[Reseña] Y todo va a peor. Sobre ‘La prueba de Asgard. Los moradores de las cavernas’ de J. C. Wieland

Muchas veces las intenciones sí que son lo que cuentan y, al final, si esta es buena parece que algo se puede perdonar un poquito más. Desde luego, si el resultado es negativo y, además, no tiene solución, lo que nos encontramos es una desazón bastante grande. Ahora bien, en este sentido pedir responsabilidades más allá de lo se pueda imaginar no es posible.

La historia a la que nos acercamos hoy con la reseña nos cuenta como una serie de decisiones, en principio en inocuas, llevarán de nuevo a un grupo de chicos de nuestro siglo al mundo vikingo del siglo viii. La obra es La prueba de Asgard. Los moradores de las cavernas de J. C. Wieland. Este autor ya nos es conocido en el blog, ya que publicamos la primera entrega de su serie La prueba de Asgard, sin embargo, ambos libros son autoconclusivos y se pueden leer con independencia. Espero que os guste.

Nunca habrían imaginado todo lo que ocurriría un año atrás. 

Una aventura que debía ser guardada como el mejor de los secretos. Un fuerte lazo de amistad que unió dos mundos diferentes y que volverán a encontrarse de nuevo cuando Rollón y Bethina llegan a Asgard enviados como los representantes de los reyes de Thorment, un próspero reino vikingo. La historia se repite, pero, esta vez, Julix, Dado, Peter y Eddie regresarán a Thorment para adentrarse en una aventura mayor y más peligrosa que nunca. Con nuevos personajes, nuevas emociones y adversidades, donde la alegría y la tragedia van cogidas de la mano con un final común… Una nueva desaparición en grupo que conmociona a Greenwood Hills, ocasionando la peor de las pesadillas del comisario Furlong y el agente Smith. Una historia difícil de explicar. Todo puede suceder cuando una poderosa fuerza oscura se cierne sobre ti.

Las batallitas en la Asgard

Dado, Eddie, Peter y Julix han seguido sus vidas desde aquella vez que visitaron el reino de vikingo de Thorment. Casi ya como si fuera un sueño, los chicos recuerdan sus batallas y a sus amigos Erik, Bethina, Thara y Rollón, y no tienen esperanzas de volver a verlos, hasta que aparecen otra vez en Asgard. Esta vez, enviados por los reyes para que acudan a la ceremonia de coronación. Sin embargo, serán muchas las complicaciones que se sucedan esta vez tanto en nuestro mundo como en el pasado. Otra vez Greenwood Hills queda conmocionado y la policía no sabrá que hacer.

Volvemos de nuevo a Thorment, volvemos de nuevo a mundo de La prueba de Asgard, una novela de fantasía que nos lleva de nuevo desde nuestro mundo a los poblados vikingos  de la antigüedad. Sin embargo, la novela es autoconclusiva y, aunque hay alguna referencia a la anterior, podremos leerla sin haber leído la primera entrega de la saga.

En este caso, serán Bethina y Rollón quienes acudan a propósito para que el grupo de adolescentes, junto con el padre de uno de ellos, Julix, acudan a la ceremonia de coronación de los reyes de Thorment. No obstante, la narración se amplía con nuevos personajes, integrantes y antagonistas que dan más complejidad a la trama.

Además, como en la otra ocasión, no perderemos de vista el impacto que la desaparición de los chicos tiene en su mundo, así que tendremos una narración a dos tiempos: los sucesos del pasado y el proceso de investigación en el presente. En este caso, este agravado por la intervención de los policías de manera más contundente en el acontecimiento vikingo.

Mismo punto, diferente camino

No obstante, aunque puede parecer que la historia se nos desarrolla igual, creo que el autor ha dado un paso de gigante en esta entrega. La historia en Thorment pronto nos sobre pasará y por una suerte de infortunios se convertirá en una historia mucho más seria, más madura y más devastadora. Los chicos tendrán que crecer a la fuerza y el lector no podrá dejar de sorprenderse por los acontecimientos que suceden.

En este sentido, sí que me ha llamado la atención cómo el autor no va enseñando que todo, en gran parte, puede explicarse a través de pequeños errores. Desde las problemáticas que encontramos ya en nuestra realidad, como los hechos que suceden en el mundo vikingo vienen de no dar importancia a las cosas. Me gusta porque pone de relieve ese “no me imaginaba que…” que tantas veces nos afecta en nuestro día a día.

Por otro lado, a nivel de tono la obra, como ya he dicho, se pone más seria. Si en la entrega anterior primaba el humor, que no es que se haya perdido; en esta encontramos un estilo mucho más directo, que describe situaciones más duras y más complejas. El estilo sigue siendo rápido y fluido, pero el contenido ha cambiado de carácter.

Esto, particularmente, me ha gustado bastante, porque me ha dado la sensación de que ha dado más solidez a la obra y que la estructura me ha llegado más. También es verdad que esto, quizá, ha restado protagonismo a nuestros jóvenes, pero creo que está bien, ya que la historia no va solo de ellos, sino de crecer, de cómo las situaciones difíciles nos cambian.

De vuelta a las aldeas y bosques

La verdad es que me ha gustado mucho volver a Thorment y sus habitantes. No es que tuviera las expectativas bajas al leerlo, pero sí es cierto que cuando lees algo original, como fue el caso del primer libro; te da un poco de angustia que el siguiente no te sorprenda tanto. En este caso, el libro sorprende porque no intenta hacer lo mismo, sino ofrecernos un nuevo paso en la vida de la aldea y de los adolescentes.

El punto de humor viene en la investigación en nuestro tiempo, que cumple con el gag de buscar una quimera. Sin embargo, mientras en la aldea vikinga sentimos el miedo, la angustia y la inevitabilidad de lo que se les viene encima.

Os lo recomiendo, creo que la solidez de esta novela, junto con la simpatía que no han perdido los personajes os mantendrán enganchados a la obra. Asimismo, el estilo del autor da gusto leerlo. Espero que os animéis con él.

El Libro en el Bolsillo

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