[Reseña] Lo que la sombra esconde. Sobre ‘El príncipe de la niebla’ de Carlos Ruiz Zafón

Nuestros anhelos más ocultos no siempre tienen por qué ser nobles, de hecho, creo que gran parte de las veces no lo son. Sin embargo, y como medida de contención, de que se mantenga el orden, la gran mayoría de las veces no somos capaces de cumplirlos, pero… ¿y si pudiéramos? ¿Qué estaríamos dispuestos a dar a cambio? Un trato es un trato. 

Nos adentramos hoy en uno de los libros que más tirón ha tenido entre los jóvenes de muchas generaciones y los no tan jóvenes. La novela es El príncipe de la niebla de Carlos Ruiz Zafón y con ella le recordamos a él y a su obra. Anteriormente, he leído del autor Marina y La sombra del viento y, sin duda, este es el que más me ha gustado por su sencillez, pero también por su potencia. Espero que os guste.

Escapando de los desastres de la Segunda Guerra Mundial, la familia Carver se traslada a una casa junto a la playa de un pueblo pequeño y tranquilo situado a orillas del Atlántico. Se trata de un viaje también en el tiempo, pues pronto los Carver se ven envueltos en una sorprendente historia relacionada con inquietantes acontecimientos del pasado. 

Max y Alicia, los hermanos mayores de la familia, protagonizan junto a su amigo Roland una peligrosa aventura que los lleva a enfrentarse al Príncipe de la Niebla, un personaje siniestro que demuestra hasta qué punto aciertan quienes aseguran que lo prometido es... deuda.

El reposo del mar

Los Carver han recorrido un largo camino hasta llegar a su nuevo hogar. Huyendo de los desastres de la guerra, Maximiliam Carver ha comprado la casa de los Fleischmann, una antigua propiedad de un pueblo costero a orillas del Mediterráneo, donde espera tener la paz para cuidar de su familia. Max, su hijo, ha dejado todo atrás, haciendo que su mundo desaparezca por completo, sin embargo, la casa, el pueblo y el mar le depararán un futuro que no se puede calificar de otra manera que de incierto.

Así, asentados ya en la casa, comienza la  historia de la familia Carver que tiene que lidiar con todo lo que deja atrás y lo que encuentra de la vida de los antiguos inquilinos. Pronto Max, el hijo de la familia, encuentra un amigo, Roland, que será con el que se inmiscuya en los misterios del pueblo. Nos adentramos, por tanto, en una novela de misterio en la que en muchos casos nos acercamos al terror.

En este sentido es una historia muy interesante, ya que ese terror aborda al lector poco a poco y comienza con los elementos más básicos: el silencio, un ruido, una sombra y un lugar deshabitado. Sin embargo, esto no supone que la acción sea lenta, seguimos a Max en una historia donde la tensión de la trama va en aumento a cada paso, bien sea en conjunto con su hermana Alicia y su amigo Roland, bien en su camino en solitario.

El pasado que vuelve

Sin embargo, el quid de la cuestión no será tanto lo que sucede ahora, como lo que pasó antes. Ya sabemos que en las historias el pasado jamás se queda oculto, un poco como en la vida real. Así, la historia de la nueva casa de Max y su familia vuelve a ellos, ofreciéndonos una historia donde tendremos que conectar las piezas para entender ese pasado. Nos encontramos, también, ante una novela donde tendremos que ir encajando el misterio y las piezas del puzle. Lo curioso, como siempre, es que esta historia no tiene relación con la nueva familia, por lo que bajo el recurso del relato dentro del relato llegaremos a conocer ese pasado que se ríe de nosotros a través de la niebla.

Nuestros miedos

La verdad es que a medida que iba leyendo más me impresionaba la narración. Es cierto que el tema principal, saber qué pasó con los Fleischmann, ocupa todo, pero gracias a la manera de ambientar y a la creación de personajes, quizá lo que les sucedió es lo de menos y lo que impacta es que «realmente» esté pasando lo que le está pasando a Max.

Los personajes son muy interesantes, creo que se desarrollan bien y que son fieles a sus intereses en todo momento. Todos los misterios de cada uno de ellos quedan explicados y perfectamente introducidos en la trama, así que no nos queda más que disfrutarlos.  A esto añadimos la manera de meternos en el ambiente de la novela, en momentos relajado, en momentos tenso y misterioso, la capacidad que tiene el autor para que nos quedemos pegados a sus páginas es asombrosa. En este sentido, y sin querer decir que esto sea así, me recordaba por momentos a la capacidad de crear terror que tiene King. Zafón consigue que ese escalofrío te recorra la espalda.

En cuanto al estilo, es cierto que Zafón tiene en esta novela una prosa muy fluida y, como la extensión tampoco es enorme, no se deja espacio para divagar. Sin embargo, una vez más, las descripciones en algunos casos me han parecido un poco excesivas y me han ralentizado la lectura. Sé que puede parecer contradictorio con lo que he dicho antes, pero, para mí, una cosa es que me metas bien en el ambiente donde suceden las acciones y otra es que te recrees una y otra vez en detalles que no por repetirlos aportan más (por ejemplo, cuidado con la descripción de la niebla).

El mecanismo exacto

Este es ya el tercer libro que leo del autor y, sin duda, es el que más me ha gustado. Me ha tenido pegada a su trama por la propia historia y por lo bien que ha sabido jugar con la tensión narrativa. Además, en su novela, nada es el balde, lo que quiero decir es que ningún detalle se queda sin explicar y que el final de la historia es el que tiene que ser. Sus personajes son interesantes y la ambientación está logradísima.

Os lo recomiendo bastante, es una historia con un punto de intriga y terror que nos hará devorar la novela en muy muy poco tiempo. También, si no habéis leído nada del autor, me parece una oportunidad estupenda. Espero que os guste. 

El libro en el Bolsillo

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