[LC] Describir no es escribir. Sobre ‘Donde los árboles cantan’ de Laura Gallego

Siempre a medida que me voy metiendo más en el curso y tengo que enfrentar las lecturas que les mandamos a los alumnos, me pongo a pensar en qué manera es mejor para enfocar la lectura a los adolescentes. Cuando yo era pequeña había pocas opciones de entretenimiento en casa, pero ahora con todo lo que hay, el libro parece algo incluso ajeno. Que no para todos es así y tengo la suerte de haberme encontrado muchos alumnos y alumnas lectores, pero siempre es un reto presentarles un libro que les pueda gustar. Creo que en ese sentido los profesores podemos llegar a la juvenil y disfrutarla y ya de paso comentar libros con ellos que nos gusten a los dos. Sin embargo, hay ciertos clásicos de lectura obligatoria…

La reseña de hoy precisamente es de uno de esos libros típicos que se mandan en los colegios porque es autoconclusivo, porque es de una autora española y porque es de fantasía (como si automáticamente la fantasía gustara a todos los jóvenes). La novela es Donde los árboles cantan de Laura Gallego y lo he leído en una lectura conjunta del club Locura Conjunta. Espero que os guste.

Viana, la única hija del duque de Rocagrís, está prometida al joven Robian de Castelmar desde que ambos eran niños. Los dos se aman y se casarán en primavera. Sin embargo, durante los festejos del solsticio de invierno, un arisco montaraz advierte al rey de Nortia y sus caballeros de la amenaza de los bárbaros de las estepas... y tanto Robian como el duque se ven obligados a marchar a la guerra.

En tales circunstancias, una doncella como Viana no puede hacer otra cosa que esperar su regreso... y, tal vez, prestar atención a las leyendas que se cuentan sobre el Gran Bosque... el lugar donde los árboles cantan.

El último banquete

Viana Rocagrís tiene su vida planeada. Cuando llegue la primavera se casará con Robian de Castelmar, su amor de la infancia, y será la señora de sus tierras; mientras tanto, celebran el último banquete antes de que las nieves caigan. Sin embargo, un comunicado llegará, los bárbaros del norte planean atacar toda Nortia, no queda otra opción que marchar a la guerra. Y así Viana se queda en Rocagrís a esperar el resultado.

Este inicio pronto nos pone ante la problemática de esta novela de fantasía. Viana tendrá que resistir la invasión bárbara de todas las maneras posibles y esto incluye atender a las historias que se cuentan del Gran Bosque. Sin más justificación que intentar encontrar una manera de liberar a toda Nortia, la obra nos acerca poco a poco al componente mágico de manera muy sutil y pausada.

Sin embargo, antes de esta parte más fantástica, encontraremos una novela donde la lucha política será la clave o, más bien, la lucha por el derecho a las tierras. De esta manera, Viana se verá sometida a situaciones bastante complejas y serias, como puede ser evitar la violación de un bárbaro o enfrentarse directamente a un hombre.

Así, conjugando la parte más real de la guerra y la expropiación con un ligero toque de leyenda y fantasía es como nos presenta la autora esta historia de pérdida y lucha por lo que es nuestro.

Pausa, recreación

Sin embargo, aunque esto nos podía sonar muy bien, bajo mi punto de vista la autora se demora mucho y se recrea en explicar el escenario y la ambientación. Esto que podía parecer que nos mete más en el mundo, en mi caso me ha ralentizado poderosamente la lectura.

Laura Gallego describe bien y quizá debería ser consciente de ello. Ella consigue que con muy poco nos situarnos en el escenario y en la sensación, pero esta novela se excede en pausar la acción para que veamos y entendamos todos bien. De esta manera, nos quedamos sin saber cosas que sí que nos interesan y que pertenecen a la ejecución de los personajes. ¿Cómo se entrena Viana? ¿Cómo es realmente el Gran Bosque? Estas son cuestiones que si bien se cuentan, no se desarrollan con acción y creo que hace que pierda fuelle.

Asimismo, como tenemos poca acción, la interacción entre los personajes es muy pobre y estos se quedan en meros arquetipos con los que es difícil empatizar. Además, en este aspecto, la autora vuelve a tener la cuestión que siempre encuentro en sus novelas que es que el personaje que más desarrolla, aparte del o la protagonista, siempre va a tocarnos los sentimientos. Esto no está mal, pero es casi siempre su sota, caballo, rey y cuando la lees mucho al final se vuelve predecible.

Una lectura rara

Y digo que me ha resultado así porque, por una parte, sí que me han gustado diferentes aspectos de la narración, por ejemplo el personaje de Uri o Belicia; pero, por otra parte, reconozco que me he aburrido un montón en muchos capítulos de la obra y siempre estaba esperando que pasara algo.

En este sentido, la justificación de que sea juvenil no me vale. Claro que hay que ambientar y que el lector se introduzca en la acción, pero justo ser tan insistente en esto cuando tu público está dentro de edades donde todavía tienen un gran potencial de imaginación, no sé, no creo que convenza. Describir bien no es escribir bien, aunque sea muy importante insisto, la acción y el entramado también lo son y creo que esta novela le han fallado a la autora, aunque tenga escenas y momentos que sean muy tiernos, como por ejemplo el final.

¿Os acercaríais a ella? La verdad es que no lo sé. Quien conoce a Laura Gallego más o menos va prevenido, pero no sé si lo recomendaría a nuestros lectores más jóvenes.

El Libro en el Bolsillo

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