[Ignotus] Ironía científica. Sobre Que mundos a otros los mapas muestren, de K. J. Parker en la antología ‘Cuentos para Algernon: Año XI’
Algún día, si os apetece, ya me meteré más en este asunto, pero lo recuerdo ahora porque la reseña de hoy es sobre una novela corta, ganadora del World Fantasy Award, que juega mucho con esta historia.
Hoy presentamos Que mundos a otros los mapas muestren de K. J. Parker y está recogida en la antología de Cuentos para Algernon: Año XI, que reseñé hace unos días por aquí. Cuando leí la antología decidí separarlo por la extensión y porque los temas que trata son muy curiosos. Además, os recuerdo que la antología está nominada a los Premios Ignotus de la Asociación Pórtico. Espero que os guste.
Por undécimo año consecutivo, Cuentos para Algernon no falta a su cita para que estas Navidades también podáis disfrutar de una nueva entrega de la serie de antologías de este blog, Cuentos para Algernon: Año XI, que incluye doce de los trece relatos publicados en el mismo durante 2023. Como de costumbre, Cuentos para Algernon: Año XI puede descargarse íntegra, legal y gratuitamente en varios formatos desde esta misma página.
Sobre una investigación
Las leyendas sobre Esecuivo llevan trescientos años siendo investigadas por la Academia. Esa tierra mítica, descubierta por Eneas Peregrino, se convierte el objeto de estudio de nuestro protagonista desde su infancia. Sin embargo, la rivalidad con otro investigador, Carchedonio, le lleva a relativizar todo lo que creía conocer sobre esa tierra desconocida.
Imaginaos que en nuestro mundo, un grupo de investigadores descubriera un manuscrito de una persona que ha estado en la Atlántida. Sabemos que la figura de quien lo escribió existió de verdad, pero no sabemos la localización de dicho continente. Este es el punto de partida de esta novela de aventuras situada en un mundo alternativo donde los estudiosos buscan un territorio que no dudan de que exista, pero el cual no saben localizar ni, en consecuencia, llegar a él.
Así, para abordar esta contradicción cientifista, la obra nos cuenta en un primer momento cómo y por qué se cree en la existencia de Esecuivo, la historia de su descubridor, Eneas Peregrino, y cuáles han sido las respuestas de la sociedad de la obra, como la creación de la Compañía, empresa dedicada a la búsqueda de dicha tierra, pero que termina siendo un entramado comercial. A continuación, la historia se lanza con la rivalidad de nuestro protagonista y su antagonista académico, Carchedonio. Ambos son los mayores expertos en Esecuivo y en Eneas Peregrino, por lo que retroalimentan su rivalidad, a la vez que aprenden uno del otro y alimentan sus investigaciones.
La ciencia humanística
Con este cuadro de situación, que no se sepa dónde está Esecuivo pero no se dude de su existencia, os podéis imaginar que el lector lo que anhela es saber si existe o no de verdad y es ahí donde el autor utiliza al narrador, el protagonista de nuestra historia enemigo de Carchedonio, para introducir la reflexión histórico-filológica del asunto.
Para empezar, nuestro narrador nos va a decir que va a contar la verdadera historia de lo que pasó, en este sentido, que puede afirmar que Esecuivo existe, pero no puede decir dónde está. Sin embargo, a la vez que nos va contando la historia del descubrimiento del territorio, nos cuenta también la historia de su propia vida. Pronto empezamos a ver que tenemos un protagonista un poco ególatra que no deja de justificar y desviarse del asunto importante hacia sí mismo.
En este sentido, me ha gustado esa crítica inicial velada que hace a los investigadores, que tienden a esa egolatría de qué sería sin ellos. No obstante, se vuelve algo humilde y nos desarrolla su rivalidad con otro investigador, reconociendo por tanto a un igual. La problemática, entonces, que se nos desarrolla es cómo en post de esa rivalidad se pueden manipular descubrimientos.
Aquí dejo de hacer referencias a la novela y, por tanto, iré más rápido. Con todo esto, el autor nos traslada a la realidad del estudio humanístico. En el momento en el que en el XIX se exigió a estos estudios que fueran científicos se pervirtieron en cierta manera. No es lo mismo presentar un argumento lógico a partir de unas fuentes que presentar algo que se infiera directamente de las fuentes. A lo mejor creéis que estoy equivocada, pero creo que es algo capital entender que cuando alguien postula algo en ciencia lo demuestra en el laboratorio (o en el programa de ordenador al caso), cuando alguien hace una afirmación sobre la historia, sobre la literatura, la cultura, lo que presenta es un argumento que a partir del análisis de las fuentes ha podido elaborar. Dicho esto, en la novela veremos cómo ese afán de ratificación científica lleva a cierta locura a nuestro protagonista. Y ahí dejo de leer.
Más allá de las paranoias
Dejando de lado esta parte más academicista, debo decir que a partir de ella el lector se lo va a pasar muy bien, porque toda esta problemática nos las presenta con una comicidad canalla por parte del protagonista. La personalidad de nuestro narrador es uno de los puntos fuertes de la obra, ya que su descaro y su mal hacer, en realidad, en relación a lo que tiene que ser un académico es tal que solo puede sacarnos la sonrisa.
Sin embargo, también lo hacen sufrir y eso lo disfrutamos igualmente, ya que el autor sabe llevar muy bien la tensión dramática y el guiño cómico. Se nos presenta por tanto, una historia de aventuras, casi a la antigua usanza, con variables muy interesantes, otras divertidas y algunas trágicas, en realidad.
Por todo ello, como hice en el anterior post, os invito a leer Cuentos para Algernon: Año XI, antología donde se encuentra recogida esta novela corta y, en especial, esta novela corta con la que os lo pasaréis muy bien. Espero que os animéis con ella.
Holaaa
ResponderEliminarMe alegro mucho de que el este cuento te haya gustado tanto, yo no lo he leído y por ahora no creo que lo haga, aun así espero hacerlo un poco más adelante.
Un saludo
Inkties