un muchacho que parece salido de otro siglo. ¿Quién será este chico tan extraño? ¿Por qué su habla y sus costumbres son tan… anticuadas?

Así comienza esta novela que navega entre la novela de investigación y la fantasía, que nos cuenta cómo Nora, una estudiante de medicina, se ve envuelta en una extraña trama con Max, un noble del siglo xviii que ha viajado a la Ingolstadt del siglo xxi. Sin embargo, la historia se complica y Nora viajará con él de vuelta a su siglo, momento en el que conocerá a un joven Víctor Frankenstein. De este modo, tenemos servida la intriga, ya que tanto Nora como Max tendrán que descubrir qué ha hecho Víctor y darle solución.

De manera simultánea, además, podremos ver el día a día de este siglo a través del personaje de Nora en dos sentidos. Por una parte, como viajera en el tiempo Nora destacará las diferencias entre un siglo u otro, y, por otra parte, como mujer, adolecerá las dificultades que teníamos para desenvolvernos en él.

Aprender y pensar

Como vemos, por tanto, nos encontramos ante una novela que retoma el mito de Frankenstein para, a través de él, llevarnos a una revisión del siglo xviii, a finales del cual comenzaría el proceso de cambio hacia la contemporaneidad. Sin embargo, este mito, aparte de ser el motor de la trama y el punto de incertidumbre y oscuridad, llegando a introducirnos en la novela gótica, nos servirá para que a través de la idea que sobrevuela del monstruo podamos plantearnos las inherencias que atribuimos a las personas.

Así, ni los buenos serán tan buenos ni los malos tan malos, sino que dependerá la perspectiva la que nos lleve a hacer tan declaración. En este sentido, la narración que une esos dos mundos, el nuestro contemporáneo y el dieciochesco, nos permite hacer una comparativa entre los dos en cuestiones como el trato a la mujer, las diferencias sociales, etcétera.

El modo

Pero para que todo esto funcione la autora nos ofrece un modo expositivo variado. Así junto a la narración tradicional en tercera persona, donde se incluye bastante de los sentimientos y puntos de vista de los personajes, se incorporan cartas, que agilizan la narración gracias a la fluidez y cercanía del estilo epistolar.

Sin embargo, en mi opinión, la obra peca un poco de sobreexposición, tanto narrativa, contando hechos completos que ya han sucedido y haciendo que la narración sea un poco pesada; como sobre la ambientación, en la que se introducen preguntas directas en los personajes o reflexiones para dar pie a una exposición objetiva y poco literaria sobre la época.

Entretenimiento mono

No obstante, más allá de este pequeño pero, creo que es una obra que se puede disfrutar mucho, sobre todo por lo que te hace preguntarte sobre la época. Además, creo que la protagonista femenina está a la altura, aunque el instalove sea muy evidente y conveniente para el objetivo, y sabe reivindicar su papel dentro de lo encorsetada que es la época.

Por su parte, la trama de misterio es entretenida, tiene sus toques de investigación, su cosa de misterio y sobrecogimiento, pero lo cierto es que el libro se centra en el contraste. Por ello, no esperéis que esto sea una reescritura de Frankenstein (que algo sí que tiene de), sino un libro que aprovecha el mito y lo pone de fondo.

Lo recomiendo porque es una lectura interesante, el estilo es fluido y la temática está muy bien desarrollada. Una juvenil, pero que nos hace pensar a todos. Espero que os guste.

El libro en el Bolsillo

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