[Ignotus] Un viaje hiperbólico. Sobre ‘Proyecto Kétchup’ de Inés Galiano

Reconozco, y me pesa, que apenas he hecho viajes a lo largo de mi vida. Al principio por poca inquietud, después por no tener dinero y, ahora, por problemas de organización. Sin embargo, poco a poco comienzo a moverme un poquito más y espero poder dar pronto el salto a otros estados. No obstante, sí que reconozco que en esas deslocalizaciones cierto aire de irrealidad por estar fuera de tu entorno habitual, tus paisajes, incluso, tus costumbres. Dentro de esa irrealidad, lo que me ha sucedido a mí, el cerebro te va a mil por hora y normalmente o ter quedas en pausa o todo se revoluciona de maneras insospechadas.

Esto es un poco lo que le pasa a la protagonista de la obra de hoy, una apuesta diferente que nos trae la editorial Obscura. La obra se llama Proyecto Kétchup de Inés Galiano y es una de las finalistas de la categoría de novela del premio Ignotus que entrega Pórtico (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror). Espero que os guste.

Ana García García-García aterriza en el sureño pueblo de Jackson City tras cambiar por un semestre la Universidad de Murcia por la Universidad de Este Lado de Tennessee. 

Nuestra protagonista llega dispuesta a disfrutar la experiencia americana, pero no cuenta con que en el campus universitario los fenómenos misteriosos, e incluso paranormales, se suceden uno tras otro.

Además de asistir a clase de Estadística y hacer prácticas de Traducción, Ana vivirá aventuras cósmicas y absurdas al más puro estilo norteamericano: se apuntará a la fraternidad mixta ΩΖΖ, fundada por el fantasmagórico Sir Walter Coyle, y a un club de escritura con un enfoque práctico en rituales espectrales; viajará a través de un en la biblioteca a un concierto de rock organizado por una célebre deidad cósmica, se verá envuelta en una invocación sectaria en el lago Bun la noche de Halloween y enfrentará una invasión mítica en el centro comercial de Jackson City durante el Black Friday. En el transcurso del semestre, Ana y sus amigos aprenderán a lidiar con la vida universitaria a la vez que con monstruos tanto legendarios como reales.

Tennessee, ese lugar

Ana García (y muchos Garcías) llega de intercambio a la Universidad de Este Lado de Tennessee, Estados Unidos, dispuesta a vivir la auténtica experiencia americana. Lo que no esperaba es que esta empezara en el mismo aeropuerto: retención policial, lobos que aúllan en la noche, un anfitrión un poco raro y, al día siguiente, una compañera de residencia superamericana. Pero, bueno, el semestre empieza y continúa la aventura: hermandades, clubs, fiestas…  y mucho kétchup. Vamos de todo.

Nuestra novela de hoy es difícil de categorizar, la verdad. Nos encontramos ante una mezcla de novela de terror slasher, con mucho de realismo mágico y toques de slice of life, ya que la base para esta narración es el intercambio real que la autora vivió en esta localidad de Estados Unidos, pero lógicamente con muchos toques ficcionales (espero, jejeje).

Así, nos adentramos en las andanzas de Ana García, estudiante española en Tennessee, a lo largo de su primer semestre en la universidad. Con ella disfrutaremos dos caminos muy típicos de la andanza americana: la vida universitaria en sí y la vida americana (asociado a lo anterior, pero con mucho cliché del día a día americano). De este modo, iremos desde las hermandades, los clubs, las fiestas, pero también Acción de Gracias, el uso de armas, Walmart…, un conjunto de situaciones cotidianas que se verán aderezados por algunos elementos curiosos.

La incógnita del terror

Entonces, empezamos la historia y nos encontramos que las películas de terror son un punto constante en la novela, así que nos lanzamos a ella con esa expectativa de terror. Sin embargo, aunque a nuestra protagonista le empiezan a pasar cosas raras, en un primer momento no tendremos muy claro si lo son de verdad o no.

En este principio, la autora jugará un terror más psicológico, que residirá en realidad en la extrañeza que le produce el entorno social y físico a nuestra protagonista, confrontado con esa preparación que puede llevar el lector ante la obra. Esta parte quizá sea la menos dinámica de la novela, ya que en ella se sitúan todos los pilares de la historia, pero no terminamos de ver nada de acción. En mi caso, se me ha hecho un poco, eso, lenta. No quiero decir que me disgustara, solo que sentía que no pasaba nada.

A continuación (y prometo hablar de esto sin spoilers), comenzamos con el realismo mágico, el gradiente de cosas raras que le empieza a pasa a Ana aumenta y es verdad que en algún momento he pensado que la protagonista lo que estaba teniendo era un buen viaje, pero de manera muy sutil la autora va haciéndonos ver que la historia va en serio. En esta parte de la obra se dinamiza mucho la narración y, sin ser todavía un frenesí, ya vamos introduciéndonos en ese terror americano.

En este sentido, nos encontramos una novela que juega constantemente con la incógnita de la certeza de lo que está pasando. Construido a partir de la experiencia real de la autora, la ficción engarzada con los sucesos reales hace que el lector tenga una duda constante durante toda esta primera parte. Creo que más allá del ritmo, que como he dicho sí me ha pesado, la autora lo consigue con garantías.

La certeza del terror

Vale, después del realismo mágico, aumentamos. Llegamos a la segunda mitad de la novela y vamos con la parte de terror indubitable. No cuento mucho, pero sí os puedo decir que la autora incorpora todos los clichés (es que no se me ocurre alguno que se haya dejado) enlazándolos con todos los personajes que conoce la protagonista.

En este sentido, la obra ya nos mete de lleno en este estilo de película de terror americana, donde tenemos ciertos clichés, ciertas escenas típicas, etc. Sin embargo, la autora ha optado por unir a esto el terror cósmico. Como no quiero desvelar mucho, no explicaré qué es el terror cósmico, pero para mí es el terror más literario de América y quizá el que más miedo me da. La narración se lanza con todos estos acontecimientos y los personajes ya no podrán sustraerse a esos sucesos extraños. Pasan cosas y hay que afrontarlas.

A nivel de composición, encontraremos una mezcla heterogénea de diferentes tipos de terror: a lo paranormal, a los psicópatas, a lo religioso, etc. concretado al final, como decía en ese terror cósmico.

Para que os hagáis una idea, si habéis jugado a rol alguna vez, este es el momento en el que no hay ni un respiro y todo lo terrible que te puede pasar sucede.

Made in

Recapitulando mis impresiones sobre la lectura, la verdad es que tengo sentimientos encontrados. Por un lado, los personajes me han gustado mucho porque han encarnado muy bien esas ideas que podemos tener de los americanos, además la parte final de la novela donde encontramos un caos absoluto también me ha gustado, de hecho, me he agobiado porque la situación pintaba muy mal y eso me suele enganchar mucho. Sin embargo, por otro lado, reconozco que me ha costado mucho la parte inicial, quiero decir, era interesante leer esos primeros pasos de la protagonista, pero no dejaba de darme la impresión de que Ana estaba haciendo hipérbole de todo lo que le pasaba, que por otra parte era nada. Con esto quiero decir que la novela me ha entretenido mucho, creo que es una narración muy bien trabajo en cuanto a la incorporación del terror, pero me ha costado.

Os recuerdo que en el blog doy mi opinión personal, que podré argumentar con algún aspecto técnico, pero que no pretende descalificar en ningún momento la obra. Lo digo porque lo que os estoy contando que me ha costado, muy posiblemente a vosotros os mantenga enganchados a las páginas de la novela. Así que, espero os animéis con ella, que la leáis y que disfrutéis mucho teniendo angustia con nuestra protagonista.

El Libro en el Bolsillo

Consigue la novela 👉: Proyecto kétchup de Inés Galiano

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