[Reseña] Todo comienza por un sueño. Sobre ‘Proyecto Karón’ de Ana B. Nieto

La necesidad de conexión es algo que siempre ha estado ahí. No creo que las redes sociales hayan aumentado esa pulsión, sino que quizá nos la han hecho más patente. Esto no significa necesidad de vernos, o no solo, sino la necesidad de comprensión a un nivel más profundo, de entender nuestras obsesiones, intereses y pasiones, culpables o no. Cuando se cumple ese anhelo, esa unión con otra persona, la sensación de encajar en el universo es tal que siempre creemos que va a ser para siempre. Aunque no tiene por qué ser así.

De esto trata nuestra novela de hoy, una obra que he leído gracias a Masa Crítica de Babelio y que me ha llevado a la pausa para desentrañar la metáfora. La obra se llama Proyecto Karón de Ana B. Nieto, publicada por Minotauro. Espero que os guste.

Alaxi Dalem está acostumbrado a una vida demasiado tranquila, como agricultor y padre de familia, en un pueblo perdido del desierto de Mojave.

Cuando recibe la visita de dos militares su pasado le explota en la cara: Lena Gradavi, alto mando de defensa, ha sido secuestrada en el Karón, un proyecto que crearon a medias en la universidad.

Dicha máquina crea mundos virtuales, a partir de los recuerdos, y tuvo que ser prohibida y retirada. Alaxi es el único capaz de conectarse.

¿Por qué ha vuelto allí Lena? ¿Quiénes la retienen? Su marido, el general Ritcard, teme por Quimera, el sistema de datos que gobierna el país.

Alaxi acepta conectarse a la mente de Lena, pero sus males acaban de empezar: ella es también su ex y él la dejó de la peor manera, lo que convierte la misión en un auténtico infierno.

El desierto como condena

En un mundo donde la sequía es una realidad, los seres humanos sobreviven como pueden con la poca agua que tienen. En él Alaxi, tecnólogo simbiótico  y granjero, entre otras muchas cosas, y padre de dos niñas, una de ellas enferma, trata de conseguir lo que sea para su familia. Gracias a esa desesperación, es como termina, obligado por el gobierno, entrando en el Karón, un juego de realidad virtual que él mismo creó y que el propio gobierno prohibió. En él está encerrada Lena, cocreadora y ex pareja de Alaxi. Su misión salvarla de aquello que crearon.

Nos adentramos en una novela de ciencia ficción con un mundo muy parecido al nuestro, pero con las consecuencias del cambio climático y la escasez de agua muy presentes. En ella, acompañaremos a Alaxi, un granjero, antiguo tecnólogo, en su inmersión en el Karón, un videojuego de realidad virtual que supuso un peligro para el estado. En él tendrá que enfrentarse a su pasado, a sus deseos más ocultos y a la figura de Lena. Una aventura llena de secretos, motivaciones loables y muchos errores.

El error humano

Aunque, normalmente, suelo ser una lectora de personajes, reconozco que en esta novela no me ha apasionado ninguno de manera especial. Sin embargo, creo que me ha sucedido esto porque el mundo es muy interesante no solo por la parte ambiental, que nos lleva a plantearnos algunas cosas sobre el futuro climático que nos depara, como por ejemplo la especulación con recursos tan básicos como el agua; sino también por la ordenación política que nos presenta. Jerarquizados como si una mano se tratara, la mano de una gran Quimera que evalúa todo para dar soluciones, los diferentes estamentos ligados a la justicia, el control y la gobernación, serán partes de esa mano que gobierna un mundo donde la población está dividida bajo un entendimiento físico: los hombres trabajan en las tareas más exigentes físicamente y la mujeres en las tareas intelectuales. Las mujeres gobiernan, por tanto, los hombres laboran y defienden.  

Añadimos también que en este mundo desértico, donde los humanos se han puesto en manos de la tecnología, de las máquinas para ser bien gobernados, ser bien aconsejados y convertirlos en piezas útiles de la sociedad, cabe preguntarse cómo han permitido eso. Un personaje que aparece después del primer tercio del libro y que, sin duda, es para mí de los más interesantes, Salvia, se plantea si el mundo no estaría siendo tan injusto, tan radicalmente comercial y avanzando con tantos fallos porque ellos, la humanidad, ha sido quien ha programado las IA que les gobiernan y acompañan. ¿Y si este bien es un gran error?

El anhelo humano

Es justo por esto, por lo que creo que la autora ha conseguido dar forma a este mundo, partiendo de una base profundamente clásica: Grecia, Roma, Egipto, pero que se inserta en ese futuro de una manera muy sutil y con implicaciones que van más allá de la mera anécdota. Un ejemplo no muy comprometedor para evitar revelar nada, es el concepto de oráculo, una persona que tiene que conocer la historia, en todos los planos, incluido el personal, para poder anticipar qué va a suceder en el Karón. Esto les lleva en el mundo real a ser personas abstraídas, tímidas y de un pensamiento emocional complejo… y ahí no podemos dejar de ver a una Casandra que en este caso es otra cosa y que nos ofrece una nueva idea de aquella adivinadora.

En este sentido, a nivel de culto encontraremos dos vertientes en este futuro. Por un lado, tendremos el culto al agua, obvio si pensamos en el nivel de desertificación que encontramos en la obra; por otro, y este para mí es el más interesante, aparece el culto a los avatares, imágenes de marca que las grandes corporaciones utilizan para su venta. Con ellos, encontramos una evolución de que lo que podría ser ahora un influencer, ya que se trata del culto a alguien sea humano o digital que marca tendencia y estilo de vida.

En este contexto, se entiende que la creación y uso del Karón fuera tan adictivo y llevara a la necesidad de destruirlos. Dentro de un mundo inhóspito, cambiante y donde la respuesta te ahoga, el Karón supone un escape total, donde supuestamente el que entra tiene el control y puede compartir de la manera más sincera posible el sueño, lo que realmente uno es o quiere llegar a ser.

Las ramificaciones

Lo cierto es que después de todo lo que he contado del mundo, debo reconocer que la novela me ha gustado tanto como me ha inquietado. A pesar de estar ambientada en un futuro cercano, la parte de tecnología y ordenación del mundo sí que me ha parecido muy ajena. De hecho, cuando he empezado a disfrutar aún más la obra ha sido con la aparición de otra de las ramas del mundo: las corporaciones. En ese punto, parece que el puzle se completa y, además de querer saber qué pasa con Alaxi, tenemos el anhelo de ver cómo se entremezclan estas dos realidades. En este sentido, es muy importante la aparición de los personajes secundarios, convirtiendo la novela en una buena muestra de lo que es el mundo, ramificaciones que intentan llegar a todo y a todos, y que no tienen por qué ser compatibles entre sí.

Además, reconozco que después de la lectura me he quedado un poco fría. Creo que se elabora todo muy muy bien, tan bien, que el final me resulta precipitado, como si tuvieran las hojas contadas.

Así que, para terminar la reseña, tengo que ser muy sincera Proyecto Karón es una novela que me ha gustado y he disfrutado porque su mundo es una pasada, con las implicaciones metafísicas que implican, pero a la vez me esperaba más de ella. Creo que la historia tiene mucho potencial y que no ha sido explorado del todo. Por ello, obviamente os la recomiendo mucho, y espero que os animéis a leerla, pero no os paséis con el nivel de exigencia como me ha pasado a mí. Espero que os guste.

El libro en el Bolsillo

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