[Reseña] El problema de la progenie. Sobre ‘El legado Hawthorne’ de Jennifer Lynn Barnes

Conocer de dónde venimos es algo que curiosamente, sea como sea el conocimiento de nuestra familia, siempre nos llama la atención. Preguntar qué hubo antes de lo que conocemos vivo no es nada extraño, considero que porque, desde que somos, tenemos la necesidad de crear nuestra identidad ante os demás y eso también implica qué ha pasado para que estemos aquí.

En el caso de esta novela es más crucial conocer de dónde se viene, ya que hay una Herencia en juego que disputarse. Vamos, por tanto, con la segunda parte de esta trilogía que me está sorprendiendo bastante, El legado Hawthorne de Lynn Barnes, publicada por Molino. Espero que os guste.

** Al ser la reseña de una segunda parte, puede contener spoilers

UN JUEGO MORTAL. UN PUZLE POR RESOLVER. UNA FORTUNA EN JUEGO.

Un paso adelante.

Avery pensó que resolver el acertijo que le puso el multimillonario Tobias Hawthorne revelaría por qué le dejó a ella, una completa desconocida, toda su fortuna.

Dos pasos atrás.

Pero, a medida que las pistas crípticas dan un giro inesperado y los atractivos y enigmáticos nietos de Hawthorne continúan atrayéndola en diferentes direcciones, Avery no puede evitar preguntarse en quién puede confiar realmente.

¿Qué sucede cuando la verdad esconde más secretos?

Pronto, Avery se da cuenta de que este juego no se trata solo de dinero y poder: ahora está jugando por su vida.

Porque había más cosas que descubrir

Un nuevo enigma ataca a la casa Hawthrone. Avery pensaba que el acertijo estaba resuelto y que conocería por qué Tobias Hawthorne le dejó su herencia, sin embargo, Xander traerá un nuevo reto que el anciano multimillonario les dejó. Avanzamos así en una aventura que les llevará por muchos caminos, les zarandeará los sentimientos y, una vez más, les hará poner su vida en peligro.

Indudablemente, esta trilogía de investigación tenía mucho que ofrecernos. No solo continúa con su trama romántica que tiene más o menos peso también en esta segunda parte (aunque creo que saltará por los aires en la tercera), sino que, además, nos hace darnos cuenta de la cantidad de secretos que nos quedaban por resolver de la familia Hawthorne.

En esta ocasión, el primer paso lo daré el hermano pequeño de los Hawthorne, Xander, aunque como es de esperar el resto de hermanos se unirán en cuanto huelan algo relacionado con un misterio. El objeto de investigación en este caso son los antecedentes de cada uno de los jóvenes de la casa. Sí, de cada uno de ellos. Como si hubiera algo que no sepamos, ¿no?

Dando pasos de gigante

La verdad es que he leído alguna reseña que dice que en esta entrega la historia decae un poco. En mi caso, no noto esa caída, aunque sí noto que la historia tiene unas particularidades curiosas.

En este caso, no nos enfrentamos a una novela donde se nos tengan que presentar a los personajes, así que más allá de los protagonistas indiscutibles, es verdad que el resto de actores aparece en la historia de manera muy cruda. En este caso, los secundarios son muy instrumentales y, aunque haya alguno que nos guste especialmente (a mí me pasa con Oren o con otro que no os puedo desvelar), es verdad que nos dejan con la sensación de vacío.

Sin embargo, en esta entrega tendremos mucho más de nuestros protagonistas, que no se limitarán a moverse en el entorno de la mansión, sino que se deslocalizarán para darnos una trama más amplia espacial y dramáticamente. En este sentido, los sucesos ocurridos a Avery, Jameson, Grayson, Xander y Nash tiene una implicación mucho más profunda en ellos que el hecho de haber perdido la herencia (sí, efectivamente, el dinero no lo va a ser todo) y nos servirán para ampliar nuestro horizonte en cuanto a lo que la familia Hawthorne es y representa. La verdad es que hay que decir que el título en esta entrega está puesto con mucho atino.

Destacado y conocido

En cuanto al estilo, nos volvemos a encontrar una narración de capítulos cortos, con diálogos muy ágiles y con escenas muy interesantes. En este caso, a mí lo que más me ha enganchado del libro ha sido ver cómo gestionaban las emociones los personajes, cosa que en el primero, bajo mi punto de vista no veíamos tanto.

En esta entrega, todos se enfrentan de alguna manera a algo de su vida que desconocen, esta idea de pillar desprevenidos a los genios de los enigmas hace que la trama se centre en ver cómo lo afrontan y gestionan a nivel emocional. Y sabemos que los Hawthorne son un poquito duros de mollera en este tema, pero es que en esta entrega tendrán que aprender sí o también. Es verdad que con esto, parece que el personaje de Avery se queda en un segundo plano, pero ya os digo que a medida que a avance la trama veréis que, como en la primera ocasión, todo le va salpicar bastante.

El ritmo como he dicho es muy interesante, ya que es rápido, pero también nos ofrece una narración amplia, por la cantidad de personajes que intervienen y por la cantidad de localizaciones particulares e interesantes que se desarrollarán en la obra. Esto no significa que nos saturemos, sino que encontraremos más diversidad de momentos que sacarán a los personajes de su zona de confort.

¿Y ahora qué?

La verdad es que después de haber leído las dos primeras partes, no sé que me querrá contar la tercera (más que el tema de la trama romántica que, en mi particular, me da un poco igual), pero sí que tengo la sensación de que a pesar de todo, sigue faltando algo. No sé qué misterio nos deparará el siguiente, porque ya tenemos bastante resuelto, pero en cualquier caso yo ya estoy preparada para él.

Os recomiendo que, si aún no os habéis puesto con la trilogía, lo hagáis. Es dentro de las juveniles de últimamente, una que se centra un poco más allá del amor adolescente. La trama detectivesca es muy interesante y, lo mejor de todo, se lee en un suspiro. Espero que os animéis con él.

El Libro en el Bolsillo

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