[LC] Una rave gótica. Sobre ‘Moscas de tinta’ Noela Lonxe

Menuda la semana pasada, creo que no he estado con más estrés en mi vida. Elegir qué va a ser de tu futuro es duro, sobre todo cuando eres tú quien tiene que hacer la elección, pero también lo es cuando eres el acompañante académico del artificio. Como profe de cursos de cierre, es verdad que siempre te preguntas qué es bueno o qué conviene, pero al final, también es cierto que tienen que ser ellos quienes se convenzan de lo que quieren hacer.

Esto es un poco lo que le pasa a nuestra protagonista de hoy, que quiere dar un paso adelante en sus anhelos y se lanza a la aventura. La novela es Moscas de tinta, de Noela Lonxe de la que ya reseñamos su anterior novela Pan de bruja. La he leído junto a las compañeras de Embajadores de Libros, con las que siempre es un placer compartir entusiasmos. Espero que os guste.

Luz Violeta, una joven gallega con ganas de comerse el mundo, recala en San Francisco con la idea de triunfar con su poesía. Cuando encuentra un cuarto en una mansión victoriana por un precio irrisorio, se pregunta si no será demasiado bueno para ser verdad. 

Sus sospechas se confirman cuando comienzan a pasar cosas inexplicables y sobrecogedoras. Hay algo, o alguien más, en esa habitación de la torre. Y tiene otros planes para ella. Con ayuda de sus tres compañeras y un misterioso e irresistible landlord, Luz tratará de caminar sobre la estrecha línea que separa la realidad de lo fantasmal sin perder de vista su meta como poeta, y su cordura.

La tierra de las oportunidades

Por fin, Luz Violeta, una muchacha gallega, aterriza en San Francisco. Allí de la mano de su padrino buscará un trabajo para poder realizar su sueño: publicar sus poemas. Sin embargo, lo que parecía algo hecho se complica. Un trabajo de dependienta y una habitación en una casa victoriana es todo lo que consigue, aunque ella no sabe qué le deparará este lugar tan especial.

Con el tópico de América como el lugar de los sueños, esta novela gótica modernizada nos lleva a la ciudad de San Francisco tras la pista de Luz Violeta, una muchacha que quiere ver su poesía publicada. La narración nos presenta así la ambientación de una ciudad misteriosa, una casona del XVIII y unos compañeros de reparto un tanto particulares. En sus andanzas, veremos cómo poco a poco nuestra protagonista va descubriendo que hay un pasado oculto en la casa en la que habita, un pasado que se la muestra a través de la tinta de sus páginas.

Lo que le concedemos a una novela

La historia nos encuadra en seguida en el objetivo de la protagonista. Esa llegado a Estados Unidos, sin embargo, se nos muestra como un tanto quimérica desde el principio. Es cierto que estamos acostumbrados a que nuestros protagonistas de novelas tengan sueños, pero es verdad que en este punto «el plan» de nuestra protagonista parecía hacer aguas por todas partes.

No obstante, obviando esa ingenuidad o falta de realidad de Luz Violeta, pronto nos centramos en la historia que tiene una ambientación muy bien construida tanto en sus descripciones de los escenarios, como en la segunda voz narradora de la obra.

La trama nos llegará por dos vías en este sentido, ya que, por una parte, encontraremos las experiencias de la joven gallega y, por otra, las experiencias del fantasma al que conoce nuestra protagonista. Porque sí, la historia va de fantasmas y casas encantadas, y eso conlleva un pacto de ficción que en nuestro caso se ver tocado por alguna cosilla.

Personajes y romance

El elenco de la obra lo comprende, aparte de Luz Violeta, sus compañeras de piso y su casero. Dentro de las compañeras, encontraremos a un muchacho con agorafobia que será para el lector el comodín del culpable, sin embargo, aquí es donde empiezan los problemas, ya que hace tan poco el personaje y es tan accesorio que en ningún momento podemos sospechar de él. Por otra parte, el elenco de compañeras, insta amigas, pero vale, lo compramos, es un tanto particular. Creo que no hay ni un personaje que sea el ciudadano medio americano (bueno a lo mejor Oona) y ya no solo por cómo son, sino por lo que hacen. Se podía resumir en drogas, series e intrigas de ficción.

Sin contar mucho, la obra nos va poniendo en tensión sobre lo que la pasa a la protagonista, y he de reconocer que esto lo hace muy bien, por lo que iremos intentando descubrir quién es el culpable y si lo que le sucede es cierto o no. En esta última consideración, reconozco que en ningún momento he llegado a poner en jaque lo que le pasaba, a pesar de que el resto de personajes insistían en ello; sin embargo, sobre lo del culpable… digamos que ha estado más o menos claro desde el principio y el giro final ha sido demasiado tópico. Para mi gusto claro.

Además, como os imaginaréis, ya que es casi un check en las novelas actuales, hay un romance… Bueno, en realidad no hay un romance en sí, si no que de una página a otra casi son el amor de su vida. Esto es algo que reconozco que no me ha gustado nada (sobre todo cuando pienso en la novela anterior de la autora en la que sí me gustó el romance que hizo) y que me ha parecido completamente accesorio, a pesar de que en la trama se le intente dar un peso.

Un algo

Sin embargo, os reconozco que para mí la historia tiene un algo. A pesar de una protagonista un poco pasada de ego; de personajes que están, pero que podrían no estar y de un romance acelerado; la ambientación de la obra, la tensión con respecto al mundo de lo sobrenatural y, sobre todo, la historia de fantasmas que se nos cuenta enganchan bastante.

Es verdad que quizá no ha sido una de estas novelas que te dejan impresionada, pero es que no todas tienen que serlo. Creo que es una historia que se puede disfrutar, que engancha y que nos ameniza un par de tardes. Espero que si os animáis con ella porque os gusta esa tensión gótica de fantasmas y horas del té, la disfrutéis.

El libro en el Bolsillo

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