[RL] La sospecha de una mentira. Sobre ‘La falsa verdad’ de Marta Sebastián

Después de unos días de mucho jaleo y trabajo atrasado volvemos al blog con muchas ganas y sobre todo con el cuestionamiento de qué es la verdad. Muchos dirán que es una idea absoluta, otros que es multifacética, pero al final todos buscamos algo que sea definitorio, creo que no tanto por un sentido de justicia como para encontrar sosiego en nuestro parecer.

La obra que reseñamos hoy nos lleva por una investigación donde la verdad se esconde a cada paso. La obra es La falsa verdad de Marta Sebastián, autora que ya hemos reseñado en el blog, y que he leído en el marco de el Reto Lector 2024  de Embajadores de libros en sustitución  de La hija del silencio que ya reseñamos en el blog también. Espero que os guste.

En torno a 38 personas desaparecen cada día en España, unas 14000 al año. De ellas, habrá 140 de las que nunca más se volverá a saber nada. Cuando Miguel entra en el despacho de Áurea, una detective privado acostumbrada a trabajar junto a la policía en casos de jóvenes desaparecidas, para intentar encontrar a su novia, todas las alarmas internas de la detective saltan. 

Ignorando la opinión de la policía, que cree que es una simple fuga, Áurea se sumergirá de lleno en un caso que se irá complicando según pasan los días. Con la ayuda de Sergio, un policía que haría cualquier cosa por ella, lucharán contra todo y contra todos para descubrir la verdad... Incluso aunque esta no sea la que les gustaría.

Un muchacho cualquiera

Áurea es una detective normal y corriente. Es verdad que quizá le ha costado hacerse un hueco en un mundo de hombres, pero desde luego su dedicación y esfuerzo ha dados sus frutos. Por eso, cuando Miguel llama a su puerta denunciado la desaparición de su novia, después de que la policía le haya ignorado, es la única que le presta atención Así es cómo se adentra en esta investigación con la ayuda de Sergio, un policía que no se deja llevar por las apariencias.

Un prejuicio, un pobre muchacho, una detective con mucha intuición y ya tenemos montado un thriller que nos lleva a investigar la desaparición de una joven. Durante la misma seguiremos la pista de Áurea y Sergio que más allá de su investigación vivirán una relación un poco tensa e intensa. Sin embargo, lo más interesante de esta novela no será el qué, sino el porqué de todo lo que está sucediendo y es que muchas veces tras cosas que parecen muy complicadas hay razones no tan difíciles de entender. Aunque sean retorcidas…

Investigación y relación

Hacía tiempo que no leía a la autora y me he aventurado a esta primera parte de la trilogía Falsedad (aunque son independientes, por lo que no es necesario leer los demás) porque me gusta mucho el thriller y me gusta el hecho de que tuviéramos a una detective femenina.

Áurea se nos presenta como una mujer con cierto carácter y picardía, pero sin que se nos pase a lo que podríamos asimilar con lo masculino (como sí que pasa en otras obras del género) cosa que es de agradecer. Además de esa manera de ser, nos encontramos a una detective bastante cabal en cuanto a sus conclusiones, no hay nada que se saque de la manga y cada paso está más que justificado en la trama: contactos, acciones que están al límite de lo legal, etc. le permiten continuar investigando, a pesar de que, recordemos, no es una policía. Por ello, se veía necesaria la aparición de Sergio.

Con esa idea de veracidad y lógica, estaba claro que nuestra protagonista no iba a poder llegar a todos los lados ni abordar los descubrimientos que pueden suponer una investigación por desaparición. Sergio se convierte, entonces, en el garante legal de la obra y el tándem casi perfecto para la protagonista. Y ese casi para mí ha sido muy importante, ya que, como sabemos todos, la vida personal de los protagonistas de este género es muy importante.

No es una cuestión de sentimientos

Siempre tenemos el cliché del investigador que se deja llevar por las emociones de un caso anterior o su perspectiva personal. Sin embargo, se ha visto la voluntad de la autora de que esto no sea así en su obra, tal es así que la propia protagonista la menciona en más de una ocasión. Sin embargo, no sabría deciros si lo consigue o no.

Lo cierto es que Áurea da todos sus pasos para que no le vuelva a suceder lo que en un caso anterior, pero eso no podemos achacarlo a un sentimentalismo. Sin embargo, la relación entre Sergio y Áurea (sin dar mucho más detalle para que la descubráis) sí que me deja dudas sobre la implicación en el caso. De todos modos, sea esto así o no, que habrá gente a la que le gustará más o menos este cliché, a mí no me disgusta ciertamente, lo que sí que he notado es que esa sinergia nos despista a veces mucho de la trama principal de la obra, que no deja de ser la investigación.

Quizá esas pausas narrativas para el desarrollo de ambos personajes se podía haber rebajado y nos hubiéramos hecho una idea igual sobre cómo son. No obstante, esto son pareceres de lectora, habrá otras que lo disfruten muchísimo y que incluso pidan más.

En cualquier caso…

En cualquier caso, debo decir que la obra me ha gustado porque trata temas que van más allá de la desaparición. No puedo decir muchos porque estos se descubren en la segunda mitad del libro, pero sí que puedo decir que se trabaja muy bien la percepción que los demás tienen de nosotros, los prejuicios en cuanto al rol que desempeñamos en la sociedad y todo lo relacionado con las relaciones personales.

Además de esto, el estilo de la autora, una vez más, es muy sencillo y ágil, lo que permite un seguimiento muy fluido tanto en el desarrollo de personajes como en el desarrollo de la trama.

Poco me queda por decir, más que si queréis pasar un par de tardes, ya os digo que se leer muy rápido, enganchados y entretenidos a una investigación, os amino a que os lancéis a la novela. Espero que os guste.

El Libro en el Bolsillo

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