[Reseña] La inteligencia de la manipulación. Sobre ‘La cosecha pálida’ de Josan Mosteiro

No sé si os habrá pasado alguna vez, pero a mí sí, de hecho, me ha pasado con varias personas que han tenido diferentes roles en mi vida (amigos, jefes, compañeros de trabajo…). A veces conocemos a personas que definidas de manera muy superficial podríamos decir que tienen labia, es decir, que son capaces de convencernos solo con lo que nos dicen para un plan o una idea. Es muy curioso cómo, o por lo menos a mí me ha pasado, comienzas a sentir que efectivamente ese señor o señora te está manipulando y tu cerebro solo encuentra dos salidas, claudicar o disimular, porque lo que tienes claro es que la otra persona no puede saber que le has pillado en el juego. Parece un poco infantil, ¿no? Pero pasa y, a veces, sin querer, nosotros nos ponemos en el otro lado.

La novela que reseñamos hoy aquí nos enseña cómo con la palabra, las preguntas y respuestas adecuadas podemos conseguir lo que queremos… más o menos. Se trata de La cosecha pálida de Josan Mosteiro, publicado por Roca Editorial. Lo he leído gracias a Masa Crítica de Babelio y agradezco la oportunidad porque, la verdad, ha sido una lectura adictiva. Espero que os guste.

Esta historia no comienza con la desaparición de una chica, sino con una reaparición. Después de cuatro años en los que no se ha sabido nada de ella, Cruz Castro regresa por su propio pie a Calixe, un pueblo en el corazón de Galicia. Está pálida y asegura que ha pasado esos cuatro años bajo tierra, secuestrada por los mouros, una raza de seres míticos que habitan los bosques locales según las leyendas. Además, asegura que eso es lo mejor que le ha podido pasar, que los mouros la secuestraron para ayudarla a dejar de ser una "mala semilla".

En el pueblo creen que se ha inventado esa historia absurda para esconder que se fue con algún hombre que luego la dejó tirada. Sin embargo, Asunta Lourerio, una periodista en horas bajas, la entrevista y comienza a sospechar que tras la fantástica historia de Cruz puede esconderse quizá una secta o un secuestrador muy real. Decidida a conocer la verdad, Asunta comienza a investigar por su cuenta y descubre que tal vez Cruz no sea la única chica desaparecida y reaparecida tiempo después en extrañas circunstancias en la zona.

Poco después, en los bosques aparece asesinada otra chica. Alguien le ha marcado con un cuchillo dos palabras en la espalda: Mala semilla.

Bajo las raíces de los árboles alguien cultiva un secreto, el aire de un misterio, la tierra de un crimen.

Con un caso cerrado…

Cruz Castro, Crucita para los habitantes de Calixe, ha vuelto y es noticia porque llevaba desaparecida cuatro años. Según la muchacha los mouros se la llevaron y la han hecho una mujer mejor. Esto no podía pasar desapercibido para la periodista Asunta Lourerio, paisana del pueblo, por lo que para allá se encamina para descubrir la verdad tras esa fantasiosa declaración.

Así como las semillas, el autor de este thriller con revestimiento mitológico va sembrando la duda en el lector de si lo que cuenta Crucita es cierto o no. Cuando Asunta acude a su pueblo para iniciar la investigación periodística sobre el caso, descubriremos que, como suele suceder en las sociedades pequeñas, hay cosas más allá de lo que se dice y se sabe.

En el trascurso de su investigación, no solo tendrá que descubrir los secretos con los que viene la muchacha sino aquellos con los que se fue.  Mientras tanto, aparece un nuevo cuerpo en el pueblo, otra joven de vida díscola que parece estar marcada por los mouros también… Lo único que Asunta nos dejará claro en sus primeros pasos es que el bosque es un sitio peligroso, pues por allí aparecen las muchachas pálidas.

… pero en absoluto

Sin embargo, como decíamos más arriba, pronto se complica la investigación que en este caso no se nos da por boca de la policía, sino de una periodista. Asunta comenzará la investigación por los protagonistas inmediatos: Crucita, el agente que llevó el caso en su día, etcétera.

Para esto el autor nos ha ofrecido una doble perspectiva narrativa. Persiguiendo las acciones de aquellos personajes implicados en las desapariciones, se establecerá una tercera persona, con una narración omnisciente, que a pesar de ello no revelará nada al lector. Este solo podrá hacer conjeturas por sus intuiciones e hipótesis, pero la novela no dejará pistas, porque, de hecho, siempre se juagará con la posibilidad de que la mitología sea real. ¿Lo será?

Por otro lado, tendremos la voz narradora de la propia periodista. Narrado en primer persona, y, por lo tanto, contenida a su propia perspectiva, Asunta investigará a la vez que purgará sus propios problemas de su pasado en el pueblo.

Una narración adictiva

Sin duda alguna. Es muy curioso como el autor ha conseguido insertarnos en los bosques gallegos sin que haya hecho descripciones propiamente dichas. Las que aparecen son de personas, de las cuales da cuatro rasgos, y en lo que se centrará sobre todo será en la descripciones tanto de las impresiones que tienen los personajes como de las que causan en otros. Así, por ejemplo, de la aparición de Crucita o de la Duquesa, se nos queda la impresión que dan: Crucita, seria, digna, centrada…; la Duquesa, egregia, elegante, en cierta medida, cercana.

Gracias a esto, a que los personajes son impresiones que se nos quedan y a que los lugares son hechos que suceden, el ritmo no parece parar en ningún momento. Ni si quiera cuando la investigación se queda más parada se nos hace pesada la lectura, ya que por la parte de atrás se están desarrollando pequeñas ideas y acciones que dan al lector material para elucubrar.

Y para que todo esto funcione, el estilo ha de ser sencillo, claro y directo y así es. No hay grandes requiebros ni circunloquios en los diálogos, excepto cuando el personaje tiene ese carácter (quizá la Duquesa y Aurelio, por el punto extravagante de cada uno de ellos), y aún en ellos se sigue bien e imprime justo ese carácter.

Por otro lado, y para terminar, me ha gustado mucho la libertad que da al lector tanto para opinar como para pensar. No es una novela reivindicativa, ni lo busca, la verdad, pero sí que deja caer ciertas ideas sobre las que podemos pensar como por ejemplo la capacidad de manipulación, no ya de los medios, con los cuales es altamente respetuoso, sino de la propia sociedad, de cómo los prejuicios, aunque sea una repetición, nos llevan a emitir juicios.

Recomendación veraniega

En conclusión, recomiendo mucho la novela porque creo que hacía tiempo que no me enganchaba así a una novela de este tipo. La narración está bien montada y es muy amable, muy directa para el lector, si se deja embaucar. Además, la investigación está bien montada y, como es propio de la novela del género, tiene caminos para despistar que también son muy interesantes por sí mismos. Además, los personajes están muy logrados y es muy fácil empatizar con todos ellos (sí he dicho con todos). No me queda más que invitaros a leerla, dejaros arrastrar por las tierras gallegas y espero que estéis pasado un buen verano. Espero que os guste.

El Libro en el Bolsillo

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