[Ignotus] El foco que lo permite. Sobre ‘Piel de sapo’ de Eduardo Norte

La verdad es que no sé cómo viven los demás las decepciones, los problemas o las frustraciones, pero en mi caso (y no digo esto dándomelas de especial) siempre he podido con este tipo de sentimientos. Engullirlos, aplacarlos y dormirlos siempre ha sido mi técnica, hasta que la cabeza me ha dicho que basta ya y, ahora, me veo muy desubicada con todo lo que siento y cómo actúo con respecto a ello.

Esa desubicación la encontramos en la obra que nos trae hoy aquí, una obra de terror que tiene un protagonista indiscutible. La novela es ‘Piel de sapo, de Eduardo Norte, publicada por la Editorial Cerbero y ha sido nominada los premiso Ignotus de la Asociación Pórtico en la categoría de Novela Corta. Espero que os guste.

Raymond no contesta. No estoy seguro de qué es lo que he hecho mal, pero Raymond no contesta. Aparece conectado, pero no contesta. Ha leído mis mensajes, pero no contesta. Sé que no debería pensar más en ello, que no debería obsesionarme, que tendría que mirar más por mí mismo, pero… Raymond no contesta.

Pasan las horas y los días, y no puedo apartar los ojos de la pantalla del móvil, del chat silencioso, de las redes sociales, vacías de amor y respuesta. Y el Melón me observa, impertérrito, desde su lugar de honor sobre la mesa. El Melón no me juzga. El Melón me comprende. Al menos tengo al Melón.

El terror de lo cotidiano

Todo gira en torno a él. Ha pasado poco tiempo, pero yo tengo las cosas claras, o las tenía hasta que ha dejado de contestar. No he hecho nada para este silencio, creo, aunque es verdad que quizá… El Melón, al menos me acompaña; el Melón, al menos, me entiende.

Empezamos por el final, como en Crónica de una muerte anunciada, y nos adentramos en esta novela corta de terror que nos lleva desde nuestros sentimientos más profundos a la exteriorización masiva de nuestros miedos y anhelos para con el otro.

Para ello se nos cuenta esta historia en primera persona en donde el yo sufre la ausencia de respuesta (ahora los llamamos ghosting) por parte de la que él considera su pareja. Y aquí es donde viene el problema: consideraciones, percepciones y, sobre todo, el no saber nunca qué piensa la otra persona.

Un compromiso

Es muy difícil hablar de lo que sucede en la obra porque creo que todo ello nos lleva a un posicionamiento y, dependiendo de cuál sea el nuestro, la comprensión de la misma varía. En esencia estamos ante la historia de un hombre que mantiene una relación con otro hombre, el problema de base será cómo entienden ambos la relación. Dicho así, parece que todo es muy objetivo, sin embargo, todas las consideraciones sobre esta relación la tenemos de manos del protagonista.

Así, vemos cómo se excusan comportamientos de abandono, de ignorar deliberadamente al otro, etc. En este sentido, el lector sentirá la rabia y el dolor de nuestro protagonista, pero habrá otro personaje que nos dé quizá nuestro hueco en toda esta historia: Julia, la mejor amiga del protagonista.

Sin meterme mucho más, porque una de las cosas interesantes de la obra es que la vivamos, el lector va a tener que lidiar a lo largo de todas la páginas entre la tensión de que efectivamente Ray (el susodicho) se está comportando como la mierda, como que nuestro protagonista magnifica todo lo que le sucede. Y como veis este es el punto donde el lector entre en escena y añade su valor a la obra.

En mi caso, creo que en algún punto sí que tenemos una expectativa demasiado alta en cuanto a lo que se espera de la relación, pero asimismo el ghosting al que se ve sometido me parece de una crueldad exasperante. Sobre todo cuando nos lanzamos al final y Ray se ve capaz de juzgar moralmente a nuestro protagonista.

Y el melón

El melón creo que lo he abierto ya antes con mi idea de que el lector se involucra muchísimo en esta narración más que en otras y que creo que el autor ha hecho esto magistralmente. Sin embargo, hay otro del cual no os puedo hablar mucho pero que supone el punto de terror fantástico que nos ofrece la obra.

Al principio era un poco escéptica con la inclusión de este elemento y, de hecho, hacia el final me despista un poco todo lo que sucede en torno a esta idea la verdad, no sé si me ha terminado de convencer. Sin embargo, toda la trama en relación, la tensión y la reiteración del recurso es magnífica. No hace falta decir nada, no hace falta explicar nada porque ya la simple escena te lo da todo.

Impacto

Para terminar os voy a dejar dos citas de la obra:

«Y que pienso en lo mucho que quiero tirarme, confirmar lo que todos piensan, que estoy puto chalado, que quiero que me queráis, aunque sea un poquito, o me dejéis en paz»

«Es lo que pasa siempre, las personas vienen, pasan un tiempo y, cuando me ven, se marchan»

Más allá de las cuestiones literarias que he mencionado por encima, porque quiero que disfrutéis de la sorpresa que es leer la novela, para mí Piel de sapo ha sido un gritar para fuera todo lo que no hago con la voz. Al final, puede ser una relación que no nos sale, problemas en el trabajo, amigos que no entiendes…, pero siempre hay algo que nos hace sentir miserables y que nos invita a castigarnos por ello. Significa que todos terminamos como el protagonista, no, pero sí que en algún momento nos hemos sentido o nos sentimos así.

Creo que el valor de la obra de Eduardo Norte es que a través del terror nos ayuda hacer catarsis de aquello que nos somete, que a través de esa mirada inquietante a lo que nos rodea día a día (como puede ser un melón) conseguimos volcar nuestros miedos y frustraciones y que gracias a ello no nos tiramos de un puente. Todo esto lo ha plasmado perfectamente en una obra muy bien escrita, con una tensión magistral y un elemento, solo uno, de inquietud. Espero que os animéis con ella, que abráis debate y que os animéis a gritar lo que os está sobrando tanto.

El libro en el Bolsillo 

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