[Reseña] No solo un héroe. Sobre ‘Llanto de Luna’ de Cristóbal Cabrera Alarcón y Antonio Morales Morales

A veces me pregunto si somos capaces de limitarnos a disfrutar o si siempre andamos buscando algo más. Quizá si fuéramos más simples, o más bien, si apreciáramos lo sencillo, habría muchas historias que llegarían a nosotros como grandes oasis en el desierto.

Un poco así es la historia que hoy nos acompaña en el blog: un oasis en el desierto. La novela se llama Llanto de Luna de Cristóbal Cabrera Alarcón y Antonio Morales Morales. Está autopublicado en Amazon y salió el 3 de junio. Espero que os guste.

Los Hijos de la Luna han disfrutado siempre de fama y gloria gracias al poder que la luna les concedió al nacer. Fuerza, Música, Transferencia, Inmortal, Mentalidad, Guerrero y Premonición son el sueño de cualquier niño y la ambición de muchos adultos.

El color del pelo y sus poderes sobrenaturales los identifican de manera inconfundible al nacer. Sin embargo, nadie los ha visto desde hace años. Han desaparecido.

Cuando Omy tomó el poder de la Orden solo tuvo una cosa en mente: la Inmortalidad. 

Con el paso del tiempo, su ambición creció aún más y ahora busca a los Hijos de la Luna con desesperación. Su camino se cruzará con el de Kailen, un joven granjero que no conoce el mundo más allá de la granja de sus padres y que, sin proponérselo, tendrá que afrontar el mayor desafío al que jamás se haya enfrentado en busca de su libertad.

Por suerte, no lo hará solo. Su mejor amiga, Melwen, y Cudal, un notable comerciante de Kalindor, se verán arrastrados a una lucha de poderes instigada por los celos donde descubrirán que el amor es capaz de conseguir cosas increíbles y, a veces, terroríficas.

El color del poder

Situados en el pueblo de Kalindor, nos asomamos a la historia de Kailen, Melwen y Dravos tres jóvenes que se verán enredados entre la leyenda y la política de la Orden de los Hijos de la Luna. Tres destinos distintos y una sola historia para poder conocerlos todos.

En la antigüedad los Hijos de la Luna aparecieron para ayudar al resto del mundo. Sin embargo, esta novela coral de fantasía nos trae años después, cuando la Orden de los Hijos de la Luna está gobernada por Omy, un sucesor del que pronto sabremos que sus intenciones no son buenas.

Obsesionado con obtener la inmortalidad, acompañaremos a Kailen en su formación y huida para no ser descubierto, a Melwen que luchará con los distintos caminos del corazón y a Dravos, con el que navegaremos la política de un mundo que desde todo su esplendor ha pasado a la corrupción menos disimulada. Intriga, persecución y mucho secretos nos esperan en estas calles.

Sensación de inmensidad

Y curiosamente, uno de los logros de la novela es que, dándonos escasamente dos escenarios de acción, parece que nos encontramos ante un mundo inmenso con muchas posibilidades de expansión. Reconozco que no sé explicar cómo lo han conseguido, pero la experiencia lectora es de control porque conocemos qué sucede y dónde, pero no es claustrofóbica o pobre.

Quizá una de las causas sea la cantidad de personajes que conocemos en la obra. Sin ser excesiva para que nos perdamos, sí que tenemos una exposición narrativa coral, cada capítulo pertenece a unos de los personajes, indistintamente de su grado de implicación. Tenemos tanto capítulos de protagonistas como de personajes clave secundarios.

Todos ellos, no solo nos hacen conocer al personaje en sí, sino un fragmento de la historia de este mundo. Y es que la historia de los Hijos de la Luna es una historia eones, conservada y mantenida gracias al don de su fundador, la inmortalidad. Sin embargo, ahora que esta parece haberse perdido la historia se acelera y todos los que, de algún modo, alguna vez estuvieron implicados tiene su palabra que decir en este asunto.

Conflicto con sentido

Por ello, nos encontraremos una novela llena de conflictos, pero no me refiero con ello a conflictos armados. Los personajes tendrán que debatirse en muchas cuestiones que les generarán problemas de lealtad, de confianza, conflictos armados (obviamente) e, incluso, incongruencias históricas que deberán resolver.

De este modo, en cada uno de ellos tomaremos parte unas veces de uno y otras veces de otro, enriqueciendo a los personajes y a la novela, ya que no existirán los malos absolutos ni los buenos divinos. Además, a través de ellos, encontraremos los grandes temas de la obra, que si bien son los que podemos esperar de una fantasía, sí que es verdad que se tratan, a mi parecer de una manera más moderna.

En primer lugar, el amor no será algo romántico, o no solo, también descubriremos este como un espectro de sentimientos hacia los demás, que en algunas ocasiones nos llevan a tomar un camino equivocado (o en algún caso ni si quiera a tomarlo). También tendremos el sentimiento de venganza, de una manera diferente al arrasar y destruir, sino como un derecho al que hay que acceder.

El poder y lo sencillo

Y estamos en una fantasía, pero no he dicho nada de la «magia». En nuestro caso, la magia consiste en una habilidad específica del usuario, se distinguen por rasgos específicos (que tendréis que descubrir) y, en este sentido, poco más porque nos encontramos ante una novela que, ante los worldbuildings mastodónticos (en cuanto a magia y mundo) a los que nos tienen acostumbrados las obras de ahora, ha optado por lo sencillo.

El enredo aquí viene por la gente que quiere hacerse con ese poder, por los movimientos políticos del mundo o por el ansia de poder del malo. Sin embargo, para ello ha optado por una estructura limpia, que no lleve a confusión; sería algo así como: «mira esta es la magia, este es el señor que la ha liado parda y estos los que pueden arreglar la situación, bien, pues ahora céntrate en qué hacen, qué sienten y qué piensan los personajes. Disfruta».

Y lo cierto es que se disfruta mucho. Es una novela de fantasía que nos da los elementos para disfrutar el género, una historia sencilla de seguir y unos personajes con mucho carácter y personalidad. Que hay cosas que nos suenan, sí, pero es que a veces solo necesitamos una buena lectura y ya está.

Así que, por el valor de lo sencillo y las buenas historias, os la recomiendo. Espero que os guste.  

El libro en el Bolsillo 

Puedes adquirir el libro 👉: Llanto de Luna de Cristóbal Cabrera Alarcón y Antonio Morales Morales

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