[Reseña] En el tiempo de un viaje. Sobre ‘Tres horas a Madrid’ de Iván Manrique Díaz

No sé cuántos de los que os pasáis por aquí viajáis mucho, pero en mi caso, lo intento de alguna manera una vez cada nos meses, ya que tengo una relación a distancia. Más allá de las consideraciones típicas sobre este asunto, cuando viajas tanto, todo lo relacionado con el viaje (horarios, estaciones, etc.) da pie a que reflexiones de una manera diferente.

Justo esa idea es la que ha tomado el autor para ofrecernos una historia más profunda de lo que aparenta. La novela se llama Tres horas a Madrid de Iván Manrique Díaz y está autopublicada en Amazon. Espero que os guste.

Kapi viaja a Madrid sin imaginar que, a veces, la vida decide cruzarte con alguien justo cuando más lo necesitas. A su lado viaja Javier, un desconocido con el que comparte algo más que un asiento. En apenas tres horas de viaje, compartirán conversación y, sin proponérselo, una pequeña revolución emocional.


Tres horas a Madrid transcurre íntegramente durante un viaje en tren de Barcelona a Madrid, y se convierte en un recorrido íntimo sobre las segundas oportunidades, el amor, el desamor y esas casualidades que parecen estar escritas.

Llegada a la estación

Javier acaba de terminar una relación y esto se refleja en todo él. Un poco desastrado, más cansado de lo que debería y considerando que su vida es caótica, coge un el tren Barcelona-Madrid. En él se encuentra con Kapi, una muchacha enigmática que pronto llama su atención. Ambos en el mismo viaje, en puntos vitales diferentes, pero con una conexión extraordinaria.

Una estación llena de gente y el foco en un hombre, así comienza esta novela contemporánea que podríamos llamar romántica, aunque creo que su historia va mucho más allá del romance. La obra nos lleva de Barcelona a Madrid, de la mano de Javier y Kapi, dos personajes que nos harán plantearnos que es lo importante cuándo conocemos a una persona, qué sinergias y qué cuestiones pueden hacernos conectar más allá de una atracción física.

Además, la novela nos plantea también que la vida, a veces, es más complicada de lo que se nos ha vendido, sobre todo en cuanto a relaciones se refiere. De este modo, no solo tenemos cómo se conocen dos personas, sino también una invitación a sentarnos, pensar y disfrutar del viaje.

Un cambio de espacio

Muchas veces, cuando nos sucede algo malo, nos dicen que quizá nos venga bien un cambio de aires. No sé la verdad de esto, pero sí que es verdad que el hecho de cambiar de lugar hace que nuestra percepción sea diferente. Así se refleja en la obra.

En el inicio del viaje tendremos a Javier, un hombre que acaba de terminar una relación que parecía ir viento en popa. El inicio de su viaje es una serie de desastres encadenados que provocan que a nivel externo parezca un desastre y que a nivel interno él se sienta perdido. En esa consecución de desdichas alguien se apiada de él, Kapi, su compañera de asiento.

Ella, por su parte, cuando comienza el viaje es una mujer enigmática que deja traslucir muy poco si no la conoces. Inquiera, leyendo sin leer y contemplando el mundo con miedo y curiosidad es el punto misterioso de la obra. Un misterio que, curiosamente, Javier no quiere desentrañas, sino que quiere vivir.

Ambos, comenzarán el viaje con una manera de ser, de estar diferente a como lo terminarán. No serán mejores ni peores, ni puede que lo estén, pero sí que habrán recorrido en tres horas las emociones que les abruman y, quizá habrán lidiado con ellas. Esto tendréis que descubrirlo vosotros.

El componente de romance

No os voy a decir ni que sí ni que no, pero sí que es verdad que si estáis buscando una romántica al uso, no la vais a encontrar.

En este sentido, la novela nos cuenta una historia más de sensaciones y de gestos que de hechos en sí. La relación entre ambos personajes nace del desconocimiento absoluto. La idea de desconocido / desconocida no ofrece un añadido en la tensión emocional entre ellos. Lo que veremos será un descubrimiento sosegado sin más pretensiones que compartir un espacio y un tiempo. Y para mí esto es muy bonito, porque las grandes historias no nacen de un chispazo, o no solo.

Por otro lado, el desarrollo de esa relación se hace a través del detalle y no de lo explícito. Esto es muy interesante porque deja espacio al lector para atender a otras cosas, cómo se encuentran los personajes, qué sienten, cuál ha sido su vida anterior y qué pueden esperar de la que se les abre en este viaje.

Todo esto hace que decir que la novela es solo romántica sea quedarse corto, aunque negar el componente de atracción emocional entre los dos protagonistas tampoco tiene sentido. De ahí mí sí pero no, mi no pero sí. Creo que es una historia en este sentido que hay que descubrir y a la que cada lector dará su valoración.

Un trayecto

La verdad es que leer esta novela es como un soplo de aire fresco. Lo primero por su brevedad, es una historia a la que no le falta ni sobra ninguna página, hay momentos de introspección bien planteados y momentos de interacción que aportan a ese viaje. Quizá, por ponerle un pero al estilo, diría que el narrador a veces se anticipa demasiado o verbaliza de manera muy explícita lo que sienten los personajes. Sin ser algo negativo, es verdad que a mí en algún final de capítulo sí que me ha sido innecesario porque se infería bien a partir de lo narrador. En cualquier caso, esto es una consideración particular.

Más allá de la parte narratológica, la novela resulta muy interesante por lo que nos plantea a nivel vivencial, porque refleja muy bien lo que puede suponer un viaje, sobre todo cuando estamos en nuestros peores momentos y porque, de una manera u otra, sabe llegar al lector con las inquietudes y vivencias de los personajes.

Os la recomiendo, creo que es un libro que si bien puede servirnos para desconectar, nos dejará un poquito más. Espero que os guste.

El libro en el Bolsillo 

Puedes adquirir el libro 👉: Tres hora a Madrid de Iván Manrique Díaz

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