[Videojuego] Aprender a ser dos. ‘It takes two’ de Hazelight

Hoy empiezo con algo un poco personal, porque creo que toda en esta reseña. Llevo con mi pareja la friolera de 10 años en unas condiciones, que, para qué nos vamos a engañar, no serían las ideales. Incluso, siéndolas, la verdad es que es mucho tiempo y las personas al pasar el tiempo cambian. Cuando tienes una pareja y tienes la convicción de que quieres estar con ella, no queda sino remar, pero es que a veces la vida pasa, las circunstancias pasan y no siempre es tan fácil. No nos deprimamos, no significa que todo vaya a terminar, pero desde luego sí tenemos que aprender que no somos los mismos el primer día que tiempo después. Y no pasa nada, pero tenemos que aprender.

Como ya sabéis, en el blog no solo nos acercamos a la narrativa escrita, sino que también lo hacemos a través de videojuegos. El que presentamos hoy aquí trata justo de esto, de cómo cambiamos y de cómo, a veces, parece que no podemos seguir adelante. Nos olvidamos de nosotros, individuos, de nosotros, pareja y la vida nos arrolla sin remedio. 

La obra audiovisual se llama It takes two, traducido sería algo así como «Hacen falta dos» y lo ha desarrollado el estudio Hazelight. Lo podemos encontrar en la plataforma de Steam, así como Nintendo Switch e, importante, como el propio nombre indica, hacen falta dos, es decir es un colaborativo. Espero que os guste.

Métete en la piel de Cody y May, una conflictiva pareja de humanos convertidos en muñecos por un hechizo. Juntos, atrapados en un mundo fantástico donde lo impredecible aguarda a cada paso, deberán intentar a regañadientes salvar su relación rota.

Domina habilidades de personaje únicas y conectadas en cada nuevo nivel. Colabora para superar numerosos obstáculos inesperados y comparte momentos tronchantes.

Pasa un día que…

Cody y May han decidido divorciarse. Ella trabaja demasiado y él no tiene en cuenta el esfuerzo que ella puede estar haciendo por su familia. Así, un día deciden contárselo a su hija Rose y esta, creyendo que la culpa es suya, simula con sus muñecos que sus padres se reconcilian. En ese momento, por arte de magia, los padres caen en un profundo sueño y despiertan cada uno en su muñeco correspondiente. Comienza la aventura de volver a ser quienes eran, en todos los sentidos.

Esta obra de fantasía, aunque con un ambiente de lo más domestico, nos sitúa en el fatídico día en el que unos padres le relatan a su hija que se van a  divorciar. Cody, el padre, un hombre despistado, inconsciente y que le quita la gravedad a todo, y a May, la madre, una mujer reflexiva, analítica, trabajadora y fría; serán nuestro punto de vista en esta aventura que comienza con el pensamiento mágico de la pequeña Rose, deseando que se reconcilien sus padres y convirtiéndolos, sin querer, en muñecos de juguete.

De este modo, la aventura está muy clara, Cody y May tienen que desconvertirse en muñecos para poder continuar con sus vidas. Lo que no contaban es que alguien, o mejor, algo iba a guiarles de una manera un tanto particular…

Nos lanzamos a la aventura y a rompernos

Una vez que tenemos clara la premisa, tenemos que conseguir ser humanos, nos lanzamos a un mundo de fantasía donde la casa y lo que la rodea tiene sus propias normas e historia propia. De este modo, aunque estamos recorriendo las diferentes estancias, no solo estamos avanzando, sino que vamos descubriendo las consecuencias que ha tenido para el propio hogar el desgaste de la relación de nuestros personajes.

 Es curioso como la obra va dotando de personalidad y sobre todo historia a aquello que nos rodea, cómo una aspiradora puede contar mucho de una relación y cómo a medida que vamos descubriendo los diferentes escenarios los personajes también van descubriendo qué han hecho y qué ha hecho el otro en ellos. Es decir, poco a poco y en los primeros pasos del juego, descubrimos que, aunque lo parezca muchas veces, las rupturas no vienen de que un día alguien se harta, sino que hay pequeñas cosas que lo van demostrando.

En la segunda parte del juego, una vez que nuestros personajes han descubierto todos los destrozos que han hecho (de hecho y, sin querer hacer mucho spoiler, hay un momento que tenemos que hacer algo altamente terrible), comienza el momento de examinarse a sí mismos. La obra no solo nos habla de relación, sino del individuo en ella, pero lo hace de una manera compartida, ya que nosotros somos y somos con, por lo que no tiene sentido conocernos sin saber cómo nos mostramos.

Para mí esta segunda parte fue muy dura, lo reconozco, ya que los personajes comienza a dialogar entre ellos mientras estas jugando y están tan bien hechos, han analizado tan bien lo que supone una relación de pareja (sacrificios, beneficios, fallos, torpezas, etc.) que es muy difícil no identificar algo de la realidad en los diálogos. No digo más, pero es verdad que cuando el juego parece que termina es cuando realmente empieza y te va dejando hecho polvo para llegar a la gran catarsis.

Pero la vida no es solo pena

Eso sí, el juego se disfruta mucho y no solo por la jugabilidad, que debo decir que es alucinante, ya que tenemos diferentes tipos de plataformas en un solo juego, sacando todo el potencial a los efectos combinados y sin caer en el aburrimiento. Pero, lo dicho, no solo se disfruta por cómo se juega, sino por un elemento narrativo maravilloso: el humor.

Los personajes principales, es decir, Cody, May y Rose, vivirán con la tensión del momento, sin embargo, los acontecimientos que les irán pasando rebajarán esa tensión a través de este mecanismo. Lo encontraremos en dos sentidos: por un lado, hay un personaje que específicamente está ahí para decirnos, hay solución, aunque no os va a gustar… se llama hablar. Y, por otro lado…, bueno, digamos que el jardín de la casa oculta una serie de personajes muy interesantes… no sé fijaros en las ardillas, las ranas y tal, a ver qué tal.

Todo esto es lo que permite al lector del juego y a los personajes rebajar la tensión de superar los niveles, que no es otra cosa que enfrentarse a sus propios errores y a sus anhelos perdidos.

Mil cosas que decir

Si esto fuera una reseña de análisis y no de presentación, habría un montón de cosas que decir, ya que la obra es muy sutil en cómo te va cambiando mientras juegas, en cómo cambian los personajes y, sobre todo, en el simbolismo de los escenarios. Además, los desarrolladores han compuesto un mundo que nos es cercano no solo a nivel de escenario, sino también en conceptos y referencias fuera de la historia.

A nivel personal, esta narrativa permite que podamos sentarnos y disfrutar de algo que hacer juntos y nos da el espacio suficiente para dialogar sobre nosotros, ayudar al compañero y curarnos un poco del día a día, como hacen Cody y May. Si buscáis una experiencia en pareja, de verdad esta es vuestra oportunidad, es una obra maravillosa que nos da un tiempo maravilloso y que nos enseña cosas que a veces se nos olvidan. Espero que os animéis con él. 

El libro en el Bolsillo 

Podéis haceros con él 👉: It takes two de Hazelight

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