Sin embargo, no podemos echar la culpa, creo, ni a la pandemia ni a nuestras ganas, el sistema ha hecho unas generaciones bastante inteligentes, que han sabido leer la catástrofe antes de que les llegara. Cuando la problemática de base es tan grande, esto es que en nuestro sistema capitalista tiene que haber vencidos para que haya vencedores y que la idea de igualdad de oportunidades es una ilusión, poco espacio queda a la esperanza.
El próximo día 21 de agosto comienza la votación de los finalistas del premio Ignotus que otorga Pórtico (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror), así que he decidido que iré reseñando por aquí los candidatos para que podáis votar conociendo a todos (o la gran parte, espero que me dé tiempo). De este modo presentamos hoy Hijos del sueño de Andrés Zelada publicado por la editorial Cerbero, finalista en la categoría de novela corta. Espero que os guste.
Los tratamientos de descarga de sueño venían a liberarnos de la tiranía de los ritmos circadianos. La publicidad vendía imágenes maravillosas: personas felices que podían dedicar las 24 horas del día a sus pasiones, a su familia y a sus amistades. Pero no decía nada del funcionamiento del sistema: para que una persona pueda no dormir, otra tiene que hacerlo por ella. Millones de soñadores en barrios obreros, conectados a máquinas, para que otras personas puedan subcontratar lo que hasta ahora era una función biológica.
Los padres de Gala duermen para otros. Su casa es un lugar opresivo, silencioso y oscuro. Y está dispuesta a cualquier cosa para dejar atrás sus pesadillas y despertar.
El dolor de la monotonía
Gala se está enfrentando a aquello que más podía pesarle, su vida. Nacida en un barrio humilde de Madrid, recuerda cómo con diecisiete años abandonó su casa ante la incapacidad de encontrar algo que la hiciera seguir adelante. Ella se ocupaba de la supervivencia de su hermano y de sí misma, ante unos padres que eran Soñadores, un trabajo que los mantenía dormidos para que otros pudieran vivir sin hacerlo. Y llegó un momento en el que ya no pudo más.
Es difícil tratar de obras donde la carga política es tan importante en ellas. No porque esta novela de ciencia ficción sea densa o compleja, sino porque toca en los lugares más vulnerables que podemos tener cualquier lector medio.
Huérfanos del sueño es una novela que nos presenta la vida de Gala, una joven que con diecisiete años decide abandonar su casa e intentar encontrar cierto sentido a la vida que le rodea. El hecho de que sus padres trabajen como soñadores, la invita a empezar una lucha contra ese sistema por el cual los más pobres duermen las horas que los ricos invierten en vivir.
Una distopía cercana
Sin embargo, lo más impactante de la narración, para nuestra vergüenza y desgracia, no es el mundo que se nos plantea, que hasta cierto punto nos puede parecer un mundo cercano, cuántas familias hay en las que los progenitores trabajan todo el día y los hijos tienen que apañárselas solos, sino la desesperanza que encontramos en ella, ya que creo que todos en primera o tercera persona somos partícipes de ella.
De todos modos, no creáis que es una novela donde no tiene hueco la esperanza, esta se ve reflejada a modo de lucha y dentro del debate de qué podemos hacer y hasta dónde. Es cierto que el ambiente y las circunstancias de los personajes son desfavorables, pero no se empleará la miseria ni la lástima por ellos como puntos clave de la narración, los personajes estarán humanizados y mantendrán su integridad por encima del efecto dramático o la consigan ideológica.
Entonces…
Pues intentando no desvelar de más, lo que encontraremos es una obra con una propuesta crítica desde el título. Los huérfanos del sueño serán los protagonistas de la misma, es decir, jóvenes que debido a ese Trabajo, instaurado en el mundo de la obra, han quedado desamparados: familias ausentes, desestructuradas por las consecuencias médicas de dicho empleo, etc.; pero, además, será (o así lo quiero entender yo) la metáfora de nuestro tiempo, ese reflejo de todos aquellos a los que nos dijeron que haciendo las cosas bien (es decir, como nos decía el sistema), nos garantizaban un futuro y hemos terminado peleando por sobrevivir.
No obstante, más allá de esta
interpretación, la novela nos meterá
dentro de lo que es un movimiento de protesta social en donde las resultas
terminan siendo una problemática
sistémica con la que es muy difícil pelear porque está amparada en los
grandes organismos. De este modo, exploraremos con Gala los diferentes caminos dentro de la protesta y la lucha social; las
opciones de agrupación que se puedan hacer y, sobre todo, veremos los altibajos tanto de ella como sus compañeros, ya que la
comodidad y el individualismo son las dos claves para detener esa necesidad de cambio que ven todos.
Más allá de este núcleo, también encontraremos temas más humanos como el concepto de familia, de amor y de lealtad, cuestiones que si bien no son centrales en la obra, sí que serán fundamentales para entender y desarrollar el personaje de nuestro protagonista.
¿Qué más?
Es cierto que solo estoy hablando
de Gala, a pesar de que su grupo de acción son cinco, pero es cierto que creo
que merece la pena conocer a cada uno de
ellos dentro de la historia. Sí que os diré que entre ellos tendremos de
todos, con más edad, con menos, con más esperanzas o con más realistas; pero
todos y cada uno nos ayudarán a crecer como lectores, ya que podremos entenderlos y estar de acuerdo o en
desacuerdo, pero siempre desde un punto de vista muy familiar.
Y es que ese es uno de los puntos interesantísimos de la obra en cuanto al estilo. El autor nos ofrece un relato crudo, contado en ese mismo tono, pero eso no implica que el cariño o el amor desaparezcan, incluso diría que se potencia más, ya que en una situación tan adversa, sentirse afectivamente relacionado con alguien es crucial y maravilloso. Así nos lo hace saber con un lenguaje entre los personajes muy claro y directo, cercano en nuestra realidad y muy al compás del ritmo y la «trepidancia» (intensidad) de la narración.
La verdad es que siendo una novela corta es una obra que se lee de manera calmada entendiendo todo lo que nos quiere contar, sintiéndolo y reflexionando sobre ello. Creo que es sin duda una de esas obras que después te da que pensar y que se te queda por lo bien reflejado que está eso que os incomoda del mundo que nos rodea y que no sabemos sistematizar en palabras. Una novela que os recomiendo muchísimo y que desde luego no os dejará indiferentes. Espero que os animéis con ella, de verdad.
El libro en el Bolsillo
Puedes adquirir el libro 👉: Huérfanos del sueño de Andrés Zelada
Puntuación:
A mi me encanta lo que cuentas de la novela, y veo una "simple" reivindicación social de lo que nos sigue pasando hoy en día en nuestra realidad pero con otros temas, y necesitamos un cambio.
ResponderEliminarMe parece un buen libro para que pensemos hacia donde nos lleva nuestra sociedad actual.
B7s
Hola,
ResponderEliminarCreo que nuestra sociedad se ve bastante bien reflejada en el libro y lo que comentas al principio, por desgracia, lleva pasando unas cuantas generaciones: hay que estudiar, esforzarse, tener títulos para terminar dándote cuenta de que no tienes nada.
Una lectura muy interesante, sin duda.
Besos 😘
Hola
ResponderEliminarEs un libro que resulta curioso, ahora mismo no sé si estoy lista para él, pero no lo descarto, me lo llevo apuntado
Un bes💕
Hola,
ResponderEliminarNo conocía de este premio Ignotus. Esta novela es interesante y, si encima tiene el punto de protesta social, más me gusta.
Nos leemos ❤️
✒️ NaMartaielsLlibres
Holaa
ResponderEliminarJusto dentro de novela corta compite con dos historias que me muero por leer >.<
No sé si me dará tiempo a darle una oportunidad, aunque espero que sí.
Un saludo
Inkties
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía lo de los premios Ignotus pero me parece genial que quieres ir reseñando los candidatos. Desde luego si todos te gustan tanto como este va a estar complicada la votación. A mí este libro no me ha llamado especialmente la atención, y no sé si soy muy fan de las novelas cortas así que por ahora lo dejo pasar, pero estaré pendiente a los siguientes candidatos que reseñes.
Un saludo :)