[Reseña] El testimonio. Sobre ‘Delirio’ de Natalia M. Alcalde

Creo que todo el mundo es consciente de la vida oculta de las personas que nos rodean. Quiero decir que, aunque veamos todos los días a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros amigos, a la cajera del super, todos sabemos que detrás de esa persona hay algo más: una familia, unos deseos, unas apetencias… Incluso diría que sucede con aquellos que son muy próximos a nosotros, porque realmente no podemos ser capaces de conocer al cien por cien qué harían esas personas en qué situaciones.

La novela que traemos hoy al blog nos habla de una mujer con una vida escondida que viene a por ella de manera inexorable, pero también de un mundo que golpea con crudeza y sin derechos. La obra es Delirio de la autora mexicana Natalia M. Alcalde publicada por la editorial Cuadernos del Laberinto y que nos acerca a su ciudad natal, para enfrentarnos de cara a lo enfermo de ella. Espero que os guste.

Renata tiene una premonición: la visión de un salvaje y cruel asesinato. No reconoce a la víctima pero sí el lugar en donde se va a cometer el crimen: Delirio, un hotel situado en la ciudad de Guanajuato, en México, y que es propiedad de Juanjo, un antiguo amigo y profesor de literatura.

Kika, una joven mujer transgénero y la mejor amiga de Renata, llega a Delirio porque necesita esconderse. Huye de su amante, un político influyente. Por eso sabe que ha soltado a los perros para que vayan tras ella; por eso y por la bolsa repleta de billetes con la que llega a Delirio. Y con ese dinero pretende comprarse una nueva vida; pero primero tendrá que conservar la que tiene.

Jugándose su reputación e incluso su matrimonio, Renata decide hacer todo lo que sea necesario para evitar el homicidio. El problema es que el destino siempre gana la partida aunque nos enseñe sus cartas.

Natalia M. Alcalde debuta con esta apabullante novela negra en la que violencia, crítica social y realismo mágico se mezclan con maestría en un cóctel embriagador que pasa por el estómago del lector para ascender hasta su corazón y quedarse en el cerebro. La hipocresía y los prejuicios sociales, la corrupción sistémica policial y política, el sensacionalismo de los medios de comunicación y un sistema judicial podrido están presentes en cada página de Delirio.

Alguien que quiere contar una historia

Kika, una mujer transgénero, ha acudido al hotel Delirio para encontrar refugio de aquellos que la persiguen porque quieren verla muerta. Allí acude también Renata que, sabiendo lo que podría acudir, quiere  evitarlo a toda costa.

La novela de ficción contemporánea que hoy nos trae aquí comienza con los murmullos y los chismes que los ciudadanos de la ciudad de Guanajuato profieren sobre la tragedia que ha asolado la ciudad. Kika, una chica transgénero, ha sido hallada brutalmente asesinada.

Sin embargo, nuestra historia comienza un poco antes de que esto suceda, comienza con el foco puesto en otra persona, Renata, la escritora de esta narración y mejor amiga de Kika. Así nos lanzamos a una trama que no solo quiere contar qué ha pasado con Kika, sino que quiere reivindicar los derechos que faltan en México y clamar por la violencia que sobra en sus calles.

Para ello la autora ha utilizado una técnica de collage literario donde, a pesar de su pretendida cronología, se desvía en sus escenas para llegar a plasmar cómo es la mente, cómo es el recuerdo y cómo entendemos nosotros los hechos que suceden. Todos a la vez.

Sin duda, el estilo

No es frecuente que yo me lance a hablar en primer lugar del estilo ni que le dedique más de unas cuantas líneas porque me parece que la percepción del mismo, excepto lo evidente, es algo muy personal. Además, en este caso, sí se acusa alguna errata en la edición que da cierta molestia. Sin embargo, en este caso, lo que más me ha llamado de la novela que nos trae hoy aquí  ha sido el estilo, la facilidad de su lectura, a pesar de que nos encontramos ante una prosa lírica, super cuidada, profunda y bella.

Y es que no había otra manera de tratar el tema que nos trae aquí sino la de delicadeza y la palabra exacta, que en muchos casos no consiste en solo una sino en una figura que consiga evocarnos lo que se quiere expresar.

Para ello, la voz narradora de la obra nos indica cómo va a explicarla. Comienza con la idea de murmullo que se propaga para llegar a contarnos la escena del crimen en la que ella está presente. Sin embargo, para ese ahora, tiene que haber un después y así hace diferentes digresiones en las que no solo conocemos qué paso, sino qué se sintió y por qué.

Tema y dolor

No obstante, si no somos de los que se deleitan con una escritura musical, calmada y reflexiva, siempre podemos acudir a la potencia de la historia que se nos cuenta. Lo cierto es que parece que todo lo que diga es destripar algo, pero creo que podemos saberlo para disfrutar la historia igualmente.

Kika ha muerto porque han querido callarla la boca, Renata ha intentado parar ese asesinato sin saber quién era la víctima, pero no lo ha conseguido. En medio, Juanjo, exprofesor de ambas mujeres que sufre todo lo sucedido. Pero es que, detrás de esto, lo que encontramos es la historia de una chica trans y cómo ha sido su supervivencia en ese México duro, cruel, corrupto y lgtbifóbico.

A su alrededor todos esos adjetivos se despliegan a través de los otros dos personajes principales de la trama: Renata y Juanjo. Ella es una mujer particular cuya misión será dar testimonio y lidiar con el dolor de perder a su amiga. Ese dolor se ve reflejado en muchos puntos en la manera de hacernos llegar la historia y en el detenimiento en aquellas imágenes que más nos impactan por crudas. Él será la nostalgia de lo perdido y la consecuencia de lo vivido. Con ambos entenderemos no solo la importancia de la muerte sino también u trascendencia.

¿Por qué leer Hiperión?

Sí, ¿a qué me refiero con esto? Lo que quiero decir es por qué embarcarnos en una narración con contenido lírico y creo que la respuesta es sencilla, porque hay hechos, crueldades, dolores que no podemos abordarlos de otra manera que a través del arte.

En nuestro caso, cuando nos enfrentamos a Delirio, nos acercamos a una violencia diabólica, dolorosa, que perjudica no solo a quien la sufre, sino a una sociedad entera. Ese dolor y esa rabia que sienten los personajes sobrecogen al lector y lo invitan a continuar, pero lo hace más cuando podemos detenernos a leer lo que sienten y sentirlo nosotros. 

Por eso creo que no solo debemos leer Delirio sino que, además, lo vamos a disfrutar más allá del entretenimiento. Creo que si nos tomamos el tiempo y nos dejamos llevar podemos disfrutar de una buena literatura, esa que nos remueve y nos levanta del asiento. Espero que os animéis con la obra.

El libro en el Bolsillo 

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