[Reseña] El odio engendra odio. Sobre ‘El mañana nos pertenece’ de Jaime Pérez de Sevilla y Bautista

En todos los conflictos siempre hay dos partes. Cuando una es la agredida y otra es la agresora, es claro el posicionamiento, pero si ambas agreden y son agredidas, la cosa se complica. Supongo que ahí gana la motivación, si es legítima o no; normalmente, la decretamos en función de los derechos fundamentales, pero también sabemos que estos no acogieron a todos desde un principio. Por ello, la perspectiva histórica y condenatoria en estas cuestiones es tan clara como compleja de discernir, más si recordamos que incluso los «descerebrados» son humanos.

En la novela que reseñamos hoy, me ha sucedido un poco eso y, de hecho, me cuesta dar la puntuación máxima por esta sensación que me ha creado de que ellos merecían ganar. La novela se llama El mañana nos pertenece de Jaime Pérez de Sevilla y Bautista, publicada por Click Ediciones. Espero que os guste.

Gronk Norton es un ex presidiario que se gana la vida en la construcción. Su hermano Tom está felizmente casado con Donna, son padres del pequeño Paul a quien educan dentro de sus ideales, siguiendo los pasos de los Norton. 

Ambos hermanos están marcados por un turbio pasado, vinculado a una violenta facción del Ku Klux Klan, llamada el Ejército de las Catorce Palabras.

Cuando aparece violada y asesinada una joven afroamericana, el detective Joseph Hopper, se encarga del caso, tratando de salvar su deteriorada y alcoholizada carrera, con la carga de un nuevo compañero, Samuel Riss, joven con tanto talento como ambición. La investigación de ambos detectives y la vida de los hermanos Norton corren paralelamente, aproximándose cada vez más la una a la otra.

¿Es posible que el Ku Klux Klan siga existiendo y haya vuelto a actuar en pleno siglo XXI?

Mientras trata de resolverse esta cuestión, una guerra estalla en la ciudad y el odio y la ira irracional se cobran más víctimas. Los errores del pasado y la crueldad del ser humano, irán contaminando todo lo que rodea a los personajes, hasta que se produzca una explosión inevitable que sólo valdrá para demostrar que el odio y la violencia corrompen al hombre, convirtiéndolo en una víctima de sus propios actos.

Vuelta a la vida

No hace mucho que Gronk Norton estaba en la cárcel, sin  embargo, ahora ha rehecho su vida: tiene un trabajo, ha conocido a sus sobrinos y comparte el tiempo con su hermano Tom. Puede definirse como feliz. Por su parte, Joseph Hopper vive miserablemente. Inspector de policía venido a menos por traumas del pasado, la botella y su mal genio son lo que lo mantienen.  En ambos casos, no podrán imaginar lo que cambiarán sus vidas a partir del asesinato de una joven afroamericana del barrio de Little Harlem.

Sin prisa, pero sin pausa comienza esta novela negra que nos adentrará en las calles de una ciudad que hasta hacía muy poco se regía por la ley del americano blanco. En ella se nos cuenta la historia de Gronk, un exconvicto que cada día intenta alejarse de su paso por la cárcel, sin embargo, su filiación al KKK y sus ideas supremacistas le llevarán a padecer en una sociedad que intenta seguir adelante, garantizar los derechos.

Junto a él encontramos a Hopper, un inspector que lidiando con una depresión, tiene que aguantar a un nuevo compañero.  Con ellos veremos el otro punto de vista, el de aquellos que intentan superar las ideas racistas preconcebidas, pero se rinden a los hechos más allá del color de piel, la delincuencia sistematizada.

Magnífica y compleja

Y lo digo desde ya, es una novela que me ha tenido enganchada desde el momento en que la abrí. La seducción creo que se debe a que el autor sabe muy bien tocar los hilos que nos interesan, en este caso, cómo es la relación de blancos y negros en ese pueblo que tiene un brazo armado del KKK y si alguno de los integrantes de este grupo se resarce o no.

Sin embargo, así como os digo que me ha gustado bastante, también os digo que es una novela que pone nuestra moral a prueba. No quiero decir que de repente seamos racistas por leerla, ni mucho menos, pero sí es cierto que plantea esas afirmaciones que siempre emplean esas secciones de la sociedad para justificar su odio: delincuencia, drogas, prostitución. Claro, que si lo pensamos bien, estas afirmaciones son ciertas porque el sistema ha provocado que esas vías ilegales y «fáciles» sean las únicas a las que las minorías tienen acceso.

Esto se nos deja ver en la novela con las discusiones y charlas entre Hopper y su nuevo compañero Riss, este un personaje que no tendremos muy claro de qué pie cojea en cuanto a la cuestión de la inclusión del barrio negro. Por otra parte, también se nos plantea a la persona más allá del supremacista, de tal manera que leer sobre Gronk, y más especialmente sobre su hermano Tom, nos lleva a empatizar con ellos, ya que los acompañamos en su día a día y no se nos muestran acciones radicales, hasta cierto punto de la novela.

La humanización

En este sentido, la novela me ha resultado compleja a nivel psicológico, ya que el autor consigue que efectivamente veamos a todos los integrantes de la trama como seres humanos «más allá de…»: Gronk más allá de un expresidiario, Tom como padre de familia más allá del grupo del KKK, Hopper más allá de su depresión…, los habitantes de Little Harlem más allá de su miseria… De este modo, creo, lo que consigue el autor es realzar la idea de que si partimos de cero, lo que comprobamos es que la violencia, ya sea ideológica o física, siempre genera más violencia y esta es muy difícil de dirigir y de controlar.

Esto provocará que, aunque no se haga nada de facto, el simple hecho de tener unas ideas nos sitúa en un bando u otro y, por tanto, cuando el otro se siente atacado tú y todo tú se convierte en objetivo. Me ha gustado esta idea, porque la obra no ha consistido en beatificar a unos y condenar a otros, sino en darnos cuenta en los matices. Eso sí, y quizá por esto no soy capaz de dar toda la puntuación a la novela, creo que humaniza tanto a unos y otros que perdemos esa noción condenatoria a algo tan monstruoso y deplorable como el KKK.

Recomendación, sí

Eso sí, más allá de esta empatía genera por todos sus personajes, nos encontramos ante una novela de calibre, que, además, nos ofrece unos personajes con muchos matices y con muchas incógnitas que resolver. Además, las escenas descriptivas están muy dinamizadas y, en este sentido, el estilo del autor es sobre saliente, ya que equilibra muy bien la acción y la pausa.

La verdad es que todo lo que puedo deciros es positivo. Si os gustan las novelas negras, que además nos enseñen un poco de esas partes más oscuras de la sociedad y que tengan una trama interesante más allá de descubrir el secreto, os la recomiendo sin duda. Espero que os animéis con ella y que la disfrutéis.

El libro en el Bolsillo 

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