[AIII. Reseña] El regusto exótico. ‘Vampiros… y más que vampiros (una antología de horror y sangre)

Nos acercamos a los primeros años del siglo xx y el mundo cambió de parámetros. El centro neurálgico del mundo, establecido en e Europa durante todos los siglos anteriores, cambia de posición a Estados Unidos y, con ello, la concepción de un mundo que se hacía ya viejo. Esta transformación, en mi particular visión, me encanta, porque, a pesar de que quita «poder» al viejo mundo, lo redescubre convirtiéndolo en algo exótico que hay que reconquistar.

Así, en esta nueva entrega de la reseña de Vampiros… y más que vampiros (una antología de horror y sangre) publicada por la editorial Valdemar, nos acercamos a unos cuentos que nos traen de vuelta al continente con nueva perspectiva mucho más sugerente y exótica. Espero que os guste.

Sinopsis de obra aquí

Lo que no veíamos

Esta vuelta al continente de los relatos que reseñamos a continuación, supone, si miramos bien el enfoque que los autores dan, una mezcla entre el nuevo mundo y elementos fascinantes del viejo mundo, con los toques que antes quedaban ocultos en Europa de interculturalidad, de agresividad ante lo rural y del exotismo de lo femenino.

De este modo, si la figura de la mujer en Europa se trataba como un súcubo, en estos relatos de principio de siglo, la veremos como un arma poderosa, que siempre viene de fuera, que pero que canaliza en ella un fuerza no concebible. Estas mujeres, por ejemplo, parecen más brujas de Salem, que vampiresas del este de Europa.

Pero no solo en esto veremos la innovación, sino también y como señalaba más arriba, en un nuevo enfoque de los paisajes europeos. En esta nueva manera de describir ese detalle que lo distingue, que lo hace único, vemos cómo ciudades y paisajes europeos, como París, Sussex, etc. se convierten en escenarios exóticos e inimaginables en la realidad de la época, más cercanos a esos escenarios como Nueva Orleans o la América profunda, que al París de Hugo o la Inglaterra de Doyle.

El 252 de la calle M. Le Prince, Ralph Adams Cram, 1895

Escrito en primera persona, el relato nos cuenta como un hombre acude a Paris desde Boston a visitar a un amigo que había abandonado la ciudad estadounidense para hacerse cargo de una herencia. Este acababa de recibir una propiedad que había pertenecido a una tía que todo el mundo consideró bruja.

Así comienza este relato que nos acerca al relato de casas encantadas, en este caso con especial hincapié en la idea de puerta del infierno. Además, no solo nos relata lo que se ha contado de ella, sino que también los protagonistas (la voz narradora y el amigo propietario de la casa) deciden experimentar los sucesos dentro de esa mansión, que para todo el barrio era demoniaca. Junto a esto, se ahonda en las prácticas que la tía, descrita prácticamente como una bruja satánica, realizaba en la casa y cómo las recibía el vecindario.

Particularmente, es un relato que me ha gustado mucho, ya que se establece el punto exótico en Paris a través de la multiculturalidad del barrio, que lo sitúan, a pesar de ser una mansión, en los barrios más bohemios de la ciudad. Además, lo que sucede en la casa no se parece tanto a las historia de fantasmas que conocíamos hasta ese momento, sino que se centra en la violencia del fenómeno, que quiere protegerse eliminando las molestias. Finalmente, me gusta porque, como decía más arriba el vecindario habla, casia  modo de reportaje, vamos obteniendo testimonios de lo que sucedió en la casa y por qué todo el mundo teme sus alrededores.

En definitiva, es un relato que nos sumerge entre las cuatro paredes de la mansión y que, a nivel de terror, nos acerca a ese temor primario de la nada que nos ataca. Quizá de los más interesantes de la antología.

El fresno, M. R. James, 1904

En una Inglaterra muy rural, se descubre a una mujer junto al fresno de una gran propiedad de señores acaudalados. Ante el hecho, por pensar en conspiraciones, la mujer es condenada por bruja y ejecutada por ello. Tiempo después, los propietarios de la casa comienzan a morir sin explicación.

Esta historia, que nos acerca más a los relatos de brujas, que a los de vampiros, comienza con su foco en la actualidad, es decir, cuando ya la supuesta maldición se ha llevado por delante a unos cuantos inquilinos. Para mí, lo curioso del relato no es tanto lo que pasa, que casi hasta cierto punto puede ser predecible, sino cómo se ha ambientado toda la historia, tanto a nivel de espacio, como a nivel ambiental entre los personajes.

Es cierto que desde el principio se nos sitúa en Inglaterra, pero a medida que avanza la narración, la descripción de los sucesos y del lugar nos acerca más a esas historias de brujas que nos acercan más a esa América de Salem. La deslocalización se consigue reduciendo el espacio al mínimo: una casa, un árbol; y sobre todo, introduciendo personajes que se alejan de esos lores ingleses y se acercan más a los investigadores de lo paranormal.

De este modo, si tenemos que destacar algo concreto del relato son las descripciones y la capacidad de estas de generar sensaciones en el lector. En cuanto a la historia en sí, cabe reconocer que, como decíamos, es predecible y que el final nos deja un poco con la sensación de «pues vale».

La señora Amworth, M. F. Benson, 1922

La vecindad se revoluciona cuando la señora Amworth toma el control de las posesiones de la familia en Inglaterra. Después de pasar gran parte de su matrimonio en la India, la vida social inglesa la acoge con los brazos abiertos. Sin embargo, pronto comienza a detectarse cierto agotamiento en esta esfera social y uno de sus integrantes, Urcombe, junto con la voz narradora del relato, comienza a sospechar que ese agotamiento puede tener una explicación inesperada.

Lo cierto es que dentro de los relatos de esta entrega, este es el más puramente vampírico, ya que a lo largo de él, se nos irán dando todas las señales típicas del vampirismo. Vuelve a destacar que sea una mujer quien trae la plaga al pueblo y, en este caso, que se la asocie a un país exótico, como India, para explicar por qué ha podido pasar desapercibida su condición.

Dentro de lo que es el estilo, es verdad que es un relato dinámico, donde los sucesos y las sospechas se levantan pronto y se explican pronto también. No obstante, a lo mejor precisamente por esto, es de los relatos que menos impacto me ha causado de la antología.

La araña, Hanns Heinz Ewers, 1915

Richard Bracquemont, estudiante de medicina, cree que puede desentrañar el misterio del hotel Stevens. En él, tres hombres aparentemente cuerdos y sin cuentas pendientes, se suicidan en la misma habitación. El joven médico decide que, para poder resolver el misterio, él mismo será inquilino de dicha habitación.

Este relato me pareció muy curioso desde el principio, ya que no hay nada en oculto sobre los sucesos del hotel, de hecho tanto es así que la policía interviene en la investigación para poder conocer por qué de estos tres suicidios.

En este sentido, además, me pareció muy curiosa la perspectiva del protagonista, ya que su propuesta de prestarse como conejillo de Indias produce en la policía descontento, pero también la creación de un dispositivo policial para apoyarlo.

Es cierto que decir mucho más del relato le quitaría el encanto, pero sí que puedo decir que hay cierta ventana que produce una atracción extraña a los personajes y que de nuevo algún elemento femenino ronda por ahí. Este aspecto es quizá lo que menos me está gustando de la antología, siendo conscientes de que hay bastantes relatos de vampiros masculinos que llevan al desastre, gran parte de los que encontramos así son mujeres fatales que matan por diversión. No sé.

***

Con este relato terminamos la tercera entrega de la reseña de la antología Vampiros… y más que vampiros de la editorial Valdemar. Espero que os haya gustado y que os animéis a leer alguno de los relatos que menciono, ya que dan para entretenerse y pensar un poco de cómo se entendía Europa en el momento y a las mujeres, sí. Nos vemos en la próxima

El libro en el Bolsillo 

Comentarios

  1. Hola gracias por la reseña, suena muy bien la antología, y tengo ganas de volver a leer terror y me vendrá bien una antología, haber si la pudo conseguir para leerla. Saludos,

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  2. Nunca he sido de relatos porque creía que me quedaría con ganas de leer algo más, pero ahora quiero leer uno y creo que me voy a abrir una puerta muy importante al género, así que no descarto leerlo, porque dentro de los relatos este género, me gusta.
    B7s

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  3. ¡Hola!
    Creo que ya te he comentado que soy muy fan de los vampiros :) y la verdad es que estos relatos me llaman la atención (como ya creo que te he dicho en tus otras reseñas). Espero leer en algún momento esta antología, tiene buena pinta, aunque algunos relatos impacten más que otros.
    Un beso y gracias por la reseña :).

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  4. Holaa

    Creo que este no es para mí, ya que los vampiros no me gustan nada de nada jajaja
    No descarto que si el libro cae en mis manos porque lo veo en la biblioteca o lo pillo de segunda mano lo lea, porque me gusta mucho la editorial, pero de primeras no es una lectura que me llame la atención.
    Un saludo
    Inktieds

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