La historia a la que nos acercamos hoy aquí tiene mucho de comunicación de muchos tipos y mucho del peso que esto tiene en nuestro ser. La novela se llama Intermnemosis de Celia Corral-Vázquez, publicado por Crononauta, y es finalista a los premios Ignotus de la Asociación Pórtico en la categoría de Novela. Espero que os guste.
Ya no hay vuelta atrás. Han secuestrado una nave, a una doctora y al último espécimen que queda de las siderales.
Saber por qué esta especie alienígena desapareció de pronto de su planeta es vital para la supervivencia de la humanidad.
La mecánica Darsha está dispuesta a arriesgarlo todo por la causa, hasta su propia mente. Por eso se ofrece voluntaria para una intermnemosis y que, así, los recuerdos de la sideral se transfieran a su memoria. ¿Será suficiente para salvar a su propia especie? ¿Será la única manera de comunicarse con las siderales?
Uno y todo a la vez
Después de que el grupo ecologista ViDP haya secuestrado una nave, no hay vuelta atrás. Ha comenzado el Plan Nexo. Tienen todo lo que necesitan para averiguar por qué las siderales desaparecieron de repente de su planeta: una doctora capaz de llevar a cabo una intermnemosis, la transferencias de recuerdos de un ser a otro; una voluntaria para recibirlos y un espécimen de sideral para sustraerlos.
Lo interesante del inicio de esta novela de ciencia ficción, muy reivindicativa, sin gritar, y tremendamente inclusiva es que desde el primer momento nos dejan muy claro cuál es el objetivo de la obra. Las componentes del grupo ecologista ViDP han raptado a una sideral y a una doctora experta en intermnemosis para descubrir a dónde ha ido la especie después de que su planeta sufriera un colapso ecológico y descubrir qué solución pueden tener para aplicarla a la Tierra.
Sin embargo, la novela no va de esto, la novela nos cuenta cómo nos lanzamos al vacío cuando tenemos una esperanza, nos hace pensar también en cómo no podemos desarrollarnos en soledad, cómo necesitamos a los demás, aunque sea en presencia; nos lanza a descubrir cómo tratamos al otro y que esta idea toma muchas formas. Nos lanza, en definitiva, a un espacio inhóspito en el que tenemos que sobrevivir.
Lo escalofriante
Curiosamente, aunque la novela en inicio es una esperanza de poder solucionar los problemas, en este caso los ecológicos que asolan la Tierra, tiene muchos aspectos negativos del ser humano desarrollados en sus páginas.
Creo que el primero que podemos encontrar es el miedo. Este a lo largo de la narración no se explicita como algo inherente al plan, sino como consecuencia de la preocupación que tienen las tripulantes por otras. A través del miedo es como la trama avanza y nos lleva a vivir los momentos de mayor tensión de la novela, porque cuando la gente lo siente quizá no piensa con la claridad que debería.
Sin embargo, aunque este es el
sentimiento de fondo, la novela nos
ofrece tres perspectivas diferentes para abordar otros tres temas capitales
en la novela: el otro, la identidad y la
comunicación.
El lamento
Ligados los tres entre sí, no obstante, cada uno de ellos encuentra su espacio para desarrollarse a través de cada uno de los personajes que hablan. No los nombre para que seáis vosotros quienes unan o no estos hilos, pero sí que me voy a detener un poco en cada tema.
La perspectiva del otro es algo que va a estar presente en todo momento,
ya que el formato multiperspectivista lo implica, pero lo interesante es que,
siendo una novela relativamente corta, se
presentará de múltiples maneras. Por un lado, tendremos el desarrollo de la otredad en las minorías, la cuestión
de las siderales nos lleva a verlas tanto como seres inteligentes que han
tomado una decisión que nos conviene, como objeto de estudio. Esto último llevará a la despersonalización de una
especie entera en post de salvar a otra, la nuestra, la que nos interesa.
Y, aunque nos puede parecer lógico, quizá, desde un punto de vista
humanocéntrico, si nos centramos en lo frío del asunto, nos puede impactar un
poco. En la novela esto se conseguirá con un profundo trabajo en las sutilezas y las explicitudes que hacen que el
lector se sienta incómodo porque comprende pero no comparte.
En otro sentido, la otredad se nos une con la comunicación. Quizá por cómo estoy el tema de la comunicación haya sido uno de los que más me han gustado de la obra, porque no se habla de la imposibilidad de comunicarse, porque, hasta cierto punto, eso sería una falacia, sino del desinterés por la comunicación cuando hay problemas en ella. Esos pueden ser bien de entendimiento o bien de impedimento, pero en cualquiera de los dos casos, la obra nos lleva a ver tanto a personajes que lo intentan y no cesan en su empeño de conocer al otro a través de este medio, como personajes que no solo no lo intentan, sino que, además, exigen que esa comunicación se haga a su manera, con sus códigos, sus normas.
Esto también ha sido algo muy duro en la obra, porque si bien es verdad que los personajes se resignan a lo que tienen delante, en este sentido, el lector siente mucha impotencia ante la imposibilidad y el desprecio a la comunicación. Es algo así como ver a alguien pedir auxilio de mil maneras y a otra persona exigiendo que lo solicite con un formulario a la administración.
Quizá el quid
Y si decíamos que el otro y la
comunicación estaban ligados, esta última la encontraremos, como no podía ser
de otro modo, al problema de la
identidad. Es verdad que argumentalmente he hecho un poco de trampas porque
cómo vamos a hablar del otro sin hablar de la identidad, pero en este caso he
querido aislarlo como la identidad
individual, es decir, la del yo consigo misme.
Cuando estudias pedagogía, como docente, tienes que aprender algo de psicología infantil y juvenil y recuerdo con mucha curiosidad cuando tuvimos que estudiar la formación de la identidad. En esta novela, el nóvum ciencia-ficcional justo es la capacidad de trasferir recuerdos de un ser a otros y es cierto que esto lo hemos visto antes, pero no al nivel de detalle que encontramos en esta historia.
Aquí me detengo un momento porque justo en este tema hay que destacar cómo la autora ha sabido conjugar en su estilo lo estrictamente científico y lo humanístico de manera excepcional. Las cuestiones científicas no se han hecho pesadas, a pesar de estar explicadas con cierto detalle, y los dilemas humanos han sido fáciles de seguir, a pesar de su complejidad estructural.
Dicho esto, con esta posibilidad abierta la identidad se tambalea en esta novela. Yo sé quién soy por mis acciones que se trasforman en recuerdos que almaceno en mi propio archivo, llamado cerebro, pero si consigo los de otros quién soy y cómo puedo convivir con ambas realidades. Esto será vital en la obra, porque no solo atacará a quién soy, sino quiénes son los demás y qué son para mí si yo soy otra cosa. Y ahí está el quid de la cuestión, que esto es algo que tendrá que dilucidar el lector.
Ya me callo
Como veis estoy afónica y, por tanto, tengo que purgar la emisión de frases en algún sitio; pero, en verdad, esta reseña me ha quedado más larga porque la novela me ha gustado mucho. No le puedo sacar un pero ni si quiera un me hubiera gustado.
No digo que sea la novela perfecta, pero sí que para mí ha sido una historia muy bien formada, con unos temas muy interesantes de ser explorados por el género y con un estilo que hacía sencillo que el lector participara en esa reflexión. La ciencia ficción me pirra, pero más allá de eso, os animo a que os lancéis a ella y abracéis a las siderales. Espero que os guste.
Holaa
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Yo todavía no he leído a la autora pero me apetece hacerlo.
Un saludo
Inkties
¡Hola!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado mucho <3
Muy buena reseña <3