La obra que traemos hoy aquí trata sobre esa comunicación en la distancia. La novela se llama Llamando a la Tierra de Andrea Penalva, publicado por la editorial Cerbero y lo he leído como finalista a los premios Ignotus en la categoría de novela corta de la Asociación Pórtico (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror). Espero que os guste.
Han pasado 30 años desde que el asteroide Eurídice estuvo a punto de acabar con la vida en la Tierra.
30 años desde que el mayor Arthur B. Cunningham se convirtiese en un héroe para la humanidad, entregando su vida para evitar la catástrofe.
Hoy, Gabriel Da Silva, un becario que se encontraba en el lugar y en el momento equivocados, recibe una transmisión que pondrá patas arriba todo su mundo. Una transmisión que llega 30 años tarde.
Una noche aburrida
Gabriel Da Silva no podía creer lo que estaba pasando. Una comunicación con su héroe de la infancia, Arthur B. Cunningham, desaparecido en el espacio hacía 30 años, estaba entrando en su sistema. Sí que iba bien la guardia…
Una nave que cae en un asteroide y su comandante contacta con la Tierra para una misión de rescate. Esta es la premisa de esta novela corta de ciencia ficción en la que el medio fundamental de narración será el diálogo entre Arthur B. Cunningham, comandante de la misión, y Gabriel, un becario que desde luego no esperaba estar metido en este lío.
A través de estas conversaciones,
iremos avanzando en la historia que tendrá dos hilos fundamentales: por una
parte, la misión de rescate del comandante
y, por otra, el desarrollo de la
relación entre ambos personajes.
Finito
Lo primero que tengo que decir sobre esta obra es que me ha encantado. De todas las novelas cortas que os estoy trayendo últimamente, tengo que descubrirme y decir que no he leído nada parecido y tan bien trabajado en mucho tiempo.
La obra es de extensión breve, pero la autora ha conseguido en este pequeño espacio desarrollar los personajes completamente, darnos la tensión narrativa del rescate y favorecer un final espectacular. Para poder hacerlo ha empleado una estructura concisa, donde todos los conceptos necesarios estaban y se prescindía de todo aquello que no aportaba al objetivo de la narración.
Este objetivo, al menos bajo mi punto de vista, ha sido la expresión total de los personajes. Andrea nos ofrece una novela preciosa, con una escritura superdelicada para favorecer la comprensión de los sentimientos y actos de Gabriel y Arthur.
Y esa es la clave
Y es que en una novela donde los personajes fundamentales son dos, se les mima mucho. En el caso de Cunningham nos encontraremos a un hombre que está aislado en el espacio y tiene la incertidumbre de si podrá regresar a su hogar o no. Por su parte, Gabriel es simplemente un chico que está haciendo sus prácticas en un trabajo donde no tiene que tratar con nadie, por lo que el contacto con Cunningham no solo supondrá una sorpresa, sino un atentado a su forma de vida.
Sin embargo, tendrán que dialogar
para coordinar el rescate y en esa conversación prolongada en el tiempo
podremos ver cómo es cada personaje y su
evolución, aprendiendo de la situación del otro. Esta charla, sin querer contaros mucho para no hacer spoiler, supone un ejemplo de lo que es comprender, expresarse y empatizar sin precedentes en todo lo que he leído. De
ahí la belleza de la obra, su humanidad
en lo bueno y lo malo.
Os imaginaréis
No obstante, os imaginaréis que de esa relación no solo sacaremos una charla. La autora nos enseña con ambos personajes la diferencia esencial entre el contexto y la condición. En el primer caso, lo que nos afecta es mutable y podemos intentar controlarlo de algún modo, tenemos herramientas y nos han enseñado a autogestionarnos desde pequeños, pero en el segundo caso es algo inherente a la persona por lo que su control supone un sobreesfuerzo para su neurología.
Es cierto que con estas ideas os dejo alguna pista de qué encontraremos, pero sí que nos hace pensar en cómo nos relacionamos, cómo tratamos a los demás y cómo comunicamos lo que sentimos a los demás.
Además, en relación a esto, la
novela está adaptada para personas neurodivergentes, con explicaciones de
frases hechas, refranes e ironías. Sin embargo, estas explicaciones no
dificultan la lectura, ya que algunas están en notas y otras integradas en el
desarrollo de la narración. En este sentido, la novela supone un contexto excepcional para entender este tipo de uso
del lenguaje en cualquier caso.
Cariño
Este es el sentimiento que me produce la obra. Es dura, porque la situación de Arthur lo es y porque la comunicación entre personas, sobre todo cuando se es el único recurso del otro, desde luego puede ser un caos; pero también es que la expresión entre los personajes y el desarrollo de sus problemáticas y temores se hace tan bien que el lector no puede sino entenderlos como personas cercanas, por las que consigue que nos preocupemos sinceramente y con las que llegamos a empatizar totalmente.
Una novela cortita que nos llenará de cariño, corazón y entendimiento, aunque también nos enfadará y nos hará plantearnos cómo entendemos nosotros lo que nos dicen y cómo decimos lo que sentimos. De verdad, una obra que os recomiendo muchísimo y que casi no se puede explicar con palabras. Espero que os animéis con ella.
¡Hola! ¿Como estas?
ResponderEliminarCuando algo esta hecho con corazon se siente, asi que me lo anoto muchas gracias <3
Bonito sabado <3
Diana de Aventura En Libros<3