[LV] Convicción. Sobre ‘Aran 2. Un bastardo’ de Amanda Fajardo

Lo que me gusta a mí seguir sagas. Es verdad que, por un lado, me da un poco de angustia meterme en ellas porque no «termino la historia» cuando leo, pero, por otro lado, me gusta reencontrarme con los personajes pasado un tiempo. Por eso, cuando tengo la oportunidad de volver a una, cojo la novela con muchas ganas.

Eso es lo que ha pasado con la obra que reseñamos hoy aquí. Se trata de Aran 2. Un bastardo de Amanda Fajardo, segunda parte de Aran. Un bautismo de fuego que ya reseñamos en el blog. Lo he leído gracias al Libro Viajero organizado por la cuenta Libros Viajeros y Libres y por la autora, a quienes agradezco la organización. Espero que os guste.

Después de tres años aislado del mundo y renunciando a su posición de poder, Aran recibe la visita de un antiguo compañero que le hace una tentadora oferta: derrocar al corrupto valido del emperador y convertirse en el heredero al trono del Imperio de Levan, el más poderoso del mundo.

Aran se enfrentará a un dilema: ¿debe permanecer fiel a su hermano, el emperador, o debe luchar contra él por el bien del Imperio, que está al borde del caos?

Aran regresa en este segundo libro de la trilogía de Aran.

Fin de la calma

Después de la guerra de la Frontera, Aran ingresó en la orden de los Hermanos Fieles. Su vida ha sido muy monótona desde entonces, pero cree que al menos ha aprendido mucho de sí mismo. Las noticias en el monasterio llegan a cuentagotas y, sin embargo, no es ajeno a los problemas que el reino, gobernado por su hermano Bierzo, está teniendo. Así, un día acuden a él aquellos que consideran que, aún en manos de un bastardo, Levan y Valles se merecen un auténtico emperador.

Con un poquito de ambientación para situarnos, pero sin pausa en lo poco importante, comienza esta segunda parte de esta trilogía de fantasía. En este caso acompañaremos a Aran en su conflicto entre la vida que su hermano había decidido para él, lejos del reino y sin ser una amenaza a su autoridad, y las necesidades que el propio reino le pone encima de la mesa, la necesidad de un líder que unifique a los pueblos y traiga la paz y la prosperidad.

De este modo, nos enfrascamos en una novela donde el deseo y la obligación, la responsabilidad y la vivencia entran en conflicto en aras de un bien mayor, sea este cual sea. 

Continuidad

Aunque la novela comienza con el protagonista en otras circunstancias completamente distintas, la novela sí consigue seguir con el mismo tono épico. Da igual que Aran esté en un monasterio o en una sala de consejo que el estilo, la majestuosidad de la historia, se mantiene y no decae en ningún momento.

Además, a parte del apéndice que encontramos al final del libro, donde se nos recuerdan los bandos y los personajes más destacables de cada uno de ellos, a lo largo de la narración se nos incorporan los personajes del libro anterior sin sobreexposición, porque se supone que ya los conocemos, pero sí con toques y relaciones que nos activan el recuerdo y el reencuentro con ellos.

De este modo, la novela se vuelve un texto fácil de leer, muy ágil en su fluidez y, como he dicho, un reencuentro con los personajes que nos dejaron huella.

Nuevos personajes, nuevas inquietudes

Así, si decimos que la novela es continuista, porque aparte de seguir la historia mantiene el tono ¿qué encontramos de nuevo? Pues, si bien es verdad que las situaciones bélicas continúan, tendremos una nueva presencia de los personajes femeninos.

Recordemos que ya en la primera parte encontramos personajes fuertes, la reina de La Frontera o Leiza,  ahora nos lanzamos con una caterva de personajes muy inteligentes, tanto a un nivel político como a un nivel emocional. No os menciono quiénes son, pero la presencia femenina en la política y en la historia de la novela serán muy determinantes para las decisiones que tome nuestro protagonista.

Los masculinos seguirán siendo el coro de los tres pilares de la obra (Aran, Bierzo y otro que os imaginaréis), mientras que los femeninos toman su identidad y se convierten en ejes vertebrales de la historia y de la intrahistoria.

Perfilamiento

Como persona que vuelve al mundo, me ha gustado mucho reencontrarme con los personajes. Sin embargo, hay algunas cosillas que creo que se podrían perfilar a nivel de estilo.

Nos encontraremos listas de personajes en cada movimiento de los ejércitos, que está bien para que tengamos claro quién es de cada bando, sin embargo, después de un par de veces se vuelve un poco repetitivo. Creo que con el anexo del final es suficiente para que tengamos claros los personajes. Por otro lado, hay algunas erratas que creo que son relativamente fáciles de solucionar y que agilizarían más la lectura.

Más allá de eso, creo que nos encontramos ante una segunda parte que sigue muy bien la historia, que engancha al lector y le anima a volver a entrar al mundo. Como novedades, o mejor dicho, rasgos que tienen aún más peso en esta parte, encontramos personajes femeninos muy fuertes que deciden plantar cara al entorno masculino un poco mandón que nos encontramos. Eso sí Aran es estupendo, como siempre. Un protagonista fuerte, sensible y que tiene una visión más madura del mundo. Espero que os animéis con él y si no habéis leído el primero, ya sabéis.  

El Libro en el Bolsillo

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