En la parte que reseñamos hoy de nuevo de la antología Vampiros… y más que vampiros (una antología de horror y sangre) publicada por la editorial Valdemar, presentamos tres relatos que nos enseñan cómo es habitar en ese aislamiento y que pulsiones surgen de ese estar solo. Espero que os guste.
Si
no te ve nadie…
Cuando estamos solos solemos ser una persona más o menos (para mí más bien más, pero bueno) diferente a cómo somos con los demás. Y es que es cierto que el hecho de tener al lado a otro humano hace que, al menos, tengas tener algunas ideas de convivencia para poder coexistir.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando esta soledad se ve interrumpida sin
desearlo? Pues que podemos ir desde la amabilidad extrema hasta la desconfianza
más absoluta.
En las tres historias que reseñamos hoy,
encontramos el caso de tres hombres (sí, si lo estáis pensando, los relatos de
la antología tienen pocas protagonistas femeninas —y casi mejor, porque cuando
lo hacen son las malísimas—) que se dejan llevar por un pecado diferente cada
uno de ellos: la avaricia, la lujuria y la curiosidad (que sin ser pecado,
lleva al desastre).
El horror del túmulo, Robert E. Howard, 1936
América, el oeste, un hombre no consigue
que las cosechas de las tierras que tiene arrendadas prosperen. Sin encontrar
explicación, un día ve que su vecino mexicano bordea alguna de ellas y nuestro
protagonista piensa que es porque puede que estén embrujadas. Sin embargo, la
avaricia le lleva a desechar este pensamiento.
Lo primero que llama la atención de este
relato es que es de los poco donde
podemos encontrar un vampiro en el oeste americano. Con ese clima de polvo, desierto y tipos duros nos
adentramos en una historia que cruza la
superstición de otros pueblos, en este caso los mexicas, pero también podía
haber sido un nativo americano, con el
pragmatismo de ese «hombre blanco y preñado de conocimiento» que
encontramos en las tierras americanas.
El conflicto pronto se descubre y en
seguida entendemos por dónde van a ir los tiros. El vecino mexicano respeta esa
tradición antigua sobre la tierra y lo que hay dentro de ella, y el americano
piensa que ese respeto es impuesto y que lo que hay en juego es una fuente de
ingresos. Escrito en el 36 podemos ver
un poco esa pequeña crítica sobre el modo de ser del americano medio y esa
reflexión sobre la tradición que se desarrolla a lo largo del relato. Muy, muy
recomendado
Rapsodia húngara, Robert Bloch, 1958
Un hombre, que sin tener muchas relaciones
tampoco podría juzgársele de mala persona, se entera de que tiene una nueva
vecina, una refugiada húngara. Cuando descubre que esta es rica y bella, decide
acudir a visitarla para aprovecharse de ella, sin embargo, la mujer se zafa de
todos estos encuentros.
Aquí tenemos una muestra más del caso de
vampiro que hemos ido viendo a lo largo de esta antología. En este caso el retiro de nuestro protagonista surge de
ser un mafioso retirado, es decir, que su aislamiento de la sociedad surge
más de un estar tranquilo y sin
seguir actuando que de un aislamiento real. Diríamos que es un asilamiento
preventivo.
Sin embargo, aparece el personaje femenino y seductor en concepto, porque ella no
muestra interés por nuestro protagonista en ningún momento, que hace que todo aquello que había dejado
tranquilo en él se revuelva. Las opciones del protagonista eran muchas,
pero opta por aquellas que le son naturales, el robo y la violación. Lo que va
sucediendo después os lo podéis imaginar, nuestra
mujer húngara en realidad estar urdiendo una red en la que cae tanto el
protagonista como nosotros mismos.
Horror en el castillo de Chilton, Joseph Payne Brennan, 1963
Un hombre en su viaje por Europa, decide
detenerse en el castillo de Chilton, el cual habitaron sus antepasados. Sin
embargo, siempre ha habido una historia extraña en torno a este lugar, ya que
una habitación y un secreto cambiaban para siempre a los herederos del
castillo.
De este modo, nuestro protagonista en un afán de conocerse a sí mismo más allá de
ese viaje de exploración que sería el tour
por Europa (un poco ya demodé en
los años 60) descubre el lugar del que
proceden sus antepasados. En este contexto del castillo gótico, conservado
no se sabe muy bien por qué, el protagonista
interroga a los habitantes no solo para conocer esas raíces, sino para
desentrañar de una vez por todas el gran secreto familiar, un secreto muy bien conservado y que solo se transmite al recibir la
herencia.
Esta idea del legado bueno y malo es algo que no es terror de por sí, pero que sí
que apela a esa angustia por la inevitabilidad
de lo que está por venir. En este caso se da un poco la vuelta a ese motivo
literario y es el protagonista el que insiste
y no cesa hasta que encuentra esa gran respuesta. Un relato muy interesante
sobre mantener las cosas en su sitio.
***
Con este relato terminamos la quinta entrega de la reseña de la antología Vampiros… y más que vampiros de la editorial Valdemar. Espero que os haya gustado y que os animéis a leer alguno de los relatos de esta tanda. La soledad y el aislamiento son dos realidades en las que navegamos todos los días, pero esas consecuencias sobrenaturales no las terminamos de ver. Los pecados nos persiguen y más cuando no tenemos a nadie al lado. Nos vemos en la próxima.
Bueno me da que el hecho es conocer los pecados y la excusa para enseñárnoslos es a través de los vampiros, porque están en un ambiente un poco "forzado".
ResponderEliminarPero bueno, en la literatura está todo permitido.
B7s
Hola,
ResponderEliminarLos libros sobre vampiros me suelen gustar, aunque haya excepciones. Estas historias no las conocía y me parecen una vuelta de tuerca interesante a lo que se "sabe" de ellos, así que no me las voy a perder.
Besos 😘
Holaaa
ResponderEliminarAunque hay varios nombres que me suenan los vampiros no me apasionan así que creo que apesar de todo no me animaré con esta antología.
Un saludo
Inkties
¡Hola!
ResponderEliminarcreo que los vampiros y los hombres-lobo son de mis criaturas mitológicas menos favoritas, así que la verdad es que esta antología no me llama especialmente la atención... me alegra que tú sí la hayas disfrutado y seguro que mucha otra gente también, pero creo que por esta vez yo la dejaré pasar.
Un saludo y gracias por la reseña :)