Un lobo entre nosotros. Sobre The Wolf Among Us de Telltale

Remover el pasado no es quizá lo más correcto, pero el presente nos da una perspectiva más objetiva de lo que se nos ofreció. El tiempo elimina la euforia y nos permite ver con claridad lo que la novedad nos nublaba. Hay una frase en este sentido que me pone un poco nerviosa, «hay que entender las cosas en su momento», pero, vaya que esta frase no la decimos con un gran cuadro ni con una gran obra, sino cuando hay que justificar algo que está sobrevalorado. 

Por esto mismo, he querido dedicar mi entrada mensual sobre la narrativa en videojuegos a una historia que en su momento fue muy famosa y que a finales del año pasado nos dejó huérfanos. Hoy The Wolf Among Us de la productora Telltale. 

Como muchos ya sabréis, y a aquellos que están fuera del mundillo se lo cuento ahora en un momento, la productora de este juego fue Telltale, una empresa estadounidense, con una idea bastante innovadora en cuanto a la creación de videojuegos: creación y distribución episódica. 

Fue fundada en 2004 por un grupo de exempleados de Lucas Arts, y con este aval y gracias a los títulos que comenzaron a manejar (Walking Dead, Juego de Tronos…) el éxito parecía estar garantizado. Sin embargo, en 2018 Telltale hizo dos anuncios que impactaron a los jugadores de sus series: la cancelación definitiva de The Wolf Among Us 2, que ya contaba con poco presupuesto y se sabía que no iba a salir, y el cierre definitivo de la productora. 

Os cuento todo esto porque la historia que vamos a reseñar aquí hoy está completa, sí, pero abierta. Sin embargo, ante la circunstancia del cierre de Telltale y a causa  de una sobreconfianza en el producto, uno de los más recordados de la productora, debemos ceñirnos a lo que hay. Y lo que hay es un cómic estupendo, no un juego reseñable. 

Fables & The Wolf Among Us

Pero bueno, ¿a dónde voy con todo esto? El juego narrativo que nos ocupa en concreto es The Wolf Among Us, una historia que se encuadra en el mundo de los cómics de Fables (Fábulas) publicadas en la serie Vértigo de la mundialmente famosa DC.

Fábulas es una serie de historietas creadas y escritas por Bill Willingham, cuya particularidad es que están protagonizadas por los seres de los cuentos y de las leyendas urbanas a lo largo ancho de todo nuestro mundo. En los cómics los personajes de las fábulas clásicas se ven obligados a huir de sus mundos de fantasía ante la llegada de un misterioso enemigo, El Adversario. De esta manera viajan a Nueva York y se establecen allí, fundando Fabletown. Eso sí, hay una condición para permanecer en la ciudad, deben tener apariencia humana, para lo que las fábulas con otras formas, sean estas cuales sean, tendrán que emplear un hechizo: el glamour. Pero el hechizo cuesta dinero. Aquellos que no lo hagan serán trasladados a un lugar llamado la Granja.

Pues dentro de este mundo es donde encuadramos este videojuego narrativo de cinco episodios, The Wolf Among Us. Como precuela del cómic original, la historia nos presenta a Bigby Wolf, más conocido como El lobo feroz, que reformado en su paso por el mundo humano, es el sheriff encargado de que todo se mantenga en orden en Fabletown junto a Snow White. 

El videojuego comienza en un día cualquiera en el que una Fábula, Toad, llama a Wolf por unos disturbios en su edificio. Parece que el leñador de Caperucita Roja está pegando a una prostituta. Y ahí entramos nosotros. 

Una historia de «porqués» y labios sellados

Encuadrado en el género Noir y con una estética de cómic, el videojuego nos ofrece una narración muy interesante. Lo primero que percibimos es el ambiente enrarecido de Fabletown, pobreza, violencia, clandestinidad… y la revelación sorpresa de que nuestro terrible Lobo feroz es el sheriff del lugar. Su herramienta para ser el protector de esta ciudad, siendo el lobo feroz, es bien simple: el miedo.

En este aspecto las primeras opciones de interacción nos ofrecen una luz: entre los muchos temas que se van a desarrollar, uno de ellos es la historia de redención de Wolf, «todos me temen por mi pasado». El lobo feroz se ha cansado de ser el malo del cuento, ir al mundo de los normies (la gente normal) suponía una oportunidad para tener una vida diferente, una vida mejor. Pero pronto acabamos con la ilusión, entramos en el piso del altercado y nos peleamos con el leñador, por supuesto, lanzándolo por la ventana. De esta manera ayudamos a una muchacha sin nombre, una prostituta que nos recuerda cuál es nuestro camino en el juego: «No eres tan malo como todos dicen que eres».

Aquí comienza la verdadera trama policial, ya que esta muchacha sin nombre aparecerá muerta pocas horas después (esto no es spoiler, que son los primeros minutos de juego). Debemos averiguar quién o cuál es la Fábula que la ha asesinado y por qué. Ahora comenzaremos a tirar del hilo junto con Snow White, secretaria del alcalde. ¿Por qué Fabletown no es el lugar del «vivieron felices y comieron perdices»? Nos encontramos que la ciudad es un nido de miserias (como nos muestra, por ejemplo el personaje de Toad), que las Fábulas al llegar a nuestro mundo no supieron bien qué hacer y que para subsistir tuvieron que hacer lo que pudieron, como por ejemplo prostituirse.

«Mis labios están sellados»

Continúa la historia con otro asesinato, de otra prostituta, y se lanza la narración, comenzando de este modo el otro hilo narrativo de la historia interactiva: el misterio de las mujeres de Fabletown. Sin querer entrar en su tratamiento, «nuestro labios están sellados», sí podemos decir que ninguna de ellas podrá contarnos nada, de ahí nuestro título, pero todas nos ayudarán a comprender qué está sucediendo.  

Así las mujeres serán muy importantes tanto para redención de Wolf, como veremos en los personajes polarizados de Snow White y Nerissa; como para explicar con qué sistema está funcionando la ciudad. A partir de la muerte de estas dos mujeres, si seguimos tirando del hilo comenzaremos a destapar los casos de corrupción y no solo eso, sino que además empezaremos a comprender que la mafia es un elemento más de la idiosincrasia del mundo y que es completamente necesaria.

Y es lógico. Los grandes personajes, nobles y reyes en sus reinos de fantasía, al llegar a Fabletown no son nada y no saben qué hacer, se prostituyen o se venden al mejor postor De ahí la aparición del sistema corrupto de este mundo, aprovechado y utilizado, lógicamente por los personajes más traicioneros y manipuladores de las fábulas. De esta manera se consigue en la narración la brillante integración de personajes que a priori están a años y kilómetros de distancia. Bloody Mary comparte escenario con Bella y con el demonio de Jersey, Snow es empleada de Ichabod Crane, etcétera. 

Ahora bien, culpar de este casi clasismo de unas fábulas con respecto a otras al sistema corrupto es obviar la responsabilidad de quienes protegen y gobiernan la ciudad. Así a esa idea de redención de Wolf añadimos también la historia de su responsabilidad y la de Snow. Realmente, todo este sistema también es consecuencia de un montón de cuestiones que Snow y Wolf han ido eludiendo en el pasado como agentes que cuidan de Fabletown. 

Un problema de origen y desarrollo

Ahora, a nivel de juego, lo primero que se nos indica es que nuestras decisiones tendrán peso en la historia y que según elijamos una cosa u otra esta cambiará. NO. Lo siento pero no, después de jugar el episodio uno varias veces para sacar las variables, desgraciadamente, la historia que nos cuenta es la misma. La ilusión de influencia por parte de receptor se rompe demasiado pronto y constantemente tienes la sensación de que estás encorsetado en tus decisiones.

Un ejemplo bastante determinante es la actitud de Wolf. Generalmente hay como tres tipos de variables para el personaje: la respuesta violenta, la respuesta agresiva y la neutral-compasiva (en este sentido a veces se confunden ambas). Pues bien, yo jugué por la pasivo-agresiva y obtuve una historia, pero si sigues la más agresiva tienes la misma solo que con más peleas y más sangre. ¿Ha cambiado la historia? No, la primera directriz que nos dice el juego no se cumple.

No obstante, tiene puntos positivos como narración interactiva. Cabe decir que la jugabilidad en sí, sin ser determinante o reseñable para la trama narrativa, para el jugador es entretenida. Las pelas y persecuciones, que, como novela negra que es, abundan, piden al jugador una implicación plena, so pena de quedarse espachurrado en el asfalto, por ejemplo, o atravesado por un hacha, también. Y debo reconocer que en esto me lo pasé realmente bien. Una de las peleas finales, que obviamente no diré contra quién es para no hacer spoiler, me pareció una de las mejores peleas que he tenido yo en videojuegos (casi diría desde los finales de Kratos).

Además, a esto tenemos que añadir un manejo estupendo de la música y la presentación de cada episodio. Con su propia cabecera y su «anteriormente en...» cada episodio supone una experiencia fílmica genial (tan genial que cuando me tocaba coger el ratón me molestaba un poco) y la música lo completa todo con los tonos típicos de las películas malas de detectives y con una ejecución de la tensión brillante. Los momentos de elección o de máxima tensión narrativa estaban respaldados por una tensión musical buenísima.

Una buena historia, pero tampoco ese gran videojuego

Lo cierto es que me acerqué con mucha ilusión al juego y casi hasta con cierto deje de culpabilidad. Ya en su momento me llamó mucho la atención y tardé bastante poco en tenerlo, sin embargo, como era un videojuego narrativo, quería dedicarle el tiempo que se merecía, así que lo he ido postponiendo. El caso es que no sé si es porque tenía las expectativas muy altas por las valoraciones iniciales del juego o porque la temática me gusta especialmente, pero el juego me ha dejado un poco fría. Todo el rato tenía la sensación de que en cómic lo disfrutaría mucho más y que mi intervención solo molestaba y ralentizaba la narración. Cierto es que en las escenas de pelea me lo pasaba como una enana, pero a nivel de narración la jugabilidad en este caso no ha ayudado. Las críticas lo alabaron porque era una novedad a nivel de planteamiento y porque la historia está muy bien, pero, sinceramente, si os queréis acercar a Fabletown y a Bigby Wolf, mejor el cómic.