[Reseña] Y ese día, lloró. Sobre ‘Lágrimas de oro’ de José Luis Gil Soto

Dentro de las cosas que no se suelen confesar, yo reconozco que la antigüedad latinoamericana y todo el tema de la conquista me cuesta un poco. Y es curioso, porque cuando leo sobre las civilizaciones inca, mexica, etc. me fascino y me ofrecen imágenes de una  gran potencia visual; pero cuando entramos en los conflictos entre tribus, en las conquistas y en como arrasó el imperio español, ya me bajo del tren.

Sin embargo, es curioso que, siendo este el tema central de la novela que reseño hoy, no haya sido esto lo que me ha frenado en su lectura, sino más bien una incapacidad general de leer, y que el tema es lo que ha hecho que me lanzara un poquito más. Por ello, que me disculpen de verdad las compañeras del grupo de lectura de Soy Yincaner@, porque ha sido un bloqueo considerable. El libro que se ha extendido en el tiempo ha sido Lágrimas de oro de José Luis Soto, publicado por Espasa, una lectura completa, sin duda. Espero que os guste.

Una aventura épica

«Tarde o temprano tenía que ocurrir. Desde que Viracocha se le apareció a su antepasado, todos sabían que algún día llegarían sus hijos, seres blancos, barbados, superiores en todo a ellos mismos. Ese día tendrían que postrarse a sus pies y poner su propia vida en sus manos, pues ni el mismo Sol podría oponérseles.»

Panamá, Castilla del Oro, 1524. En la sacristía de una pequeña iglesia del Nuevo Mundo, tres hombres se reúnen a la luz de los velones. Uno de ellos, serio, enjuto, con una poblada barba ya cana, habla a los otros de las maravillas que algunos dicen que existen en lugares aún ignotos de la Mar del Sur. Es su empeño reunir dineros suficientes para emprender la conquista de esos nuevos territorios para mayor gloria del rey de España y la Santa Madre Iglesia. Él, hijo bastardo de un afamado capitán, después de años en las Indias, arriesgando vida y capital con cierta fortuna, necesita demostrar a su ya fallecido padre que era merecedor de su apellido. Este hombre es Francisco Pizarro. El descubrimiento y la conquista de Perú acaban de comenzar.

El Cusco, imperio inca, 1524. Huayna Cápac, Sapa Inca, Único Señor, regresa a la capital de su imperio. Acaba de apaciguar a los pueblos que no han querido reconocer al único dios, el padre Sol, y el gobierno del Inca. Con él vuelven sus hijos y juntos saldrán a guerrear de nuevo. No pueden imaginar que el imperio está llegando a su fin. Una guerra fratricida ayudará a aquellos que aparecen en la profecía del dios Viracocha.

Sevilla, abril de 2019. La teniente Rebeca Parma, del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, está a punto de llegar al aeropuerto de Sevilla para empezar unas merecidas vacaciones. Suena el móvil. Es su comandante: en Conquista de la Sierra, un pueblo cacereño próximo a Trujillo, acaban de robar el collar de oro y esmeraldas que adorna a la Virgen, una joya inca de incalculable valor. Contrariada, comienza una investigación que la llevará a París en busca del ladrón.

Tres líneas, un objeto

2019, la teniente Parma recibe una llamada justo antes de irse de vacaciones: han robado un collar de oro inca de una iglesia extremeña. Comienza la investigación

1524, el Sapa Inca acaba de conseguir la unificación de su imperio. La pacificación no ha sido sencilla, pero ahora toca pensar en el futuro del imperio Inca y su posición ante la profetizada llegada de los viracochas.  Paralelamente, Francisco Pizarro ha decidido explorar el sur. Deseoso de merecer el apellido Pizarro emprende la empresa de explorar el Birú y engrandecer así no solo su nombre sino al imperio español y a la iglesia católica. Sin embargo, la dificultad de su viaje no se hace esperar.

Con tres líneas argumentales, comienza esta novela histórica con tintes de policíaca. Situados en dos líneas temporales, la obra nos cuenta la historia del imperio Inca desde su unificación y, de manera paralela, la investigación del robo del collar, que presuponemos que está relacionado con la historia. Sin embargo, debemos añadir que estos dos hilos se bifurcan y que tendremos además, en una estructura espejo super interesante de seguir, la historia del contrario del imperio inca, es decir, la historia de conquista de Francisco Pizarro, y a su vez, la narración de la perspectiva del ejecutor del robo.

De este modo, la novela nos ofrece todos los puntos de vista de ambas tramas, haciendo que el lector sepa punto por punto lo sucedido, hasta llegar a confluir al final de la novela de una manera muy orgánica y bien narrada.

Dinámicas

Una de las cosas que más me ha llamado la atención la novela es cómo se ha incorporado la investigación policial para justificar la narración de una etapa de la conquista que quizá no es la primera que nos viene a la cabeza. Normalmente, como gran conquistador recordamos a Hernán Cortés, sin embargo, en este caso nos adentramos en la historia de un conquistador que, aunque también buscaba fortuna, lo que más buscaba era fama y el orgullo de descubrir y conquistar una nueva tierra.

En este sentido, el personaje de Pizarro se nos presenta como un hombre reflexivo, tenaz y persistente, así como capaz de entender y actuar antes con diplomacia que por la fuerza. Como contrapunto, la obra nos enseñará la dureza de las guerras incaicas, guerras entre hermanos, donde la deslealtad se paga con la muerte. Se crea de este modo, una tensión ente ese mundo civilizado y el supuestamente no civilizado que, para mi experiencia lectora, se resuelve en un deber de cada personaje para cada uno de sus mundos. (Esto sin justificar para nada la conquista americana, que en fin).

Por otra parte, como decía, la trama policiaca tiene como protagonistas a una mujer inteligente y atrevida, y a un ladrón con mucho don de gentes. Me ha recordado un poco a ese juego detectivesco de Sherlock-Moriarty, mucho más actualizado y con nuevas sinergias.

Circunstancia histórica

Finalmente, otra de las cosas que me ha gustado ha sido el estilo del autor. Creo que en todo momento sabe mantener el ritmo aunque lo que nos esté narrando sean hechos meramente históricos. Las anécdotas o curiosidades que van apareciendo creo que ayudan a mantenerlo, así como la alternancia de capítulos presente-pasado y diferentes puntos de vista. Además, sin desmerecer la ambientación histórica y el habla de la época, hace ese tipo de lenguaje fluido y entendible sin perder el tono.

Creo que si os gusta la novela histórica es una novela que os va a gustar y mucho. En mi caso, sin ser una fan empedernida del género, me ha supuesto un descubrimiento, de una historia y de un hecho histórico, muy interesante. Es verdad que quizá en mi caso no la he podido disfrutar tanto por mi pequeño bloqueo lector, pero eso no quita que la novela lo merezca. Espero que os animéis con ella.

El libro en el Bolsillo

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