[LC] La condensación narrativa. Sobre ‘Uroboros’ de Guillem Esteban Durán

Este curso he estado trabajando con mis alumnos el microrrelato como una forma de expresión que impactara y que, por ese impacto, llevase a reflexionar al lector. Lo curioso del experimento es que, la gran mayoría de los microrrelatos que entregaban, eran de terror, policiacos o fantásticos, a la antigua, con tan solo uno de romance. Me gustó, creo que precisamente son estos géneros los que, bien hechos, con poco pueden hacer efecto.

La obra que reseñamos hoy tiene esta particularidad, la brevedad, que nos ofrece una intensidad narrativa bastante interesante. La novela corta se llama Uroboros de Guillem Esteban Duran, está autopublicada en Amazon y la he leído gracias al club de lectura Fénix Club Literario. Espero que os guste.

La vida de Sara, una joven huérfana, tomará un giro inesperado cuando durante su frenética huida por salvar su vida, se tropiece con una idílica familia que le ayudará a detener el peligro que le acecha.

Le continúa La serpiente de dos cabezas.

Cuando ya no queda nada

Sara es una joven, testigo protegido, que por una serie de problemáticas se ve huyendo sin rumbo por el bosque. En él conoce a un muchacho, Ed, al que deberá la vida y que siempre se mantendrá en su mente. 

Lo primero que debemos destacar del relato es la obviedad, pero es que nos encontramos ante una narración breve con toques de thriller. Sin embargo, esta es una clasificación compleja porque son muchos los matices que encontramos en ella, así que si queremos ser más específicos en lo que podemos encontrar os diré que es una historia susceptible a interpretación, así que fantástica, thriller o psicológica son adjetivos que le sientan bien. 

En mi caso, he leído la obra dos veces, ya que creo que le queda al lector la sensación de no estar entendiendo al cien por cien lo que sucede. Sí, sabemos que nos cuenta la historia de Sara, una muchacha que huye, y de Ed, un muchacho que la ayuda, pero con cada nueva lectura podemos dar otra interpretación más a la historia. Esto que podría parecer que lo señalo como algo negativo, me parece que es uno de los puntos fuertes con los que ha sabido jugar el autor. Que a lo mejor es un despropósito, pero la cosa es que sentido tiene, aunque sea interpretable.

Dos ritmos, dos planos

A pesar de su brevedad, sí que podemos encontrar que la obra tiene como dos partes, marcadas por dos ritmos diferentes. La primera sería en la que se nos plantea la obra y se nos hace ver cuáles son las particularidades de los personajes (de los que no hablaré porque ese es el meollo del asunto), su ritmo es muy rápido, acompañando el frenetismo de la huida de Sara, y no deja descanso al lector que tiene que absorber ambientación, trama y personajes en muy poco espacio. La segunda es mucho más pausada, en ella vemos las consecuencias de lo sucedido en esa primera parte y es el momento en el que el autor permite al lector también asimilar y elucubrar sobre lo que ha pasado y lo que está pasando. 

De este modo, así como encontramos dos partes o ritmos, también podemos encontrar dos planos que no se contraponen, pero que en mi caso como lectora, se han reflejado como si fueran las dos partes del mismo espejo. Es decir, tendríamos lo que están viviendo los personajes, que es algo violento, repentino e inexplicable, y lo que está recibiendo el lector, algo mucho más etéreo que tiene sentido en tanto que somos omniscientes.

Una experiencia lectora

La verdad es que la reseña está siendo muy breve, pero es que es una historia por la que nos tenemos que dejar seducir y engañar. Para ello el autor nos ofrece unos personajes confusos en su estado y definición, a los que acompaña con un ritmo de composición muy elaborado y un estilo sencillo, pero que sugiere más de lo que dice. 

Os recomiendo la obra si os gustan los relatos cortos y que buscan ser desentrañados. Espero que os animéis con él.

El Libro en el Bolsillo

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