[LC] De un lado a otro. Sobre ‘Las puertas de Anubis’ de Tim Powers

Qué difícil es definir los géneros, sin embargo, nunca he tenido mucha complicación para saber en qué me estaba metiendo cuando leía. Sin embargo, llevo una racha de lecturas que me están haciendo plantearme un poco si de verdad sé lo que estoy leyendo.

Este ha sido el caso que reseñamos hoy, una novela extensa, no tanto por la cantidad de palabras que tiene sino por la magnitud que se le ha ocurrido al autor meter en ella. La obra se llama Las puertas de Anubis de Tim Powers, publicada por Gigamesh y la he leído con los compañeros del Club de Lectura de Ciencia Ficción y Distopía de Lola Mérida. Espero que os guste.

Brendan Doyle, un académico especializado en el romanticismo inglés, recibe una oferta muy sustanciosa si participa, a título de experto, en un viaje por el tiempo: una visita al Londres de 1810 para asistir a una conferencia inédita de Samuel T. Coleridge. Pero Doyle queda varado en el pasado y se involucra con un sinfín de personajes desquiciados: 

Un payaso que realiza grotescos experimentos en sus víctimas; un hechicero capaz de cambiar la historia; un doble de lord Byron programado para asesinar al rey Jorge; una muchacha disfrazada de hombre en busca de venganza; un licántropo que cambia de cuerpo…

La odisea personal de Brendan Doyle, inmerso en una desenfrenada trama de intrigas cuyo objetivo no comprende, da forma a una de las novelas de aventuras más apasionantes que ha dado la fantasía moderna. Las puertas de Anubis es una lectura trepidante en la que brillan con luz propia una espléndida capacidad de evocación histórica, un finísimo sentido del humor y un flujo ininterrumpido de imágenes sorprendentes. Mantiene en todo momento un equilibrio ejemplar entre los extremos de la narración culta y la más desquiciada novela de aventuras, que la ha convertido en un libro de culto y en una de los títulos más influyentes de las últimas décadas.

Una novela legendaria que originó un nuevo subgénero, el steam-punk.

Un viaje poco convencional

Situados a finales del siglo XX, Doyle es un experto más, un experto en un poeta inglés de la época de Byron. Por eso no entiende por qué el multimillonario señor Darrow le ha contratado. Sin embargo, como experto en literatura inglesa quizá le interese el viaje que le tiene que proponer: viajar a 1810 para asistir a una conferencia de Coleridge. Ante eso, ni el propio Doyle podría decir que no y así es como empieza su aventura atrapado a principios del siglo XIX.

Situados en varios tiempos de manera simultánea, así como con diferentes voces nos adentramos en esta novela, que como podéis leer en la sinopsis se dice que dio origen al subgénero del steampunk, pero, bajo mi punto de vista, nada más lejos de la realidad, como veremos ahora.

El foco principal de la narración está puesto en Brendan Doyle, al que acompañaremos en sus aventuras, perdido en el Londres de principios del siglo XIX. En ellas nos enfrentaremos a intrigas políticas, hechiceros milenarios, dobles, órdenes secretas y un largo etcétera de situaciones extrañas con seres aún más extraños.

Cosas que no es

Lo primero de todo, reconozco que la reseña va a parecer un ensalzamiento hatter a la novela, pero no es mi pretensión. Sin embargo, creo que sí que es justo explicar qué es y qué no es porque gran parte del conflicto en su lectura proviene del horizonte de expectativas del lector.

En primer lugar, a pesar del título, hay que saber que su relación Egipto es más bien colateral. Es cierto que hay una motivación principal, pero más allá de estar presente en el papel no supone nada para la trama. También es cierto que en ciertos momentos determinados será el escenario de la trama, pero la historia estará ya tan desquiciada en esos momentos que sea en Egipto nos importará más bien poco.

Por otro lado, a nivel de género,  aunque el libro se clasifica como ciencia ficción, debo decir que encontramos un mundo fantástico donde la magia es lo que nos hace saltar en el tiempo. Un concepto un tanto extraño en este caso y que deja las paradojas temporales a un lago para que todo sea como debe ser, hasta el punto de que hay personajes que hacen cosas completamente aleatorias para que todo encaje. En este sentido, no es tanto que no cumpla con la identidad genérica, sino que para preservar la propia historia el autor va incluyendo tropos, escenarios y escenas que a veces son puro disparate.

Ahora el libro

A nivel de trama, se nos presenta como un relato muy irregular, donde el protagonista tiene muy poco carisma y se deja llevar por la corriente en todo momento. En la segunda mitad del libro, cuando parece que ha asumido un poco lo que está pasando sí que se lanza más, pero aún así no deja de ser un pobre hombre atrapado en algo mucho mayor que él y que sobrevive por una especie de suerte arcana.

A nivel de ambientación es interesante el Londres que se plantea, aunque se acerca más a un mundo fantástico donde las cloacas, tanto las de la superficie con los mendigos, como las físicas cobran vida y el mundo subterráneo es aterrador y desconcertante. En este sentido el personaje de Horrabin será nuestra peor pesadilla durante la primera parte del libro, aunque después desaparecerá sin dejar casi rastro. En cuanto al Londres de la superficie se nos mostrará más bien poco, ya que todo lo extraño lo impregnará todo, aunque sí nos adentraremos en intrigas políticas y hasta cierto punto en algo de la clase dirigente, pero de nuevo con poco recorrido. Este es quizá el punto interesante, ya que nos muestra un mundo curioso, pero poco más.

De fantasías

En definitiva nos encontramos ante una historia de fantasía que pretende contarnos las peripecias de un hombre atrapado en el siglo XIX, pero las cuales no dependen de estar atrapado en ese punto temporal, sino en una intriga mágica que lleva un recorrido de años. Vamos que estamos ante la típica historia de estar en el lugar y el momento equivocado, con el agravante de que nuestro protagonista está porque quiere y después no sabe qué hacer.

Os reconozco que, como historia, se me ha hecho muy pesada, el cambio de época y espacio ha sido pesado, ya que había momentos que no tenían mucho sentido (sobre todo al final del libro me ha sacado mucho de la trama) y que sobre la historia poco se puede sacar. Os animaría con él si os pica la curiosidad, pero tampoco os perdéis gran cosa.

El Libro en el Bolsillo

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